El reciclaje comunitario se pondrá en marcha en ocho pueblos del Bajo Aragón en septiembre
Las obras para implantar las 15 áreas de compostaje ya se han completado
La Comarca del Bajo Aragón ha culminado la implantación de las áreas de compostaje comunitario situadas en ocho de sus localidades. La Cerollera, La Ginebrosa, La Cañada de Verich, Foz Calanda, Alcorisa, Aguaviva, Mas de las Matas y Valdealgorfa son los municipios que han apostado por este sistema de reciclaje, que se pondrá en marcha el próximo mes de septiembre.
Según informó la institución comarcal, las obras en las nuevas áreas de compost han terminado, y ya se ha suministrado el material necesario para llevar a cabo el reciclaje. Aunque empezará a aplicarse en el mes de septiembre, previamente se desarrollará una campaña de concienciación y sensibilización a la ciudadanía que correrá a cargo de la empresa Nómadas, Educación y Gestión ambiental S.C.
La campaña arrancará con distintas reuniones técnicas entre los representantes de los ocho municipios donde empezará a implantarse el sistema y la dirección técnica del proyecto. Asimismo, se repartirán materiales informativos entre la población y realizarán distintas “acciones online”. Asimismo, se creará un punto informativo ambulante para dar a conocer esta campaña entre el vecindario.
La Comarca del Bajo Aragón suministrará a los ocho pueblos 3.000 cubos marrones de 10 litros y 216.000 bolsas compostables de 10 litros. Además, contratará personal para garantizar el buen funcionamiento y cuidado de las nuevas áreas que se han creado en los municipios.
Berca Brand SL ha sido la empresa encargada de poner en marcha en los ocho pueblos de la comarca del Bajo Aragón las distintas áreas de compostaje comunitario. Esta firma resultó la adjudicataria del contrato por un montante de 284.059 euros. En los últimos meses se ha encargado de realizar la obra civil para el acondicionamiento de las zonas destinadas a la gestión de los residuos. Además, también se encargará de suministrar el equipamiento de dichas zonas, con material como cajones de estructurante, composteras, entre otros elementos.
Aunque todas las zonas de compostaje tienen las mismas dimensiones y características técnicas, el proyecto contempla dos tipos de zonas de reciclado, que se diferencian por las lineas de composteras, de manera que las de tipo I tienen una linea de tres composteras y las de tipo II son de dos. Estas tienen una capacidad que duplica a las de tipo I. En todas estas zonas se instalarán contenedores marrones de 220 litros, composteras, cajón de estructurante y baúl de resina.
La institución comarcal ha optado por este sistema por el tamaño reducido de los pueblos de la comarca y por que el tratamiento in situ de la materia orgánica presenta ventajas frente a otras alternativas que obligarían a transportar los residuos a un centro de tratamiento, con los costes económicos que acarrearía. En este sentido, la Comarca ha tenido en cuenta otras experiencias similares como la llevada a cabo en la comarca de la Jacetania, donde el reciclaje se realiza con éxito.
El compostaje comunitario consiste en la separación en origen, a domicilio, de los residuos que se están destinando al contenedor verde. Esa separación pasa por apartar todos los restos orgánicos de frutas, verduras, cáscaras de huevo, restos de comida de los demás residuos. Una vez seleccionados en domicilio, la materia orgánica debe depositarse en las zonas de compostaje que se han creado en cada uno de estos municipios. Una vez en la compostera, esta fracción se transforma en compost que puede ser utilizado posteriormente, cerrando el ciclo.
La generación del compost requiere de un proceso previo de tratamiento de la materia orgánica hasta su posible uso como abono orgánico. Por un lado se realizará un aporte de material estructurante, se efectúan maniobras de volteo de la materia depositada y su trasiego hasta que, en un plazo de un año, se acabe reconvirtiendo el biorresiduo original que se genera en los domicilios y que constituye la fracción más importante de los residuos municipales. Alrededor del 41% de la materia depositada en los restos orgánicos se puede volver a recuperar.
Como principales ventajas, este sistema reduce la cantidad de residuos que se gestiona en el vertedero de la Agrupación número 7, lo que supone un ahorro económico respecto a tasas de depósito. Al disminuir la frecuencia en la recogida del contenedor verde también hay menos camiones circulando por las carreteras. Y, por tanto, baja el consumo de combustibles y emisiones. Además, se aumenta la cantidad y se mejora la calidad en la recogida selectiva de envases, papel y cartón y vidrio, por lo que la institución comarcal, que gestiona los residuos en el territorio, recibe una mayor compensación económica por parte de la empresa gestora de los residuos.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta los beneficios ambientales que genera el sistema, puesto que los residuos se transforman en un nuevo producto, el compost, que puede ser utilizado como fertilizante tanto a nivel doméstico como a nivel agrícola.
Se estima que la población de las ocho localidades produce un volumen próximo al 1.600.000 kilos anuales de fracción resto, de los que 631.000 kilos, según el Plan GIRA del Gobierno de Aragón, serían biorresiduos. La zona de compostaje está formada por 15 puntos en total y de dos rutas de recogida, por lo que el proyecto supondrá la contratación de dos operarios a jornada completa que se harán cargo de las dos rutas de transporte y de la atención de las zonas de compostaje en días alternos. Los operarios que se contraten se encargarán de gestionar el cierre y apertura de los puntos de compost, de revisar la materia orgánica depositada, del triaje de impropios y de su depósito en la fracción resto, además de la limpieza del área y de la reposición del material estructurante necesario para la fabricación del compost.
Asimismo, el proyecto estará a cargo de una dirección técnica que supervisará los trabajos del equipo de mantenimiento de las composteras durante el arranque de los trabajos, que formará al personal de mantenimiento y que, además, dirigirá y seguirá el trabajo.
Según el proyecto, se generarán 157.700 kilos de compost, mediante una relación de 20-25 kilos por cada 100 kilos de materia de biorresiduos generada. Ese sería el rendimiento óptimo del sistema, con una participación del 100% de la población. No obstante, también se ha tenido en cuenta que el sistema puede tardar un tiempo en consolidarse, por lo que se han calculado mermas de hasta el 50 y el 70%, siendo la previsión menos optimista la que señala una producción anual de compost de 47.300 kilos de materia compostada.
Según informó la institución comarcal, las obras en las nuevas áreas de compost han terminado, y ya se ha suministrado el material necesario para llevar a cabo el reciclaje. Aunque empezará a aplicarse en el mes de septiembre, previamente se desarrollará una campaña de concienciación y sensibilización a la ciudadanía que correrá a cargo de la empresa Nómadas, Educación y Gestión ambiental S.C.
La campaña arrancará con distintas reuniones técnicas entre los representantes de los ocho municipios donde empezará a implantarse el sistema y la dirección técnica del proyecto. Asimismo, se repartirán materiales informativos entre la población y realizarán distintas “acciones online”. Asimismo, se creará un punto informativo ambulante para dar a conocer esta campaña entre el vecindario.
La Comarca del Bajo Aragón suministrará a los ocho pueblos 3.000 cubos marrones de 10 litros y 216.000 bolsas compostables de 10 litros. Además, contratará personal para garantizar el buen funcionamiento y cuidado de las nuevas áreas que se han creado en los municipios.
Berca Brand SL ha sido la empresa encargada de poner en marcha en los ocho pueblos de la comarca del Bajo Aragón las distintas áreas de compostaje comunitario. Esta firma resultó la adjudicataria del contrato por un montante de 284.059 euros. En los últimos meses se ha encargado de realizar la obra civil para el acondicionamiento de las zonas destinadas a la gestión de los residuos. Además, también se encargará de suministrar el equipamiento de dichas zonas, con material como cajones de estructurante, composteras, entre otros elementos.
Aunque todas las zonas de compostaje tienen las mismas dimensiones y características técnicas, el proyecto contempla dos tipos de zonas de reciclado, que se diferencian por las lineas de composteras, de manera que las de tipo I tienen una linea de tres composteras y las de tipo II son de dos. Estas tienen una capacidad que duplica a las de tipo I. En todas estas zonas se instalarán contenedores marrones de 220 litros, composteras, cajón de estructurante y baúl de resina.
La institución comarcal ha optado por este sistema por el tamaño reducido de los pueblos de la comarca y por que el tratamiento in situ de la materia orgánica presenta ventajas frente a otras alternativas que obligarían a transportar los residuos a un centro de tratamiento, con los costes económicos que acarrearía. En este sentido, la Comarca ha tenido en cuenta otras experiencias similares como la llevada a cabo en la comarca de la Jacetania, donde el reciclaje se realiza con éxito.
Recuperación del 41 %
El compostaje comunitario consiste en la separación en origen, a domicilio, de los residuos que se están destinando al contenedor verde. Esa separación pasa por apartar todos los restos orgánicos de frutas, verduras, cáscaras de huevo, restos de comida de los demás residuos. Una vez seleccionados en domicilio, la materia orgánica debe depositarse en las zonas de compostaje que se han creado en cada uno de estos municipios. Una vez en la compostera, esta fracción se transforma en compost que puede ser utilizado posteriormente, cerrando el ciclo.
La generación del compost requiere de un proceso previo de tratamiento de la materia orgánica hasta su posible uso como abono orgánico. Por un lado se realizará un aporte de material estructurante, se efectúan maniobras de volteo de la materia depositada y su trasiego hasta que, en un plazo de un año, se acabe reconvirtiendo el biorresiduo original que se genera en los domicilios y que constituye la fracción más importante de los residuos municipales. Alrededor del 41% de la materia depositada en los restos orgánicos se puede volver a recuperar.
Como principales ventajas, este sistema reduce la cantidad de residuos que se gestiona en el vertedero de la Agrupación número 7, lo que supone un ahorro económico respecto a tasas de depósito. Al disminuir la frecuencia en la recogida del contenedor verde también hay menos camiones circulando por las carreteras. Y, por tanto, baja el consumo de combustibles y emisiones. Además, se aumenta la cantidad y se mejora la calidad en la recogida selectiva de envases, papel y cartón y vidrio, por lo que la institución comarcal, que gestiona los residuos en el territorio, recibe una mayor compensación económica por parte de la empresa gestora de los residuos.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta los beneficios ambientales que genera el sistema, puesto que los residuos se transforman en un nuevo producto, el compost, que puede ser utilizado como fertilizante tanto a nivel doméstico como a nivel agrícola.
Estimaciones
Se estima que la población de las ocho localidades produce un volumen próximo al 1.600.000 kilos anuales de fracción resto, de los que 631.000 kilos, según el Plan GIRA del Gobierno de Aragón, serían biorresiduos. La zona de compostaje está formada por 15 puntos en total y de dos rutas de recogida, por lo que el proyecto supondrá la contratación de dos operarios a jornada completa que se harán cargo de las dos rutas de transporte y de la atención de las zonas de compostaje en días alternos. Los operarios que se contraten se encargarán de gestionar el cierre y apertura de los puntos de compost, de revisar la materia orgánica depositada, del triaje de impropios y de su depósito en la fracción resto, además de la limpieza del área y de la reposición del material estructurante necesario para la fabricación del compost.
Asimismo, el proyecto estará a cargo de una dirección técnica que supervisará los trabajos del equipo de mantenimiento de las composteras durante el arranque de los trabajos, que formará al personal de mantenimiento y que, además, dirigirá y seguirá el trabajo.
Según el proyecto, se generarán 157.700 kilos de compost, mediante una relación de 20-25 kilos por cada 100 kilos de materia de biorresiduos generada. Ese sería el rendimiento óptimo del sistema, con una participación del 100% de la población. No obstante, también se ha tenido en cuenta que el sistema puede tardar un tiempo en consolidarse, por lo que se han calculado mermas de hasta el 50 y el 70%, siendo la previsión menos optimista la que señala una producción anual de compost de 47.300 kilos de materia compostada.
