El Plan de rehabilitación ARRU llegará hasta el barrio alcañizano del Pueyo
El presupuesto del programa de ayudas a la mejora de vivienda supera los tres millones de eurosEl pleno del Ayuntamiento de Alcañiz aprobó su incorporación al programa ARRU-Plan de Vivienda 2018-2022, que financian los gobiernos de Aragón y España. El Plan de rehabilitación se centrará en tres zonas urbanas: los barrios Mazador, Santiago y Almudines, en la parte baja del casco urbano; el entorno de la calle Mazaleón hasta el arco de Loreto, en la parte centro, y, finalmente, la zona que va desde el arco de Loreto a la plaza San Francisco, incluyendo el barrio del Pueyo.
En su conjunto, del nuevo ARRU se podrán beneficiar viviendas que se encuentren entre la ronda de Belchite, la calle Mazaleón, la calle Palomar y el borde del castillo calatravo.
El Presupuesto total del ARRU será de 3.122.500 euros, según avanzó el teniente de alcalde y delegado de Infraestructuras y Urbanismo del Ayuntamiento de Alcañiz, Javier Baigorri. Este montante se reparte entre financiación pública y privada. Esta última será de 1.086.500 euros, mientras que algo más de dos millones de euros será dinero público procedente del ministerio de Fomento (1.250.000 euros), del Gobierno de Aragón (312.500 euros) y del Ayuntamiento de Alcañiz (473.500 euros).
Aunque el expediente administrativo se cierra ahora, el programa ARRU se desarrollará entre los años 2020 y 2022, según avanzó el delegado de Infraestructuras y Urbanismo, quien calculó que el ministerio de Fomento aportará la financiación este año, pero el resto llegará a partir del año que viene.
En este nuevo plan de rehabilitación, el Ayuntamiento se propone recuperar 130 viviendas y 77 edificios en tres años; construir 101 viviendas nuevas y 38 edificios y derribar hasta 28 inmuebles en ruina en las tres áreas contempladas dentro del plan. En este último caso se encuentran edificios que “no se pueden recuperar, porque puede ser que no se encuentren en buen estado y los propietarios no han mostrado interés en restaurar”, añadió el delegado de Infraestructuras y Urbanismo.
Oficina técnica
Por otra parte, aunque se han presentado solicitudes, mientras no se apruebe el nuevo programa de vivienda no se podrá dar trámite a las peticiones de particulares. Además, la oficina “no funciona en este momento”, según Baigorri, “porque el plan ARRU ha de estar en marcha para que pueda hacerlo”. En este sentido, señaló que “en cuanto esté abierta y en funcionamiento, desde allí se realizarán las valoraciones de todas las solicitudes, en función de los criterios reguladores que determine el ministerio”.
En cualquier caso, el concejal y teniente de alcalde subrayó que “aparte de lo que es la recuperación de viviendas, habrá rehabilitación de barrio”. Tal y como se ha actuado en anteriores programas de recuperación de zonas degradadas, “se actuará en distintas zonas, lo haremos, por ejemplo, en la calle San Jaime, y probablemente plaza del Dean”, avanzó. En este sentido, hizo hincapié en que “la idea es que haya un plan de rehabilitación de viviendas como en el anterior ARRU”, así como de la trama urbana que “permita la regeneración del barrio”.
Después de que el programa de rehabilitación anterior se diera por terminado, el Ayuntamiento dispone de casi 200 solares en el casco antiguo, lo que convierte a la administración local “en los mayores propietarios del casco viejo”, señaló el responsable de Urbanismo. En este sentido, avanzó que “la idea que llevamos es realizar unidades de ejecución para que esos solares se conviertan o bien en viviendas o bien en infraestructuras que ayuden a la regeneración del barrio”.
Tres zonas, distinta prioridad
Este nuevo plan de vivienda permitirá regenerar tres zonas del casco antiguo que tienen un importante grado de deterioro, aunque no todas están estado. Como reconoció el teniente de alcalde, “seguir con la rehabilitación de los barrios Mazador, Santiago y Almudines es prioritario”. Aunque “el resto de zonas necesitan una actuación, la situación no es la misma. Prueba de ello es que la mayoría de los solares que han quedado de los derribos están en esa zona, y aunque en el barrio del Pueyo podemos encontrar también algún solar o casa en muy mal estado, no existe el mismo grado de deterioro”, añadió Baigorri.
Cinco millones en Aragón
La financiación para el ARRU es una aportación complementaria fruto del reajuste de los cálculos del Plan Estatal de Vivienda, según informaron fuentes del departamento de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón. El nuevo plan supondrá, según las mismas fuentes, una aportación de cinco millones de euros adicionales.