El Bajo Aragón calienta muñecas y tensa tambores para los redobles que vendrán en unos días

Los tambores de la Ruta sonaron este miércoles con ganas en las plazas para celebrar que se abre la veda del toque libre. Con el Miércoles de Ceniza empieza la Cuaresma y con ella los redobles de forma oficial. Toca hacer muñeca y preparar los instrumentos para lo que viene: Jornadas Nacionales en Tobarra (Albalate), de Convivencia en Albalate del Arzobispo, exaltaciones locales y, por fin, la ansiada Semana Santa, con sus rompidas, procesiones y noches en vela repicando.

Tras la imposición católica de la ceniza arrancó el miércoles por la noche un periodo litúrgico de preparación que abre paso a los ensayos de bandas de tambores de cofradías, alabarderos y todos los que participan en las celebraciones del consorcio tamborilero, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

En varias localidades de la Ruta del Tambor y Bombo se celebraron ayer misas a las que sucedieron concentraciones de tamborileros a las puertas de iglesias.

Fue el caso de Andorra, adonde acudió el presidente de la Ruta, Fernando Galve, acompañado de familiares y amigos. “El Miércoles de Ceniza es una fecha importante porque se inicia la Cuaresma y es tradicional tocar en algunas plazas anunciando este tiempo litúrgico”, explicó el responsable. Galve manifestó que, una vez iniciada la Cuaresma, “ya se puede empezar oficialmente a ensayar, calentar muñecas y templar tambores” para lo que viene, si bien es cierto que las cuadrillas de tambores y bombos que han de representar a los nueve municipios en las Nacionales y de Convivencia llevan ya semanas practicando los toques.

“No nos queda nada ya. El 17 de marzo nos vamos para Tobarra, luego todos a Albalate... Esto no para, está todo lanzado”, concluyó el presidente.

Buena acogida en Alcañiz

Alcañiz reanudó anoche los toques de tambor con la tradicional tamborada en la plaza de España que sucedió a la celebración religiosa. Dos centenares de personas, la mayoría de la escuela de tambores, salieron con sus instrumentos a la calle para hacerlos resonar con ganas.

A partir de ahora, cualquiera que lo desee puede salir a tocar,  o hacerlo en sus casas, hasta el Sábado Santo. Algo a lo que la asociación de Amigos del Tambor de Alcañiz anima, aunque “cada vez es más raro oír algún tambor” a deshoras, reconoció su presidente, Eduardo Bardavío. “Pero de vez en cuando sí se oyen y la verdad es que te emocionas”, reconoció.

Bardavío explicó que, con el inicio de los toques, las cofradías y hermandadas salen de su letargo, como es el caso del Nazareno, Silencio y Santo Entierro. Esta semana empiezan a ensayar.

La escuela de tambores lleva ya desde mediados de enero redoblando. Entre público adulto e infantil acumulan 130 personas.

En Calanda arrancan también los ensayos de las cofradías, putuntunes y demás protagonistas de la fiesta. El toque de los tambores y bombos terminará el Sábado Santo redoblando la palillera frente a la placa de mosén Vicente Allanegui, recordando a este calandino que falleció el 6 de abril de 1948 y que es “el alma de nuestra Semana Santa”. Así lo indicaban las hermandades ayer en redes sociales, donde publicaban un escrito del Miércoles de Ceniza de 1949 en el que ya se instaba a todos los calandinos a guardar dicho tributo.

Una de las escuelas de tambores más activas del territorio es la de Samper de Calanda, que lleva desde el 21 de enero con los grupos infantil, medianos, oficial y tradicionales en marcha. También ha decidido emprender una particular gira por los pueblos de la Ruta para que los niños conozcan la Semana Santa de sus vecinos: sus imágenes, su indumentaria, sus toques, dónde guardan las imágenes durante el año, sus procesiones, su banda de alabarderos, su historia y sus momentos más emotivos.

La Asociación de Cofradías de Semana Santa de La Puebla de Híjar, por su parte, anima a participar en las actividades de Pascua desde ya. Entre ellas está la promoción de la filatelia. En 2023 toca la Entrada de Jesús en Jerusalén, un paso que fue promovido y donado por los ferroviarios.