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Cientos de tambores y bombos de Teruel retumban en la localidad murciana de Mula Cientos de tambores y bombos de Teruel retumban en la localidad murciana de Mula
Tamborileros de Alcañiz durante el pasacalles del sábado. Sara Giner

Cientos de tambores y bombos de Teruel retumban en la localidad murciana de Mula

Once municipios turolenses, en las XXXIII Jornadas de Exaltación
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La afición al tambor y el bombo ha conseguido movilizar a cientos de turolenses que se han trasladado este fin de semana hasta Mula (Murcia) para participar en las XXXIII Jornadas Nacionales de Exaltación. Desde el viernes por la mañana, varios autobuses partieron de los once municipios de la provincia integrantes del Consorcio Nacional para reunirse y tocar en la sede murciana de 2018 junto a otros compañeros provenientes de Zaragoza, pero también de Andalucía, Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y cómo no, de Murcia.
En concreto, veintidós son los municipios integrantes del Consorcio Nacional de los Pueblos del Tambor y el Bombo que, desde las cinco de la tarde del viernes retumbaron en las calles de Mula con su gran variedad de toques y ritmos. Se congregaron más de 15.000 personas. Por ello, los alojamientos de la ciudad colgaron el cartel de completo y algunos participantes tuvieron que alojarse en localidades cercanas a Mula.
El viernes a las ocho de la tarde tuvo lugar la recepción del Consorcio Nacional y de autoridades por parte del Ayuntamiento de Mula en un conocido convento de la localidad. A partir de entonces ya comenzaron a oírse ecos de tambores y bombos por toda Mula, aunque, sin duda, el momento más emotivo fue cuando se realizó un momento de silencio minutos antes de las doce de la noche para comenzar la tamborrada en una plaza abarrotada de aficionados con túnicas de una gran variedad de colores y estilos.
Los tamborileros comenzaron a hacer ruido con sus palillos para pedir silencio antes de iniciar la recreación de la Noche de los tambores de Mula. Mientras, en la pared de la iglesia se proyectó la imagen de Gabriel, el niño desaparecido en Níjar, y seguidamente se dio paso al vídeo de presentación y promoción de Mula suena 2018.
Las calles del centro histórico de la localidad murciana se convirtieron en ríos de tamborileros venidos de toda España y turistas que aprovechaban la ocasión para hacer fotos y vídeos. Algunos hasta se animaron a tocar.
Los muleños acogieron con los brazos abiertos a los visitantes y aprovecharon la ocasión para salir a los balcones y portales de sus casas y contemplar la ciudad inmersa en un ambiente especial. “Es increíble ver Mula tan llena. La tradición y la pasión por los tambores hacen que nuestra localidad brille especialmente durante estos días. Yo también soy aficionada y suelo participar en las jornadas que se celebran en municipios cercanos”, declaró Isabel Castaño, vecina de Mula.
Aunque al comienzo de la noche todos los participantes se agrupaban por municipios, el buen ambiente pronto produjo que se mezclasen con aficionados de otras regiones y compartiesen momentos de diversión aprendiendo toques y ritmos diferentes. Algunos incluían su propia coreografía, y no fue extraño ver volar palillos y mazas o tamborileros bailando e incluso tocando agachados.
La organización de las Jornadas nacionales en Mula preparó un photocall para que todos aquellos que quisieran pudiesen llevarse un buen recuerdo de su estancia en la ciudad inmortalizando su paso por allí en una foto. Además, a través del proyecto ‘Habla con la erre’ se diseñaron unos vasos conmemorativos de las jornadas para reducir el consumo de plástico y contribuir así con el medio ambiente. Esta campaña también tiene un fin solidario, puesto que los beneficios de los vasos, que se adquirían al precio de un euro, irán destinados a la asociación local de discapacidad Intedis.
El buen tiempo propició que la noche fuese todo un éxito, aunque algunos tocaron con tanto empeño que acabaron rompiendo pieles y palillos. Los más valientes permanecieron tocando durante toda la noche hasta momentos antes del inicio del pasacalles del sábado por la mañana.
Los veintidós pueblos integrantes del Consorcio Nacional de Tambores y Bombos de España participaron en el desfile de cerca de dos kilómetros exhibiendo sus habilidades musicales, su variedad de tambores y bombos y sus pintorescas túnicas. Desde las once de la mañana, miles de personas se repartieron en las aceras de las calles dispuestas a encontrar un buen lugar desde el que contemplar el transcurso de los tamborileros. Tras hora y media, el recorrido finalizó en la plaza del Ayuntamiento de Mula, donde se reencontraron todos los participantes antes de la comida oficial.
Por la tarde tuvo lugar el acto de exaltación del tambor y el bombo, en el que una pequeña delegación de cada municipio participante se subió al escenario para mostrar sus mejores piezas y sus dotes de percusión.