El presidente del Partido Aragonés (PAR) y portavoz de esta fuerza política en las Cortes, Arturo Aliaga, tildó de “traición a la historia energético-minera turolense” que la central térmica de Andorra vaya a cerrar en 2020 si el Gobierno de Pedro Sánchez no lo remedia con una transición energética que no prescinda del carbón autóctono en el mix de generación.
Por ello, en declaraciones a este diario ayer antes de la reunión del Comité Intercomarcal del PAR en Andorra, pidió a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que no solo muestre sino que “demuestre voluntad política para solucionar la situación que atraviesa el carbón, que en Aragón afecta de lleno al empleo de miles de familias y a la despoblación”.
El encuentro del Comité Intercomarcal de Teruel tuvo lugar en Andorra un día después de que UGT y CCOO se reunieran con el Ministerio para iniciar la negociación del nuevo marco de actuación para el sector del carbón y las comarcas mineras.
Aliaga mostró la “más rotunda oposición” de su partido a que el Gobierno facilite el cierre de la térmica porque “es una instalación fundamental para la seguridad del suministro energético en España”, por lo que “tiene que tener cabida en el mix energético”.
“Lo que no sería justo es que esa transición energética diera un mazazo a las cuencas mineras turolenses que han puesto en el sistema eléctrico miles de megavatios hora para desarrollar industrialmente el resto de España”, dijo, para abogar por que “la central siga funcionando” en tanto en cuanto no se pongan encima de la mesa “medidas de estímulo económico para suplantar” el cierre del sector.
El presidente del PAR planteó la posibilidad que tiene “en su mano” el Gobierno de España de, “como han hecho Alemania y Polonia, dejar unas horas de funcionamiento al año para la generación con carbón en el mix energético nacional”. Con esta medida “se estaría en condiciones de exigir certidumbre a Endesa para que haga las inversiones”.
“Se había intentado la vía de poner en dificultades el cierre de las centrales”, pero el Congreso de los Diputados se opuso, recordó Aliaga, aunque “alguna solución habrá que buscar”.
Abogó por que la térmica esté en funcionamiento “hasta 2030 o donde se pueda” con unas horas mínimas porque “si en 2020 se cierra eso no es una transición, sino una traición a la historia energética minera turolense” después de que “ya pagaran Escucha, Aliaga y Escatrón –añadió–. Hay que ser un poco más sensibles a esa historia”.