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El IET y el Ayuntamiento de Alcañiz editan un facsímil de la novela Una Eva Moderna de la escritora Concepción Gimeno 110 años después

El Curso Interdisciplinar de Humanidades recuerda a la periodista, ensayista y escritora
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El Curso Interdisciplinar de Humanidades de Alcañiz rindió homenaje a la periodista, ensayista y escritora Concepción Gimeno Gil (Alcañiz 1850-Buenos Aires 1919), considerada por los críticos literarios como referente en el “pensamiento feminista posibilista”, pues en sus textos abogó por la dignidad y la independencia de la mujer pero sin forzar grandes revoluciones que dieran al traste con su estrategia. 

Un ejemplo de esta visión ideológica es la novela corta Una Eva moderna, firmada por Concepción Gimeno de Flaquer –su nombre de pluma–, que apareció publicada el 26 de noviembre de 1909 en el número 152 de El cuento semanal, revista fundada por Eduardo Zamacois en enero de 1907. El martes, justo 110 años después, el Instituto de Estudios Turolenses (IET) –del que depende el Instituto de Estudios Humanísticos (IEH) que organiza el curso– y el Ayuntamiento conmemoraron esta efeméride presentando un facsímil de la obra que, a su vez, honra el centenario de la muerte de la alcañizana. 

El facsímil viene precedido de un prólogo del profesor de Literatura Española de la Universidad del Estado de Colorado, el también alcañizano Antonio Pedrós, que abrió el ciclo de ponencias detallando la vida y obra de Concepción Gimeno, a la que el Ayuntamiento ya reconoció en su día poniendo su nombre a la calle posterior al instituto y el conservatorio, pero para la que el investigador pidió un honor mayor: dedicarle el actual colegio Emilio Díaz en detrimento del destacado franquista. 

Una Eva moderna “es una clara muestra del tipo de pensamiento político feminista posibilista que tenía Concepción Gimeno, que en lugar de caer en un cambio revolucionario” en favor de los derechos de la mujer prefería ser más “táctica” y lograr pequeñas metas asumibles por la sociedad patriarcal del momento, manifestó Pedrós. 

Ella “defenderá vehementemente en sus textos la necesidad de educar a la mujer, la igualdad moral e intelectual de esta con respecto al hombre, que la mujer tenga independencia económica, que los matrimonios se produzcan por amor y no por necesidad”, explica el académico en su prólogo. Sin embargo, “se mostrará menos partidaria de otros elementos importantes de la agenda feminista, como serían el acceso al voto o el divorcio”, si bien matizará esta posición con el tiempo y comprenderá que sin mujeres en el poder y eligiéndolo no hay demasiado que hacer. 

Advierte Pedrós que, más de un siglo después de la publicación de este cuento, al lector actual le podrá parecer conservador el discurso de Gimeno, pero asegura que, siguiendo la estela de la decana feminista en España, Emilia Pardo Bazán, se situó “a la vanguardia de la defensa de la mujer con ideas progresistas” que la posicionaron “muy por delante de sus correligionarias”.

“Hace 130 años ya estaba hablando de la equiparación del sueldo entre mujeres y hombres, algo que hoy todavía no se ha conseguido”, puso en valor Pedrós, quien resaltó que fue “la tercera mujer que dio una conferencia en el Ateneo de Madrid”. 

Vida y obra

Con 19 años, Gimeno publicó su primer artículo, A los impugnadores de la mujer, en El Trovador del Ebro. Según Pedrós, allí empezó a marcar su línea de pensamiento crítico, que reflejó a lo largo de su carrera –50 años como escritora– en más de 700 ítems periodísticos, varias publicaciones feministas tanto en España como en México –resaltan La ilustración de la mujer, El álbum de la mujer y El álbum ibero americano– seis novelas –entre ellas la breve objeto ahora de reedición–, media docena de cuentos breves y 17 libros de ensayo.

Nació en el castillo de Alcañiz por ser hija del capitán militar Juan Gimeno y en 1853 su padre murió en Pamplona. Con su madre, que contrajo segundas nupcias, residió en Zaragoza, donde se formó como académica y mujer. Gracias a su trabajo como escritora logró una independencia económica que le permitió no casarse hasta los 28 años. A los 33 marchó a México y posteriormente volvió a España para regresar finalmente a Argentina, donde murió. 

Al ser hija de militar, “entra con muy bien pie en los círculos intelectuales de la élite alfonsina”, indica el profesor de literatura. Mantuvo este estatus en Latinoamérica, donde defendió a ultranza la dictadura porfiriana, algo que hizo que se la viera “como insensible a la realidad de las clases inferiores”, indica Pedrós. “Demasiado católica para el feminismo, demasiado feminista para los católicos”, resume. 

Su estatus social y sus dotes periodísticas la convirtieron en relatora de las fiestas de la alta sociedad, a modo de “prensa rosa”. A cambio del “patronazgo     –las clases acomodadas de uno y otro lado del Atlántico le pagaban los reportajes más frívolos en Madrid aristocrático o la Crónica polícroma– de unas élites ansiosas de ser aduladas”, relata el prólogo, ella pudo “avanzar en las revistas de pensamiento feminista y la lucha por la igualdad de la mujer”, admira Pedrós.

Gimeno se lo tuvo que trabajar. Ella “no nació con una cucharilla de plata, no fue aristócrata como lo fueron Emilia Pardo Bazán, Emilia Serrano o Patrocinio de Biedma, ni venía de familia acomodada, como sí le ocurre a muchas de las otras feministas del periodo”, analiza el estudioso. “Ella solo contó con su trabajo y su exigua pensión de orfandad, hasta que se casó con Francisco de Paula Flaquer y Fraisse, y al hacerlo no perdió ni su nombre, ni su independencia, ni su voz”. 

Por tanto, “su pensamiento muestra una impronta y una frescura que hace absolutamente necesaria la recuperación y ensalzamiento de su figura en los estudios feministas, unido esto al hecho de que ella es una figura capital en la creación de un modelo de feminismo transnacional tanto en México como en España”, concluye Pedrós. 

Un curso para Nipho en el tricentenario de su nacimiento

El tricentenario del nacimiento del primer periodista español, el alcañizano Mariano Nipho, es este año junto a la celebración de la vida y obra de Concepción Gimeno el principal hilo conductor del Curso Interdisciplinar de Humanidades. 

La inauguración contó con la presencia del alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu, el concejal de Cultura, Jorge Abril, el director del IET, Juan Félix Royo y el director del IEH, José María Maestre. 

El propio Maestre disertará hoy sobre las Luces y sombras de una obra singular. El periodista alcañizano fundó la primera cabecera de prensa diaria escrita en 1758, llamada Diario Curioso-Erudito y Comercial, Público y Económico. 

Maestre agradeció ayer la implicación del nuevo Ayuntamiento, en la figura de su alcalde, con la organización del curso de periodismo de la Universidad de Verano de Teruel, el pasado septiembre, que trajo a Alcañiz a profesionales de relumbrón, y deseó que “lo que habéis iniciado se convierta en un referente del periodismo”.

Como siempre, el director del IEH instó a que Alcañiz sea “motor de cultura” y no solo “ciudad del motor”, e invitó a “buscar un diálogo” humanista como cohesión social. 

“Si hay una ciudad donde celebrar cursos de humanidades, esa es Alcañiz”, puso en valor Urquizu, quien destacó que el “legado” renacentista se pone de manifiesto con su patrimonio arquitectónico, pero también con estos seminarios.

El alcalde desveló que quiere dar “mayor relevancia” al IET, a través del cual la ciudad aspira a “canalizar” su anhelo de ser sede universitaria. 

También hoy, la profesora de Periodismo en la Universidad de Zaragoza María Angulo abordará la figura del periodista en la época de Nipho.

Quintiliano, entre la educación y la retórica es el título de la charla del catedrático de Filología Latina de la Universidad de Zaragoza, Javier Iso Echegoyen, que tendrá lugar el jueves. Tras él intervendrá Eustaquio Sánchez, catedrático de Filología Latina de la Universidad de Extremadura, cuya conferencia versará sobre la Formación humanista de la mujer en el siglo XVI. Ese día se proyectará el documental El porvenir de mi pueblo, dirigido por Miguel Santesmases. 

El viernes, el historiador del Arte Rafael Ordóñez ilustrará sobre Pablo Gargallo, del Modernismo a la Vanguardia, y la doctora en Filología Clásica Irene Vallejo defenderá las razones para leer, escribir y elegir carreras de letras.