El Sindicato del Guadalope estudiará si reduce la dotación de agua de riego por la sequía
La asignación de agua por hectárea ya está por debajo de 6.000 metros cúbicosEl Sindicato Central de la Cuenca del Guadalope esperará al mes de marzo para decidir si tiene que aplicar recortes en las dotaciones de agua de riego de la cuenca, que actualmente se encuentran ya por debajo de los 6.000 metros cúbicos por hectárea.
Las lluvias de la semana pasada apenas han aportado “8 o 10 litros por metro cuadrado” a las parcelas plantadas, según la estimación que realizó el presidente del Sindicato de riesgos, José Fernando Murria, quien señaló que en función de lo que ocurra esta semana (se espera alguna tormenta adicional en la zona), se tomará una decisión el mes que viene, cuando empieza “más en serio” la campaña de riegos.
Los dos últimos temporales de lluvia que han pasado por el Bajo Aragón en las últimas semanas no han ayudado a incrementar la reserva hídrica de la margen derecha del Ebro, que tiene un volumen de agua almacenada que ronda los 330 hectómetros cúbicos (hm³), una cifra muy baja que se encuentra por debajo de la reserva promedio de los últimos cinco años (de 2019 a 2023). Este volumen de agua embalsada está también por debajo del dato del último año hídrico e incluso del mínimo registrado en un año especialmente seco como fue 2022.
Margen derecha
Actualmente, la margen derecha del Ebro está al 49% de su capacidad máxima de almacenamiento, lejos ya del 66% que se registró en el año 2023, cuando las cuencas al sur del Ebro tenían en esta misma época 449 hm³ de agua almacenada. El promedio de los últimos cinco años es de 437 hm³, o lo que es lo mismo el 64% de la capacidad máxima de almacenamiento. Con todo, el mínimo de este quinquenio se registró en el ejercicio 2022, cuando la margen derecha solamente consiguió almacenar hasta esta fecha 396 hm³, esto es, el 58% del total de su capacidad.
El presidente del Sindicato Central de la Cuenca del Guadalope reconoció que las lluvias que se esperaban este mes de febrero han defraudado. Se esperaba que mejoraran la situación en la cuenca, pero no ha sido así. “Apenas han caído ocho o 10 litros por metro cuadrado”, por lo que consideró factible que “se tendrán que tomar medidas si no llueve más o sigue lloviendo tan poco”. Las más inmediatas serán las reducciones de dotaciones por hectárea, algo que ya se ha estado haciendo en los últimos meses y que es la primera medida que se toma cuando hay escasez de agua de riego.
Aún así, la disminución de dotaciones -actualmente está en casi 6.000 metros cúbicos (m³) por hectárea- empezará “cuando empecemos los riegos en marzo, momento en el que se inicia la campaña de riegos que durará hasta septiembre u octubre. De momento, hay cierta “esperanza” de que “vengan algunas gotas más en las semanas que quedan”, manifestó el presidente de los regantes del Guadalope, que es una de las cuencas más regulada y con mayor capacidad de almacenamiento en la margen derecha del Ebro.
Disponibilidad
El Sindicato Central realiza mensualmente una estimación de la disponibilidad de agua en los embalses. Es un dato que “constantemente va cambiando y en función del cual se calcula la dotación de riegos” para la temporada. El primer riego de frutales deberá llegar en marzo. Después “tendremos que repartir el agua”, añadió Murria, quien señaló que “si se pusiera muy feo, habría que ir a regar solamente para el mantenimiento del arbolado”, si bien esta circunstancia nunca se ha dado en el Guadalope.
Los datos de esta semana vuelven a situar a la cuenca del Guadalope en una posición muy precaria en cuanto a volumen de agua embalsada por sistemas de riego. De toda su capacidad, la cuenca turolense registra 88 hm³ frente a un volumen total de 248 hm³, en situación similar al Eje ,del Ebro, que registra 210 hm³ de un total de 644 hm³ que podría tener almacenados.
Hay que recordar que, como consecuencia de la situación de sequía que sufre la margen derecha del Ebro, dos cuencas han entrado este año en situación de alerta (la del Guadalope) y de prealerta (la del Matarraña). Ambas presentan, además, un deterioro paulatino de las reservas hídricas, según el Índice Mensual de Escasez que elabora la Confederación Hidrográfica del Ebro y que publicó este periódico el pasado 8 de febrero.
Tres últimos meses
De acuerdo a los datos publicados por el organismo de cuenca relativos a los tres últimos meses, las unidades que se encuentran en situación de sequía son tres en la provincia de Teruel y se sitúan en los ríos Guadalope, Matarraña y Martín, si bien en la primera cuenca tan solo estaría en situación de alerta la cuenca media y baja, al encontrarse el embalse de Caspe (cuenca baja del Guadalope) con 40 hm³ almacenados, lo que representa casi el 50% de su capacidad total.
En cuanto a la situación de escasez de agua, determinada por indicadores de reservas embalsadas y otras aportaciones, la situación más complicada en las cuencas turolenses, según el Índice Mensual de Escasez del organismo de cuenca, es la del Guadalope alto y medio, con un deterioro “lento” y progresivo, según detalla el informe citado, que coincide con la falta de aportaciones hídricas. En este caso, la CHE mantiene la emergencia para unidades del río Huerva y Segre y de alerta para la Cabecera y Eje del Ebro, así como para el Guadalope alto y medio.