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El malestar vecinal por el estado del casco viejo aflora con las obras de las travesías en el Muro de Santiago El malestar vecinal por el estado del casco viejo aflora con las obras de las travesías en el Muro de Santiago
Zona del Muro de Santiago, inundada el año pasado tras una tormenta torrencial

El malestar vecinal por el estado del casco viejo aflora con las obras de las travesías en el Muro de Santiago

Los vecinos se quejan de los problemas de evacuación de las redes de pluviales, de las tuberías obsoletas y del mantenimiento de las conducciones
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Las obras de Humanización de las travesías que hace diez días se trasladaron a la calle Muro de Santiago de Alcañiz han hecho aflorar otras reivindicaciones vecinales y el malestar de quienes residen en el casco viejo, un área urbana en la que reventones de tuberías, socavones en el asfalto y derribos de viviendas van de la mano.

La reunión que el equipo de gobierno celebró el lunes de la semana pasada con el vecindario de la calle y del casco viejo vino a poner de manifiesto el sentimiento de abandono que tiene todo un barrio, desde aquellos que residen en la Ronda de Teruel y han visto como un deslizamiento de tierras hace siete años se llevaba por delante varias casas y dejaba una sensación de incertidumbre sobre lo que pueda volver a pasar, a aquellos que, residiendo en el entramado urbano más cerrado de los barrios de Santiago y Mazador, están viendo cómo el reventón de una tubería mal mantenida ha provocado ya el derribo de tres viviendas. Tres por el momento.

Los vecinos del casco viejo acudieron al encuentro informativo convocado por el Ayuntamiento pidiendo certezas y no supuestos. Allí manifestaron su malestar por que, aunque ahora ya se ha solucionado, los primeros días en que empezaron las obras en este tramo de la travesía de la carretera nacional 232 se cortaron los accesos a todas las calles adyacentes, lo que les impedía salir en coche desde sus domicilios, algo que fue corregido tras las quejas elevadas por algunos residentes al Ayuntamiento y la Policía Local. “Ahora se ha utilizado la grava que han sacado para rellenar los huecos que tenemos al inicio de la calle para que, por lo menos, podamos salir con nuestros vehículos”, reconoció Eloy Sánchez uno de los vecinos que reside en la zona.

Operarios trabajando en el Muro de Santiago

Entre los asistentes a la reunión con los representantes de la empresa y Ayuntamiento, muchas caras conocidas: las de los vecinos del Muro de Santiago que en 2017 se vieron afectados por el deslizamiento de tierras del cerro de Pui Pinos. Y es que, tal y como señaló Eloy Sánchez, “aparte de las obras que ahora nos afectan al tramo de travesía, en este barrio estamos todavía preguntándonos para qué han construido un vial que sube hasta el Cuartelillo (desde la Ronda de Teruel) y que ha provocado que muchas familias hayan tenido que marcharse de allí a vivir a otra parte. Nadie nos ha dado explicaciones”.

La sensación vecinal generalizada es de que “el barrio se cae”, según manifestó este vecino residente en la zona.

Evacuación de aguas

En estos barrios antiguos los problemas crecen, y prácticamente todos están relacionados con servicios básicos como el agua, pluviales y tuberías de abastecimiento o de saneamiento. Los vecinos pusieron de manifiesto durante la reunión que en la calle Trinidad ya van tres casas declaradas en ruina tras la rotura de una tubería de agua que fue perdiendo hasta que un día afloró el problema en forma de grietas en las viviendas, sin que la empresa responsable del mantenimiento se diera cuenta de lo que ocurría. En consecuencia, tres casas afectadas “y las que pueden venir, porque dicen que por debajo, hasta el siguiente cantón todas las viviendas están igual, huecas por debajo”, enfatizó Sánchez.

Los vecinos afirman que el agua que baja desde el cerro del Castillo “se abre paso por donde puede, y las calles Trinidad y Luna están mal, con tuberías antiguas y sin sanear, y cuando una canalización se rompe, como ha pasado en la calle Trinidad, el agua corre creando camino hasta el río y causando daños las casas”, que tienen, todo hay que decirlo, una cimentación muy débil dada su antigüedad.

Vecinos del Muro de Santiago como lo es Eloy Sánchez se preguntan “cómo no aprovechan las obras de la travesía que acaban de empezar para colocar ya la tubería de gas o la fibra óptica”, algo que parece que no está planificado en estos trabajos, así que, cuando se tengan que poner estos servicios, habrá que volver a abrir hueco”.

Otra cuestión aparte son los sucesivos socavones y reasfaltados que ha sufrido la zona y que ha hecho que el suelo de la travesía en este tramo del Muro de Santiago esté elevado “40 centímetros” sobre su nivel. La consecuencia: “ahora cuando llueve se inundan los bajos de las casas que son colindantes con la carretera”, no circula el agua, que se queda parapetada en la zona de torreones como en una balsa.

Esa fue otra de las reivindicaciones que afloró durante la reunió, que se programó con el vecindario una semana después de haber empezado a levantar el asfalto en el tramo en obras y de que la travesía y sus calles se cortaran al tráfico, cuando la lógica hace pensar que la información al vecindario debería haberse ofrecido con suficiente antelación. “Encontrarnos las obras fue toda una sorpresa, pero es que, cuando llamamos a la Policía Local para decir que los obreros no nos dejaban salir por la calle con nuestros vehículos, los agentes nos explicaron que a ellos les avisaron solo con un día de antelación”, señaló Sánchez.

Los vecinos reclaman la instalación de sistemas de recogida y evacuación de agua y una gestión del caudal que evite nuevas inundaciones, que se frese el asfalto y se rebaje el nivel de la carretera antes de volver a tirar asfalto para que cuando llueva torrencialmente no se produzcan esos enormes charcos de agua que inundan bajos.

Eloy Sánchez reconoció que la “crispación” que se notaba durante la reunión obedece a un cúmulo de circunstancias que vienen sufriendo quienes residen en estos barrios alcañizanos, los más antiguos de la ciudad. “Les pedimos que dejaran de decir que iban a intentar solucionarlo; no queremos intentos sino realidades y certezas”, enfatizó este joven residente en uno de los barrios más antiguos de Alcañiz.
 

Subida al Corcho, con las tuberías de la obra de ‘Humanización de travesías’ preparadas para su colocación

Uno de los afectados por los inundaciones del Muro de Santiago es Jorge Alquézar, que reside en el número 7 de esta calle, la última antes de llegar al cauce del río. Alquézar afirma que “cada vez que llueve torrencialmente o cae una tormenta fuerte en pocos minutos, el garaje se nos llena 80 centímetros de agua y ocurre a menudo”, se lamentó este alcañizano.

Este vecino y los que residen en los inmuebles de los alrededores al suyo reclaman que las obras de la travesía a su paso por el Muro de Santiago resuelvan este problema que es relativamente nuevo. No en vano, Alquézar asegura que la zona sufre inundaciones desde que hicieron la obra de los torreones. “Antes de eso, los torreones estaban integrados en unos edificios detrás de los cuáles había una calle de unos tres metros de ancho y que hacía de evacuación del agua que baja desde el castillo. Con la obra de los torreones quitaron las casas, la calle que evacuaba y no dejaron salida al agua que baja por las calles del casco viejo, que hasta entonces evacuaban por sí mismas sin que se produjera ningún problema de taponamientos como los que sufrimos ahora”.

Los vecinos piden algo muy simple en estas obras que están en pleno apogeo: un desagüe grande y en condiciones para que no se repitan las situaciones que están sufriendo cada vez que pasa por Alcañiz una tormenta.

Al problema que se genera en las viviendas relacionado con la inundación se suma otro de circulación, puesto que se tiene que cortar al tráfico este tramo de la travesía al quedar inutilizada por el agua durante horas.

Caños antiguos

Jorque Alquézar ha observado que, en los últimos días, “los operarios que trabajan en la zona están picando en un lado, donde están saliendo a la luz los caños antiguos por los que se iba el agua al río”. Según señaló, “tenemos la sensación de que están realizando las arquetas y parece que vayan a conectarlas con los caños antiguos que habían quedado taponados. Si lo hacen, nos parece estupendo, aunque tampoco estamos convencidos, porque nadie nos lo ha explicado”. Según detalló Alquézar, en las obras ya se ven las antiguas tuberías que evacuaban el agua en la calle Trinidad y en la calle Panfranco.

En relación a esta situación, el alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan, pidió paciencia a los vecinos y esperar a los resultados de la obra, que se verán cuando termine, sea dentro de cinco meses o de seis. Según afirmó el primer edil, “los vecinos del paseo Andrade también tenían quejas y han tenido que pasar unos meses complicados de obras, pero lo cierto es que, el primer día que llovió un vecino ya nos dio la enhorabuena porque el problema con la evacuación del agua se había solucionado”. Junto a lo anterior, añadió, “no ha habido más quejas de los vecinos, lo que significa que el tema de las aguas pluviales está resuelto”.
 

Subida al Corcho, con las tuberías de la obra de ‘Humanización de travesías’ preparadas para su colocación

El regidor enfatizó que los problemas de evacuación “se van a consultar y a analizar uno a uno y casa por casa; se están atendiendo las demandas y no hay un caso en el tramo del paseo Andrade en el que no se haya dado una solución, porque estamos constantemente en contacto con la empresa contratista de las obras y hacemos lo que podemos”. En este sentido, recordó que la semana que empezaron las obras en el Muro de Santiago “cerraron la calle sin haber abierto en Paseo Andrade, y en cuanto nos dimos cuenta instamos a la empresa a abrir de manera inmediata para que hubiera haber un tráfico más o menos fluido”.

Esperar al final de la obra

En relación al temor de que la calle Trinidad vaya a acumular nuevos derribos en los próximos meses por los problemas generados bajo el suelo por el agua, el primer edil enfatizó que “de momento, que yo sepa, no va a haber más derribos”. Estevan instó al vecindario a esperar, porque “son obras que duran muchos meses y de las que se habla constantemente por parte de distintas personas sin que conozcan el proyecto”. En este sentido, Estevan reiteró que “también se ha dicho que el carril bici que se está construyendo en la carretera de Castellón no va a ninguna parte, y lo cierto es que sí que va, conecta con el carril que vendrá de las Siete revueltas; la obra se está ejecutando en fases y hasta que no termine no se puede ver en su conjunto”, añadió el regidor alcañizano.