El Gobierno sigue sin autorizar el cierre ni el proyecto renovable de Endesa

El Ministerio para la Transición Ecológica todavía no ha autorizado a Endesa el cese de la actividad de la central térmica y sigue sin pronunciarse acerca de la adjudicación de la potencia de evacuación que dejará de verter a la red la planta de carbón un año después de que la eléctrica presentara su proyecto de parque fotovoltaico.

Así lo aseguraron fuentes de la eléctrica, que pidieron a la Administración celeridad en la tramitación administrativa tanto del cierre, para poder comenzar las tareas de desmantelamiento el 1 de julio de 2020, como en la autorización del parque de 1.000 MW.

De esta forma, continúa defendiendo la eléctrica, podrían estar trabajando en estas dos actividades más de 500 personas durante al menos cuatro años, tiempo que Endesa considera suficiente para ofrecer una salida, mientras llegan otras industrias, a los trabajadores de plantilla propia y de empresas auxiliares que ahora temen por su futuro.

En la construcción del parque trabajarían 400 personas al año durante cinco ejercicios, mientras que el desmantelamiento ocuparía a 130 trabajadores de “empresas especializadas, contratistas y trabajadores de la propia Endesa, con puntas de hasta 200” operarios en algunas fases.

En el mantenimiento y explotación del parque fotovoltaico trabajarían 70 personas, que unidas a los proyectos asociados de baterías de almacenamiento y “sincronismo” elevarían la generación de empleo por encima de las cien personas, concluye Endesa.