El alabastro y las musas del río Martín embellecen el salón de plenos de la sede comarcal de Híjar
Las piezas desprendidas del edificio institucional se han reconvertido en obras de arte de la mano de Rubén VidalLas placas de alabastro que fueron retiradas el año pasado de la fachada de la sede comarcal del Bajo Martín de Híjar ya han encontrado una nueva ubicación, después de la intervención artística realizada con ellas por el pintor Rubén Vidal, que ha hecho de estas piezas una obra artística emblemática, pintando al oleo sobre el alabastro a nueve musas que, con las aguas del río Martín entrelazadas con ellas, son el emblema de la comarca del que ya se puede disfrutar en el salón de plenos de la institución comarcal.
El pasado jueves a mediodía se celebró el acto inaugural de la obra del pintor alcañizano, que realizó esta pasada primavera una residencia artística en el Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) para dar salida a las láminas de alabastro que tuvieron que ser retiradas el año pasado de la sede comarcal por su avanzado estado de deterioro y que fueron sustituidas por vidrio templado laminado serigrafiado.
Según explicó Santiago Martínez, director del CIDA, “el edificio de la Comarca del Bajo Martín en Híjar “se construyó en una piedra de gran valor para la comarca, colocándose algunas placas de alabastro en el exterior, con el problema de que este mineral sufre variaciones con la exposición al calor, a los contrastes térmicos; no es un material adecuado para exteriores, así que, pasados unos años de la construcción del edificio, la fachada empezó a deteriorarse, el material se dilató y los cristales que se habían colocado fueron desprendiéndose, de manera que se planteó la sustitución de las piezas de la fachada por otras realizadas con un vidrio vinilado que permite pasar la luz hacia el interior, donde hay unas piezas de alabastro que se retroiluminan con la luz natural”.
Ante el problema de deterioro que sufrió la fachada y la necesidad de intervenir urgentemente en la misma, el CIDA propuso un proyecto de reutilización de las placas de la fachada, que se desmontaron y numeraron y que, en lugar de echarlas al vertedero, se trasladaron al taller del CIDA para su reutilización. En el taller se seleccionaron, se limpiaron, se les retiró el pegamento, los cristales y, una vez limpias, Rubén Vidal realizó una residencia artística asumiendo el encargo de realizar nueve obras que representaran a los nueve municipios de la Comarca del Bajo Martín.
El artista aplicó una técnica pictórica sobre piedra de alabastro que actualmente ya no se utiliza, aunque “ha habido otros pintores a lo largo de la historia que la han empleado como es el caso de Goya”, comentó Martínez, quien subrayó que el proyecto no solo ha consistido en la creación de una obra artística, sino en toda una investigación empírica, puesto que “Rubén Vidal probó distintos tipos de técnicas pictóricas, que ha aprendido de grandes maestros. Gracias a ello, ha podido experimentar con diferentes pigmentos aplicados al alabastro, con distintos resultados hasta que finalmente optó para emplear el oleo aplicado con muñequilla”, detalló el director del CIDA.
Al autor pretendió conservar la particularidad de la traslucidez del alabastro, difuminando la luz que llega a cada una de las piezas de alabastro, de manera que “cuando pintaba lo hacía con un caballete expuesto a la luz natural, y así, alternando la luz que pasaba por el material y tapándolo con un cartón por detrás, conseguía hacer dos cuadros en uno, uno retroiluminado y otro no”. Esto hace, detalló el director del CIDA, que el aspecto de las musas de cada cuadro sea distinto cuando se le aplica luz y cuando no”.
Las piezas que se han expuesto en el salón de plenos de la Comarca del Bajo Martín, rebautizado ahora como ‘Las Musas’, representan a los nueve municipios que forman este territorio. “Es un tema alegórico, no es que cada musa represente a un municipio, sino que son el elemento unificador del río Martín, que aparece reflejado en todas las composiciones con unas manchas difusas de tono azulado que interactúan con las posiciones de las musas”, enfatizó Martínez.
En este sentido, el río Martín es “un juego alegórico que está transfigurado con nueve mujeres, nueve modelos de la zona en distintas actitudes que van jugando con la mancha azul que se aprecia cuando el cuadro no está iluminado y con el propio deterioro de las piezas”, añadió. No en vano, las placas de alabastro que se retiraron de la fachada “no son perfectas, porque están deterioradas y presentan pequeñas grietas, lo que ha servido para establecer el diálogo entre el pintor y el material, un diálogo con la naturaleza”, enfatizó el director del CIDA
Lo que demuestra esta composición y el proyecto artístico es que el alabastro es un material polivalente y versátil, que aún cuando tiene como destino el vertedero puede reconvertirse en una obra de arte. Además, dado el pequeño tamaño de las piezas, aunque se encuentran expuestas en el salón de plenos de la institución, no se descarta que las piezas puedan itinerar si es necesario, según explicó Martínez.
Dos fases más
El proyecto de recuperación del alabastro de la fachada de la comarca del Bajo Martín no termina con la conclusión del proyecto artístico. De hecho, se ampliará con dos nuevas fases más. Una de ellas consistirá en la realización de un estudio geológico y químico del alabastro con el fin de conocer exactamente a qué factores ha estado sometido el material durante estos años en el exterior y cómo ha reaccionado a esos elementos. “Este estudio nos permitirá conocer cómo sufre, en qué zonas lo hace y cómo varía su composición interna expuesto a determinados factores meteorológicos”, detalló Martínez. El proyecto cuenta con financiación del programa Leader de Adibama del 75%.
Asimismo, hasta septiembre se realizarán prototipos de las placas que se acopiaron de la sede comarcal para realizar un estudio que permita determinar cómo se puede pasar de una fase local de extracción a una fase industrial de explotación del mineral. “Con ello queremos dignificar el alabastro como producción y que se pueda generar en el territorio una transformación de un mineral que para nosotros es tan especial; es un proyecto tímido pero por algo empezamos”. En este sentido, Martínez enfatizó que con estos proyectos “estamos recogiendo los frutos de un trabajo intenso que se ha realizado durante muchos años, y ahora estamos viendo los resultados”.
Por otra parte, es la primera vez que se ha probado la pintura al óleo sobre un material como el alabastro, tras años de experiencia en escultura. En este sentido, el director del CIDA destacó que “esta linea pictórica puede ser una alternativa más para dar salida al mineral como material artístico”.