De Estercuel al Olivar por senda: el PR-TE-93 ya recorre 31 kilómetros desde el origen

La Comarca Andorra-Sierra de Arcos redobla su apuesta por su sendero turístico estrella, el PR-TE-93 o la senda del Escuriza, con la continuación de un tramo de cinco kilómetros entre el Monasterio del Olivar y Estercuel. El proyecto, que ha sido ejecutado con cargo a la asignación turística del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), incluye dos pequeños bucles en el entorno del convento para visitar el Cerro de la Cruz y el Molino del Tromagal.

De esta forma, el camino natural histórico de comunicación entre el Monasterio del Olivar y sus pueblos de influencia se amplía después de que, en una primera fase, la Federación Aragonesa de Montañismo señalizara en 2017 el tramo entre Ejulve y el paraje de Las Calderas de Gargallo (13 kilómetros). En una segunda fase, la comarca adaptó al senderismo el tramo Gargallo-Crivillén-Monasterio del Olivar (13 kilómetros).

Ahora, este ambicioso proyecto de turismo activo y de naturaleza ha cerrado su tercera fase conectando el monasterio con el casco urbano de Estercuel a través del valle del río Estercuel, por lo que ya no será necesario caminar por la pista asfaltada.

De esta forma, queda totalmente recuperada y puesta en valor la senda de comunicación histórica entre Gargallo, Crivillén y Estercuel por la que antiguamente peregrinaban los romeros al convento, lugar de reunión también de fieles de Obón, Alcaine, Cañizar del Olivar, La Zoma, Ejulve, La Mata de los Olmos, Alloza e incluso de Lécera (Zaragoza). Hoy en día, el establecimiento hostelero y religioso es un punto de descanso y ocio de primer nivel, que con esta actuación amplía su oferta recreativa.

Tres recorridos y 7,5 km

El nuevo sendero turístico engloba tres recorridos. El principal, de cinco kilómetros, parte a la entrada de Estercuel por un camino agrícola que conduce a la zona de ribera del río Estercuel. Una vez allí, la senda avanza  por zona de pradera fluvial entre junqueras, herbazales y chopos cabeceros. A lo largo de la travesía, se pueden observar la Peña Negra, restos de las catarras, de una tejería, una vieja noria o un salto de agua. todo ello inserto en un paisaje con arboledas y sotos.
 

El primer bucle que complementa el trazado principal es la ascensión al Cerro de la Cruz, de un kilómetro. Comunica el Monasterio del Olivar con la Peña Roya, un importante mirador natural, y da acceso a una nevera y la ermita del Pastor.

La segunda ruta secundaria es la vuelta al Molino del Tromagal, unas ruinas industriales que cuentan con las aguas cristalinas un coqueto manantial recientemente restaurado.

El recorrido ha sido acondicionado y se han instalado peldaños rústicos en zonas de gran pendiente. Asimismo, se han retirado obstáculos naturales de gran tamaño y los lugares singulares se han equipado con áreas de descanso, carteles, señales, barandillas, atriles de interpretación, pérgolas de sombra y pasarelas de río.

Un eje vertebrador

Con los 31 kilómetros de recorrido del PR-TE-93 se mejora la red de senderos turísticos comarcal que hasta hace un lustro se concentraba principalmente en el norte y sur del territorio: el Parque Cultural del Río Martín y la zona conocida como las Masías de Ejulve.

Otros puntos de gran interés del sendero son Las Calderas de Gargallo, una curiosa formación geológica; los molinos harineros de Gargallo (el alto y el bajo); el encuentro de los ríos Escuriza y Estercuel en La Codoñera (Estercuel), que acoge uno de los pinares más extensos y mejor conservados de la comarca en el que antaño funcionaba una resinera de la que todavía se conserva su chimenea.

A la altura de Las Calderas, el sendero ofrece una variante hacia la Ruta de la Tortuga de Gargallo, hasta llegar a la mina La Pintada donde en 1957 el minero José Hernández Mellado encontró un fósil de caparazón de reptil con una antigüedad de 110 millones de años. La ruta paleontológica, con diez hitos y cuatro kilómetros de longitud, coincide en su primer tramo con el trazado del PR-93 en el que hay varios puntos de interés geológico.

Atractivos

Además, la comarca ha seguido dotando de atractivos al sendero de largo recorrido. Es el caso del paraje del nacimiento del Escuriza, que el Ayuntamiento de Gargallo ya ha señalizado, junto a los túneles del “ferrocarril fantasma” que nunca existió entre Alcañiz y Teruel. También se quiere poner en valor las rocas areniscas que tiene la zona, tipo Ciudad Encantada de Cuenca, para el turismo familiar.

Andorra-Sierra de Arcos proyecta también unir el tramo que va desde La Codoñera hasta la cola del embalse del Escuriza, un trazado de alrededor de 6 kilómetros que unirá ambos parajes de bella factura natural surcados por el agua.

Desde la cola, el sendero conectará con las nuevas pasarelas de la presa del Congosto a través de una nueva senda de 2 kilómetros de longitud, aún por hacer. Por último, si el presupuesto lo permite llegaría la fase más compleja, que es unir aguas abajo de la presa hasta la desembocadura del Escuriza en el río Martín, en término municipal de Ariño.