El alcalde de Andorra pide reunirse con Endesa y Maesa por el ERE
Amador traslada la queja por los despidos anticipados al Gobierno centralEl alcalde de Andorra, Antonio Amador, ha pedido una reunión formal a la dirección en Aragón de Endesa y de Maessa después de conocer que la contrata de mantenimiento industrial en la central térmica despedirá a 25 trabajadores el 29 de mayo, un mes antes del cierre de la planta.
El ERE de extinción para un total de 47 operarios –otros 22 saldrán hasta el 30 de septiembre– sucederá al ERTE por fuerza mayor derivado de la crisis por el Covid-19, algo que los sindicatos consideran que es ilegal y el alcalde andorrano, Antonio Amador, califica de “injusto y preocupante” porque “el compromiso era mantenerlos hasta el 30 de junio” y después recolocarlos en las labores de desmantelamiento de la planta y en la construcción de los parques de energías renovables que la eléctrica ha presentado como acompañamiento al cierre.
“Queremos información de primera mano. No entendemos por qué se toman este tipo de medidas de forma anticipada y no queremos que gente de fuera venga a hacer la faena que pueden hacer los actuales trabajadores”, dijo Amador, quien aseguró que ha trasladado su protesta al Ministerio para la Transición Ecológica por la ruptura velada del Acuerdo por una transición energética justa para centrales térmicas en cierre: el empleo, la industria y los territorios suscrito por el Gobierno central, los sindicatos y las propietarias de centrales de carbón en proceso de cierre.
Amador preguntará a Endesa si tiene adjudicado ya el contrato de desmantelamiento, y qué nuevo cronograma contempla a raíz de la crisis sanitaria, que ha aplazado los cursos de formación en el desmontaje y en la construcción de parques fotovoltaicos.
“Nos preocupa que, a las primeras de cambio donde dije digo, digo Diego. La intención era que nadie se quedase atrás en esta transición, pero ahora nos encontrarnos con que antes del cierre de la central se van a quedar en la calle más del 50% de las personas que trabajan en una empresa auxiliar, lo que supone 25 familias. El Ayuntamiento no puede estar de brazos cruzados”, subrayó Amador, quien exigió a Endesa coherencia. “Parece mentira que no mantenga su palabra en cuanto al mantenimiento de esas 45 personas”, apostilló.
Fuentes de Endesa se mostraron dispuestas a atender a Amador, pero no ven una reunión a tres bandas como pide el alcalde. Además, informaron de que los cursos de formación no han podido empezar debido a las medidas de distanciamiento y el ministerio todavía no ha autorizado el cierre de la planta ni la construcción del mayor parque fotovoltaico de Europa. Tampoco tiene decidido la eléctrica, aseguraron, a qué empresas encargará el desmantelamiento.
Desamparados
La del ayuntamiento ha sido una de las pocas reacciones institucionales que ha habido en los últimos días a raíz del anuncio del ERE. “Echamos de menos que el ministerio y el Gobierno de Aragón responsabilicen a Endesa de lo que hacen sus contratas, porque es la eléctrica la que ha firmado el acuerdo de transición y ahora nos deja tirados”, protestó uno de los delegados del comité de empresa, Adrián Alquézar.
“Hay gente que lleva aquí trabajando desde el principio, 38 años. Lo hemos dado todo por la central, trabajando 14 y 15 horas, fines de semana… Y ahora te lo pagan de esta manera”, declaró.
Mientras tanto, los proyectos reactivadores brillan por su ausencia, y las dudas sobre los que sonaban son frecuentes porque la crisis económica por el Covid-19 no tiene precedentes.
Precisamente, los trabajadores acusan a Maessa de aprovecharse de la situación pues “no pueden hacer un ERTE y luego un ERE. Pero nadie les dice nada. No entendemos lo que está pasando”, protestó Alquézar.
“No hay cursillos, el desmantelamiento dicen que no está adjudicado y el único requisito es que cojan como mínimo al 30% de los que estamos ahora. Eso es nada de nada. La gente está muy quemada porque se ve en la calle y la situación que vamos a vivir a partir de ahora es muy mala”.
Las prioridades de hace dos meses no son las mismas que ahora. Toda la economía está arrasada y los planes de transición justa se pueden ver sensiblemente alterados. “Si hasta ahora habíamos visto pocos resultados, a partir de que la gente se vaya marchando aún se verán menos”, vaticinó.
“Todo el mundo iba a traer aquí de todo: la ministra, Lambán, Arturo Aliaga… Y a día de hoy no hay nada, y el acuerdo reciente se lo han saltado a la torera”, prosiguió Alquézar, quien reiteró que las administraciones deben exigirle más a Endesa.
Entretanto, “en la central queda carbón para cuatro días, pero no creemos que se enciendan las calderas porque eso despertaría atención mediática. Les ha venido de maravilla el Covid-19: Aparte de sentirnos engañados, ni manifestarnos podemos”.