El Ítaca de Andorra se convierte en guardería para conciliar también en agosto

Alrededor de 60 niños disfrutan cada semana de verano de las colonias de educación ambiental que ofrece el Centro de Estudios Ambientales Ítaca-José Luis Iranzo de Andorra. Un servicio que en agosto se ha reforzado para pequeños de hasta tres años con el objetivo de garantizar la conciliación de la vida familiar y laboral durante el cierre de la escuela infantil municipal.

Bajo el nombre de Aventura Carduelis, desde finales de junio y hasta el 3 de septiembre el Ítaca mantiene entretenidos a los niños mientras les forma en el cuidado del medio ambiente. Las actividades están abiertas a pequeños de entre 3 y 12 años. De 9:30 a 13:30 horas, de lunes a viernes, hay oferta de actividades en aula y naturaleza por 30 euros semanales.

“Hemos hecho casitas para bichos, pequeñas reforestaciones, una semana de astronautas en la que hemos conocido los planetas y una actividad que suele gustar mucho a los niños: Ecochef, talleres de cocina ecológica con los que aprenden mucho. Además, todos los miércoles organizamos una excursión por el entorno para conocerlo, dejarlo bien limpio y comprobar nuestras plantaciones para ver si necesitan riego”, explicó María Pilar Pellicer, responsable de la empresa contratada por el ayuntamiento.

Una novedad bien valorada

Como novedad, este año el consistorio ofrece un servicio de retén de escuela infantil, dado que la municipal está cerrada por vacaciones. “Prolongando la actividad que la empresa hace en el Ítaca, donde está los dos meses de verano con las colonias medioambientales, se sacó a licitación y accedió a la convocatoria con una profesora de educación infantil para ofrecer un servicio que se está valorando muy positivamente”, dijo la concejala de Educación, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Andorra, Margarita Santos.

“Hemos organizado tres semanas de actividades con niños de uno a tres años y tenemos un grupito de seis con los que, sobre todo, hacemos actividades muy manipulativas, sensoriales, con música y globos”, dijo Pellicer. Todo ello enfocado hacia el medio ambiente, apoyado con el huerto y la vegetación del patio del Ítaca.

“Es la primera vez que lo hacemos. Es una experiencia novedosa y, si sale bien y se valora positivamente tanto por la empresa como por las familias y el ayuntamiento, tenemos la intención de repetirlo”, dijo Santos, que prevé que el boca a boca incremente la demanda para el próximo verano porque “no todo el mundo tiene abuelos en casa de los que echar mano y hay que abrirse a todo tipo de familias y situaciones laborales”.

La coordinadora de las colonias destacó que, semanalmente, Aventura Carduelis tiene del orden de 50 o 60 niños. “Esta es la quinta edición ya y los papás como que lo demandan”, indicó la profesional.

Es el caso de Irene Pellicer, que tiene a su hijo de casi cuatro años en Carduelis. “La conciliación es un tema de vital importancia y estas colonias facilitan. Lo que más me gusta es ver los aprendizajes que emergen de manera natural en mi hijo. Una noche, antes de dormir, después de leer el libro, me dijo que el planeta más grande del Sistema Solar era Plutón. Ese día habían estado trabajando esos aprendizajes y se había quedado con ellos”, valoró esta madre.