El Cela indaga en el subsuelo de Alcorisa para conocer los orígenes de la población

El Centro de Estudios Locales de Alcorisa (Cela) ha iniciado una investigación de campo para conocer cómo es la Alcorisa subterránea. Varios miembros de la organización, apoyados por la Asociación de trepadores cavernícolas de Alcorisa, un club de aficionados a la espeleología y la escalada, han empezado a hacer incursiones por los caños que recorren el casco urbano bajo tierra. El Cela quiere hacer "un mapa" del subsuelo alcorisano que sea "lo más preciso posible", con el fin de saber cual fue el origen de la localidad.

Con motivo de las obras de restauración de una casa situada en la calle de Santa Lucía, cercana a la capilla del mismo nombre, apareció un arco singular cuyo aspecto se asemeja a los de herradura utilizados por los maestros constructores visigodos y perfeccionados por los grandes arquitectos de Al Andalus. De confirmarse que es un arco de herradura, señala el Cela, esa manzana podría formar parte del Alcorisa originario, el lugar en el que se asentaba la alquería original, alrededor de la cual nació la Alcorisa actual.

Sobre esa Alcorisa quiere el Cela saber más. Su presidente, Óscar Librado, explicó que "usaremos las tecnologías necesarias para saber más". Entre otras cosas, tienen previsto emplear un georadar para hacer un plano en 3D de Alcorisa, por donde realizarán las incursiones que hagan falta en caños y bodegas.

Librado y la Junta del Cela cree que "bajo la Alcorisa actual es donde encontraremos la Alcorisa original". En las bodegas de las casas más antiguas se han encontrado pilares de piedra sillar y arcos que pueden aportar mucha información del origen. "Si comparamos los arcos que hay entre bodegas contiguas podremos determinar el tipo de edificación que hubo en su día allí abajo", explicó Librado. 

Su objetivo es localizar la ubicación de la antigua judería o de la iglesia de Santa María Magdalena, de la cual se habla en un pergamino de 1.318, aunque "no sabemos dónde está, porque no ha llegado hasta nuestros días".

Los espeleólogos empezaron las incursiones hace una semana. Han visitado caños, túneles abiertos bajo el suelo y se han adentrado en los fosos exteriores de la iglesia de Santa María La Mayor. En esa penetración, "llegamos a un caño, lo seguimos 50 metros, pero nos topamos con una bajante de PVC desde el exterior y no pudimos continuar", relató el presidente del Cela. Este es un túnel excavado en roca que está empedrado. Ahora quieren saber "a dónde lo dirigieron cuando hicieron las obras de la iglesia en el siglo XVI".

Los miembros del Cela y de la Asociación de Trepadores cavernícolas también accedieron al caño de Pescarranas, que atraviesa el casco urbano desde el frontón del polideportivo hasta el río. "En el siglo XVIII se tapó la parte que está en la plaza nueva y luego se selló en su totalidad, pero todavía conserva el colector original y 10 metros de bóveda, mampuestos y argamasa". Una riada en el siglo XVIII lo colapsó, relató Librado.

El centro de estudios locales tiene autorización de los propietarios de varias bodegas para realizar nuevas incursiones, pero buscan ampliar puntos de acceso.  "Enviaremos una carta a más propietarios explicando de qué va el proyecto, porque cuantas más bodegas haya, más radiografía tendremos del subsuelo".

Aparte, el centro de estudios tiene información procedente de testimonios orales que aseguran que "antes de que se realizara la obra en la residencia de ancianos, había dos túneles que partían desde el edificio, uno que iba al río y otro hacia la iglesia". Asimismo, existe constancia de que hubo "otro túnel en el antiguo edificio del seminario, en cuyo claustro había un pozo desde el que partía otro túnel". También quieren localizarlo, aunque para ello había que hacer obras. 

Entre otros recursos de los que echar mano, Librado enumeró "neveras, pozos y una cripta de los barones de la linde, que está en la iglesia". El papel de este aristócrata en la conformación de esta red de túneles que atraviesan el casco urbano bajo tierra puede haber sido clave. Al menos esa es la hipótesis que baraja el Cela. Su palacio es hoy la residencia de personas mayores de Alcorisa. 

El posicionamiento del barón a favor de Felipe V en la guerra de Sucesión le pudo llevar a construir esta red de conductos para garantizarse una huida en caso de ser atacado. Al menos eso es lo que creen en el Cela. "Hay testigos de que esos túneles existen, y sus dos entradas originales están cegadas", comentó el presidente del centro de estudios, que baraja la hipótesis que los túneles construidos por el aristócrata estaban conectados con las bodegas de las casas señoriales. "Barajamos la teoría de que se construyó una especie de sistema de evacuación ante ataques del enemigo que conectaría la casa del barón con las viviendas de las familias más influyentes", aportó Librado.

Por otra parte, aprovechando que traerán un georadar, el Cela quiere "hacer una batida por la iglesia con el fin de conocer si existen enterramientos bajo tierra y dónde están". Asimismo, "queremos saber si nuestro ilustre vecino Pedro García Ferrer, al que se enterró en la capilla del Niño Jesús, está todavía allí". No en vano, saben que el barón de la Linde no está enterrado en su capilla.