El colegio Gloria Fuertes de Andorra estrena un documental que refleja su esencia inclusiva
Se proyectará en los foros y jornadas en los que participe el centro, referente en educación especialEl colegio público de educación especial Gloria Fuertes de Andorra presentó este martes un documental corporativo que resume en diez minutos su esencia: ser una escuela inclusiva que potencia las capacidades de los alumnos y que apuesta por la investigación para una educación de calidad.
Los avanzados métodos que utiliza el centro educativo desde sus orígenes en 1982 le han constituido como un referente a nivel nacional e internacional para colegios que trabajan con alumnado con discapacidad. Por ello, el Gloria Fuertes participa activamente en foros especializados y jornadas de formación, y recibe numerosas visitas de otros colegios e instituciones.
Con este documental, realizado por la productora zaragozana Sinpalabrascreativos y presentado en la Casa de Cultura de Andorra, el centro incorpora una herramienta para explicar de un plumazo en estos encuentros su “día a día” y “especialmente los proyectos más emblemáticos”, como son la expresión plástica, la comunicación, la estimulación sensorial y la psicomotricidad, además de la autonomía personal y social y la formación profesional básica.
“El vídeo es una caricia; nos ha emocionado”, reconoció la directora del centro, Lola Oriol, que junto a la jefa de estudios, Cristina Roqueta, y el secretario, Alfonso Lázaro, mantuvieron un coloquio con el público asistente tras el visionado del vídeo.
La película da voz al equipo directivo, al padre de un alumno, Rafael Jarque, y a cuatro alumnos de varios niveles que expresan su opinión sobre el centro educativo que, día a día, les ayuda a romper barreras.
“El vídeo ha sabido captar nuestra esencia”, explicó Oriol, que contactó con esta productora porque una de sus realizadoras, Paula Blesa, ya colaboró con el centro hace cuatro años para hacer el vídeo ¿Cuántos cocodrilos caben en un mes? sobre la elaboración del calendario anual, una de las principales actividades durante el curso escolar.
No magnifica sus carencias
El centro recibe diariamente a 77 alumnos y registra once atenciones ambulatorias, esto es, apoyo a escolares que estudian en la escuela ordinaria pero que acuden al centro de educación especial para sesiones de psicomotricidad o logopedia. De todos ellos se ocupa una plantilla que componen 24 docentes y 13 profesionales no docentes.
La característica diferencial del centro es que lucha “por una escuela inclusiva” que “enfatiza o pone en valor lo que las personas con discapacidad tienen y no magnifica sus carencias”, indicó la directora.
“También nos identifica una trayectoria de investigación educativa en pro de una educación de calidad hacia el alumnado con discapacidad”, añadió Oriol.
Además, la escuela está abierta a la comunidad y al entorno para garantizar el objetivo de “máxima inclusión del alumnado”. Los alumnos comparten recreo, instalaciones y actividades con el anexo colegio de primaria Juan Ramón Alegre.
El éxito alimenta el éxito
“Queremos que la gente conozca lo que son capaces de hacer. El alumnado mantiene una actitud activa, aprendiendo y trabajando constantemente”, destacó Oriol. El centro considera que lo que los alumnos pueden aprender no depende sólo de sus características individuales (tipo y grado de discapacidad) sino también del apoyo que se les puede prestar desde la escuela y las instituciones que la rodean.
La educación inclusiva se basa en la aceptación de la comunidad, el respeto a las diferencias, la cooperación y la solidaridad, la mejora para todos los alumnos y la investigación reflexiva, según indica el colegio en su página web. En definitiva, “una manera de pensar la educación que acepte que todos los niños pueden aprender y tener éxito, aunque no de la misma forma, que el éxito alimenta el éxito y que las escuelas determinan las condiciones del éxito”.