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Buscan en una zanja de 30 metros cuadrados a los fusilados en el cementerio de Alcañiz Buscan en una zanja de 30 metros cuadrados a los fusilados en el cementerio de Alcañiz
La zanja excavada en el cementerio de Alcañiz

Buscan en una zanja de 30 metros cuadrados a los fusilados en el cementerio de Alcañiz

Después de tres días de trabajo, siguen sin encontrar cuerpos ni indicios
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Una zanja de 12 metros de largo y 2,5 de ancho se abre en el lado este de la gran fosa común de la guerra civil en el cementerio de Alcañiz. Tres días y medio de trabajo del equipo que se encarga de la búsqueda de cuatro hombres de Foz Calanda que fueron fusilados en la tapia del cementerio en 1938 y 1940 y enterrados allí han dado parar abrir, para profundizar y para encontrar las filas de enterramiento. También para comprobar que, por el momento, tampoco hay signos de fusilamiento o de muerte violenta en los restos que aparecen al levantar la tierra.

Quedan todavía unos días de plazo para continuar excavando y comprobar toda la zanja abierta, pero la hipótesis más verosímil que barajaba el equipo de trabajo se viene abajo. Los arqueólogos que realizan la investigación creían que en el lugar por el que han empezado a excavar se encontrarían algunos cuerpos amontonados y con signos de fusilamiento: fracturas, algún proyectil, el tiro de gracia en el cráneo... Pero nada de eso ha aparecido en los fragmentos y esqueletos que han aparecido en la zona donde se excava. Esa es la misma que un antiguo enterrador señaló como el punto en el que se había depositado a los fusilados.

En Alcañiz y en la tapia del cementerio se fusiló en distintas ‘sacas’ a al menos 72 personas entre 1938 y 1940. Así consta en la documentación que maneja el equipo del arqueólogo Javier Ruiz que lleva a cabo la prospección. Ruiz se basa en las investigaciones del historiador alcañizano José María Maldonado, que elaboró un listado en su trabajo sobre El bombardeo olvidado. En esa fosa, además de los fusilados durante la guerra, estarían decenas de personas que fallecieron durante aquel bombardeo de Alcañiz del 3 de marzo de 1938 perpetrado por la aviación italiana enviada por el bando franquista.

Tres filas clave

Los investigadores buscan las sepulturas 8, 9 y 10 de las filas 12, 13 y 14. Allí estarían enterrados algunos de los hombres fusilados a finales de la guerra civil o terminada ésta. Aunque todavía no tienen claro el sistema de enterramiento que se seguía, a través de tres sepulturas identificadas con cruz han sabido cuál era el orden que utilizaban los enterradores para ordenar y clasificar las inhumaciones en la época. Las sepulturas comenzaban a contarse desde el pasillo central. Siguiendo precisamente ese orden, los arqueólogos han empezado a excavar en la zona del cementerio donde deberían estar las filas que buscan.

Sin embargo, hasta ahora no ha habido resultados. No se han localizado fosas complejas con esqueletos amontonados, lo que sería un primer signo de que se trata de fusilados. Hasta ahora, siguen apareciendo fosas individuales y además de personas que están enterradas en ataúdes. 

El arqueólogo que dirige la investigación explicó ayer a este periódico que en los días de prospección se han localizado seis filas completas y queda por excavar una parte de la zanja, aunque esta es en la que el equipo considera hay menos probabilidades de que aparezca ningún resto de ajusticiado.

“El problema es que los cementerios están vivos constantemente, que a la gente que enterraron aquí la pudieron haber sacado en un momento dado para enterrar a otros, y como no hay constancia documental, no se puede saber dónde los metieron”. No obstante, Ruiz recalcó que “los pocos que han escrito sobre esto, sitúan a los fusilados en la zona donde estamos prospectando”. Así que seguirán.

No es la primera vez que este equipo se topa con problemas similares. “Ocurre en muchos cementerios, pero la diferencia es que aquí hemos hecho dos zanjas bastante grandes y en la primera no aparecieron y en esta segunda de momento tampoco ha salido nada”, se lamentó. En este sentido, el investigador señaló que “al ser cementerios en uso pudo ocurrir que los trasladaran a otro lugar, pero sin documentación sería imposible de determinar”, añadió.