Cepyme analiza en Alcañiz el fenómeno del relevo generacional como el gran problema de las pequeñas y medianas empresas
Los expertos recomiendan ser previsores y anticiparse para preparar el camino hacia el cambioEl relevo generacional es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la pequeña y mediana empresa en nuestro país. A esta cuestión estuvo dedicada la jornada organizada este miércoles en Alcañiz por Cepyme, en el marco de su I Semana de la Pyme en Aragón que ha puesto en marcha el Gobierno autonómico y que se celebra durante esta semana.
“El relevo generacional es uno de los principales problemas que nos encontramos en las pequeñas y medianas empresas, e incluso es un problema que figura por encima de otros, a diferencia de lo que se pueda pensar, como son los de tipo comercial y estratégico”, afirmó Javier Eslava, director de Capital Intelectual, que impartió una ponencia ayer por la mañana en la que manifestó que “una vez que la empresa ha encontrado su hueco en el mercado, su siguiente reto es el relevo generacional”.
Aunque el experto consideró que es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan las pymes “tanto a nivel nacional como a nivel global”, la solución a priori es “sencilla”. No obstante, reconoció que “de tan sencilla que es, no se lleva a cabo, porque las empresas priorizan otras cuestiones del día a día” dejando a un lado las que hacen referencia a la continuidad. Entre otras cuestiones, apuntó que, antes de plantearse el relevo generacional, es necesario que las pymes resuelvan temas tan baladís como “tener planificados los impuestos” que se pagarán al transferir una empresa de padres a hijos. Y al igual que lo anterior “es igual de importante tener una buena comunicación entre los miembros de la familia y dejar distintas cuestiones medianamente organizadas antes de que sea demasiado tarde”.
Casos de éxito
Durante la jornada se dieron a conocer dos casos de éxito de relevo generacional, uno de tipo familiar, en Calanda, y otro extrafamiliar, en Alcañiz. Y es que esos son los dos tipos distintos de traspasos que nos podemos encontrar dentro de la empresa. “El más complicado es el familiar por las cuestiones sentimentales a las que hacer frente”, enfatizó el ponente. Además, hay que recordar que el tejido empresarial en nuestro país “está compuesto en su mayor parte por empresas familiares en un porcentaje superior al 80%”. En este sentido, añadió, son las propias familias las que “tienen interés en que la saga familiar continúe con la empresa”, aunque esto no siempre es posible.
“Hace unos años lo habitual era que los hijos quisieran continuar con el negocio familiar, pero ahora ocurre lo contrario, que no quieren seguir adelante, porque lo ven como un trabajo sacrificado con respecto al retorno que les genera, por la presión legal y fiscal que hay en torno a las empresas y las dificultades que tiene una pyme, y eso hace que a veces no se pueda llevar a cabo la sucesión y la empresa acabe desapareciendo, o que entren dentro de la empresa miembros que no son de la familia”.
Aunque en los últimos años se han aplicado “fórmulas asequibles”, reconoció el responsable de Capital Intelectual, lo cierto es que “la realidad es que para la pequeña empresa resulta complicado llevar a cabo el relevo”. En este sentido, señaló que la información y la formación de los empresarios es determinante y en este aspecto ésta es una de las ventajas que tienen las grandes empresas con respecto a las pymes, aparte de que “las empresas de gran tamaño tienen fórmulas mucho más asequibles”, opinó el experto.
La fiscalidad es otra de las cuestiones que hay que tener en cuenta en un proceso de relevo, apuntó Eslava. En este sentido, “la planificación es clave para afrontar la fiscalidad” y recomendó que el proceso de traspaso “empiece con varios años de antelación”.
En cuanto a las diferencias entre omunidades autónomas”, manifestó que “el problema de base es transversal, y lo que nos dice nuestra experiencia es que el es el mismo tanto dentro de nuestro país como a nivel internacional y global”.