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El personal pasivo de Endesa se moviliza en Andorra por la tarifa eléctrica El personal pasivo de Endesa se moviliza en Andorra por la tarifa eléctrica
Concentración ayer del personal pasivo y los prejubilados de Endesa en la plaza del Regallo de Andorra. Linares

El personal pasivo de Endesa se moviliza en Andorra por la tarifa eléctrica

La empresa, contraria a judicializar el proceso, tiende la mano para un acuerdo
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El personal pasivo (jubilados y  viudas) y prejubilados de Endesa volvieron a concentrarse, esta vez en la plaza del Regallo de Andorra, por el mantenimiento de derechos adquiridos –el más visible de ellos es la tarifa eléctrica de empleado– que la empresa les “pretende arrebatar de forma unilateral”. Por su parte, la compañía tiende la mano para llegar a un acuerdo y asegura que, con un consumo racional de energía, los beneficiarios no perderán sus ventajas.  

Seiscientas personas –según los organizadores– de las más de 1.500 que pertenecen a este colectivo en la zona de Andorra se concentraron en la villa minera, y volverán a hacerlo el 24 de septiembre ante la sede de Endesa en Madrid, contra lo que consideran una vulneración de las condiciones que firmaron con la empresa.

Endesa se encuentra negociando con los sindicatos el V Convenio Colectivo, en el que según los pasivos y prejubilados la eléctrica pretende rebajar los beneficios sociales después de que el pasado 31 de diciembre expirara el periodo de ultra actividad del anterior acuerdo. Tras varias prórrogas y una resolución judicial de por medio, la multinacional quiere hacer efectiva a partir del 1 de octubre su decisión de modificar las condiciones del personal pasivo, es decir, los más de 24.000 jubilados de la empresa. Esto afecta a determinados beneficios sociales como la tarifa, por la que la empresa asumía el pago del suministro eléctrico, la ayuda de estudios o el seguro médico. Endesa sí se compromete a respetar las condiciones del personal activo y prejubilado hasta que haya nuevo convenio.

“Una negociación que nosotros no reconocemos porque tenemos nuestras propias condiciones firmadas con la empresa, en las cuales se reconoce el disfrute de ese beneficio social durante la prejubilación y después de ella”, explicó el portavoz de los afectados en Andorra, Miguel Ángel Vera. El representante recalcó que la tarifa eléctrica de empleado es “salario en especie; no es luz gratis sino que, en su día, salió de la masa salarial de los trabajadores”. Es decir, “en su día se cambiaron kilovatios por dinero” a razón, según afirmó, de 30.000 kilovatios al año para el personal eléctrico y 19.000 para los mineros. 

La última oferta de Endesa

Por su parte, Endesa ofrece a pasivos y activos un límite de consumo de 3.500 kilovatios al año, que coincide con el consumo de electricidad medio anual por hogar en España según los estudios del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Para los excesos de los activos, propone un Acuerdo Previo de Valoración inferior al precio de mercado y pactado con la Agencia Tributaria. A su personal activo le compensaría con 400 euros anuales de complemento salarial, “la diferencia entre el consumo medio de un empleado de Endesa, alrededor de 9.000 kilovatios, y el límite propuesto de 3.500 kilovatios”. A los pasivos les bonificaría un 50% sobre ese precio pactado hasta los 2.000 kilovatios de exceso.

Esta propuesta, de marzo de 2019, “no sólo trata de dar coherencia a nuestro posicionamiento en materia de sostenibilidad, sino que, además, trata de acercar a la realidad de nuestro tiempo situaciones anacrónicas y equipara sustancialmente la posición del personal activo y pasivo en cuanto a este beneficio social”, indica Endesa. 

Pero los afectados tienen intención de agotar la vía judicial, que por el momento no les es favorable porque la Audiencia Nacional dio la razón a Endesa. Los pasivos elevaron un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, pendiente de resolver. La compañía, que pone de manifiesto que la decisión de dejar sin efecto los beneficios sociales de sus pasivos es “ajustada a derecho”, apuesta por resolver el conflicto por la vía del diálogo y no quiere judicializar el proceso.