COAG "echa en falta" coordinación al "máximo nivel" sobre seguridad rural y ve "totalmente insuficientes" los equipos ROCA

El secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Miguel Blanco, "echa en falta" reuniones de coordinación a nivel nacional sobre los dispositivos para garantizar la seguridad en el medio rural.

Así lo ha explicado a Efeagro el máximo responsable de esta organización agraria que precisamente perdió a uno de sus afiliados, José Luis Iranzo, presuntamente tiroteado por Igor el Ruso, en Andorra, el pasado diciembre cuando acompañaba a una pareja de la Guardia Civil en un dispositivo.

"Echamos de menos reuniones para establecer estrategias a nivel nacional", pues aunque mantuvieron encuentros con Interior cuando se crearon los equipos especializados ROCA, en estos momentos solo se establecen en ámbitos provinciales o autonómicos donde hay más incidencia de robos.

En estos órganos de coordinación "no se pueden establecer estrategias ni tomar decisiones", ha añadido.

En cuanto al caso de Iranzo, ha afirmado: "Nos temíamos que esto podía pasar algún día", que "además de los robos en infraestructuras, en explotaciones agrícolas o ganaderas, esta situación podría ocasionar pérdidas de vidas humanas".

Fue una situación "gravísima", pero es que en líneas generales "la sensación que hay en el medio rural, porque es la realidad es la inseguridad creciente", ha asegurado.

En este punto, ha considerado que los 106 equipos ROCA de la Guardia Civil dispuestos por el Ministerio del Interior para atajar esta situación son "totalmente insuficientes" en un territorio "que sabemos que es muy extenso y además sufre una gran envejecimiento".

Una de las soluciones que proponen desde la organización agraria es "atacar con más dureza a las mafias" que operan en el medio rural, pues aparte de actuaciones individuales, el problema "es que son robos organizados, porque se roba ganado o maquinaria pesada, que no es fácil" de trasladar o mover.

Por eso, ha instado a que los efectivos de las fuerzas de seguridad "actúen con más contundencia, con más controles en los recepcionistas, en los mercadillos", para evitar que se compre lo robado.