Centenares de personas arropan el nuevo Carrasca Rock de Ejulve
Destacó el regreso de Skaparapid y Free City, grupo revelación de la jornadaMás de medio millar de personas disfrutaron el sábado de la duodécima edición del Carrasca Rock, en la que el regreso a Aragón de los míticos Skaparapid, el huracán punk rock de Free City y un completo programa diurno dejaron un gran sabor de boca a quienes se acercaron a Ejulve.
Las actividades se sucedieron desde las 11 horas del sábado a las 6:30 del domingo. En el tramo diurno, alrededor de 400 personas pasaron en algún momento por la plaza del Ayuntamiento, mientras que los conciertos nocturnos en el polideportivo semicubierto concentraron a otras 300.
El Carrasca Rock ha modificado en esta edición el formato, pasando de dos días de actividad a uno, pero con una programación muy completa desde la mañana y reforzando franjas horarias como el vermú.
Las gambas a la plancha y la buena rumba de los Tumbaos se confirmaron como un buen binomio. Antes, Violeta y su maleta llevaron a la plaza un cuentacuentos que animó a la lectura y a ser mejores personas a los pequeños, que también disfrutaron de un taller de batucada en la matinal carrasquera.
Tras la comida popular, en la que se inscribieron cerca de 200 personas, el propio cocinero, el Sr. Balbín, puso un toque de humor con un monólogo.
Embers Path
Muy celebrada fue la actuación de Embers Path, un grupo zaragozano de ska californiano que dejó con ganas de más al respetable. Sus ocho canciones dejaron un gran sabor de boca, que terminó de rematar Tente con su punk rock inspirado en Los Ramones, con canciones propias y versiones de la banda pionera del estilo ramoniano.
La batucada Samba da Praça, fiel escudera del festival ejulvino, puso el colofón a la tarde del sábado con un divertido pasacalles que bajó a la gente al polideportivo para tomar un bocadillo antes de las actuaciones que tuvieron lugar por la noche.
Skaparapid no defraudó
El Carrasca se sacó de la manga este año la reaparición en Aragón del mítico combo valenciano Skaparapid, que hizo las delicias de sus seguidores de antaño y de las nuevas generaciones que bailan a ritmo de ska.
Tras haber cerrado un ciclo de 15 años en 2007, a la banda le picó el gusanillo de nuevo y decidió volverse a reunir para tocar de forma puntual, reservando para Ejulve una de esas fechas especiales.
Pero la revelación del festival fue sin duda Free City, que desde tierras vallisoletanas se decidió a pisar Aragón para conquistarlo definitivamente. Punk rock y hardcore del bueno, notablemente inspirado en grupos referentes como Desakato, dejaron punteos de gran calidad y una energía inusitada sobre el escenario que caldeó una fría noche.
El celtic punk de Drunken Fighters (Barcelona) y el hardcore punk de Milenrama (Girona) gustaron al público, que arropó con su presencia al último grupo en tocar, los andorranos Última Sentencia. Su actuación, como la de todos, estuvo presidida por las pancartas de Siempre Iranzo que colocaron sus amigos. Y es que el ganadero andorrano solía subir con sus amigos a disfrutar del festival cada mes de julio.
Por lo demás, el Bono Carrasquero que incluía comida, camiseta y entrada se destapó como una buena idea para que el público de los conciertos nocturnos se animara a participar del festival desde primera hora. Así lo puso de manifiesto la enorme afluencia de público en toda la jornada.