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Arundo Donax IX concluye con éxito y deja abiertas nuevas vías para investigar la caña Arundo Donax IX concluye con éxito y deja abiertas nuevas vías para investigar la caña
Instituciones, organizadores y voluntarios de Arundo Donax durante la clausura de las novenas jornadas. P.A.

Arundo Donax IX concluye con éxito y deja abiertas nuevas vías para investigar la caña

Los organizadores destacan la “fuerza” e “identidad” que cada vez más tiene este proyecto
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La Puebla de Híjar clausuró este domingo sus novenas jornadas de Arundo Donax, con una valoración de asistencia y participación a las actividades “muy positiva”, según sus organizadores. Esta cita, ya típica en el Bajo Martín tiene como finalidad poner en valor la caña musical y reunir a músicos, investigadores y aficionados de los instrumentos de viento tradicionales, destacando así la importancia de la caña Arundo Donax en la fabricación de lengüetas para dulzainas, gaitas, saxofones, clarinetes y oboes, principalmente.

Mario Gros, investigador y miembro de la organización, explicó que esta edición ha servido para afianzar la relevancia del proyecto y seguir explorando el enorme potencial que tiene la caña musical. “El proyecto se veía sólido, consolidado, aunque todavía desconocido en muchos aspectos. Y lo que nos sigue sorprendiendo es el potencial que tiene todavía la caña, las cosas que nos ofrece y que aún están por descubrir”, dijo. Sus creadores no lo imaginaban cuando arrancaron en 2007, “intuíamos que había que profundizar, pero este fin de semana hemos recibido una auténtica clase magistral con las charlas y ponencias”.

Sensaciones finales

Durante el último día de actividades, se llevó a cabo una charla sobre la experiencia con caña cultivada en Ribaforada, por Paco Urzaiz y Macario Rodríguez, Gaiteros de Ribaforada. Al finalizar, Gros se mostró “sorprendido” por la profundidad del conocimiento expuesto durante la exposición sobre cultivo de caña para instrumentos musicales, una de las grandes novedades de este año. “Han sido diez años de experimentación seria y continuada. Ellos hablan con la humildad de aficionados, pero lo que han demostrado es un rigor científico impresionante. Nos han dado un regalo de conocimiento y eso es algo que va a marcar un antes y un después”, añadió.

Pero más allá de la investigación, el organizador subrayó la importancia del papel de los vecinos de La Puebla de Híjar en el evento. “Quizás en esta edición habría que destacar la apuesta por integrar a los habitantes de la localidad en actos que, en principio, parecen dirigidos a un público muy especializado. Sin embargo, cualquiera que se haya acercado ha podido entender no solo los resultados, sino el proceso de trabajo serio, con rigor y profundidad, pero también con amenidad”. Destacó también la divulgación con “cercanía” y hacer que todo el mundo se sienta parte de este acto, ya consolidado como una tradición.

Antes de dar comienzo a las jornadas, sus organizadores ya se mostraban ilusionados por la novedad de este año: el desarrollo de algunos actos en la plaza, algo que pudiese dar más visibilidad a los artistas. Y no se equivocaron al pensarlo. Se utilizó el espacio público como punto de encuentro musical. “Nos ha gustado mucho la utilización de la plaza para la música”. El sábado con el vermut musical, se vivió un ambiente increíble: la gente del pueblo, los músicos expertos y los asistentes compartiendo, intercambiando, escuchando y disfrutando de la caña desde la práctica, no solo desde la teoría.
 

Paco Urzaiz y Macario Rodríguez tras la ponencia. P.A.


El foro abierto, donde cualquier músico podía subir a tocar, fue, según sus organizadores, uno de los espacios con más interacción y participación. “La música tradicional es convivencia, y este año lo hemos visto más que nunca. No solo era asistir a actividades, sino compartir experiencias y tocar juntos. Es algo que queremos potenciar aún más en el futuro y seguir trabajando”, aseguró.

Por otro lado, la exposición de instrumentos tradicionales tambén tuvo un notable éxito entre los visitantes. La muestra incluyó una gran variedad de instrumentos de viento, cuerda y percusión utilizados en distintas regiones y épocas, desde gaitas y dulzainas hasta guitarras, laúdes y bandurrias. Además, se prestó especial atención a los idiófonos, instrumentos en los que el sonido es producido por la vibración del propio material, como castañuelas, cascabeles, matracas, campanas y palos de ronda, muchos de ellos utilizados en dances y bailes tradicionales.

Varios visitantes se acercaron el último día para ver la muestra y quedaron sorprendidos por la cantidad de información y el nivel de detalle de las piezas expuestas. Rafael, un asistente llegado desde Cataluña, compartió su impresión. “Es la primera vez que venimos. Nos enteramos por colegas que nos lo recomendaron y estamos encantados. No lo conocíamos y está muy bien montado”. Aunque su formación musical no estaba directamente relacionada con la caña, encontró muchos puntos de conexión con su propia tradición. “Nosotros tocamos el flabiol, una flauta de una mano catalana con tamboril. Aquí también hay tamborileros, así que es interesante ver las similitudes y diferencias entre nuestras tradiciones”.

Un evento que crece

El número de inscritos en los talleres y actividades ha seguido creciendo en esta edición, con 162 participantes registrados, además de un gran número de asistentes a los conciertos, exposiciones y charlas abiertas. Gros destacó que la fidelización de participantes es una de las claves del éxito y que hace que cada año la cita ya esté marcada en el calendario. “Hay personas que han venido a todas las ediciones desde la primera, y cada año se suman nuevas caras. La difusión boca a boca está funcionando muy bien, y eso demuestra que lo que ofrecemos tiene valor”.

Pedro Bello, alcalde de La Puebla de Híjar, reforzó esta idea y destacó el crecimiento de Arundo Donax en el municipio. “Cada vez detectamos que la gente llega antes y se va más tarde. Esto es una experiencia que se vive en familia, que te atrapa, y que genera vínculos entre los participantes. Aquí se crea un sentimiento de pertenencia que va más allá de la música”, explicó. De cara al futuro, los organizadores ya están pensando en nuevas líneas de trabajo y posibles mejoras. Gros explicó que uno de los principales objetivos es seguir ampliando la investigación sobre la caña y su aplicación en distintos ámbitos. “Este es un tema tremendamente transversal. Tiene una vertiente científica, botánica, musical, etnomusicológica o de materiales”, aseguró. Además, ya se empieza a perfilar la próxima edición de Cañarte 2026, el evento hermano de Arundo Donax.

La producción de caña controlada mejora la calidad y el sonido del instrumento

La charla sobre la experiencia con caña cultivada en Ribaforada, impartida por Paco Urzaiz y Macario Rodríguez, fue según el organizador, Mario Gros, una clase “magistral”. Los ponentes explicaron cómo, tras una década de trabajo, han conseguido homogeneizar la materia prima para fabricar lengüetas de instrumentos, obteniendo un sonido más estable y rico en matices.

La escasez de caña de calidad llevó a los gaiteros de Ribaforada a tomar una decisión en 2015: iniciar su propia plantación. “Cada año era una incertidumbre. Cuando encontrábamos un buen cañaveral, al año siguiente podía haber desaparecido porque los agricultores lo habían eliminado”, explicó Urzaiz.

Así, comenzaron a experimentar con un pequeño terreno, ajustando el marco de plantación y estudiando factores como la nutrición, el riego y la influencia del suelo en la calidad de la caña. A pesar de las dificultades, como inundaciones y fuertes vientos, han logrado resultados esperanzadores. La caña cultivada ha demostrado ventajas significativas en la fabricación de lengüetas. “El porcentaje de boquillas mediocres ha disminuido, y eso se traduce en un timbre más sólido y una mayor riqueza armónica”, destacaron los ponentes.

Además, han conseguido cañas con calibres entre 27 y 29 milímetros, lo que facilita la homogeneidad en la producción y mejora la respuesta acústica del instrumento. “El timbre es ahora menos brusco y permite una mejor expresión musical”, añadieron.

Para cerrar la sesión, Paco Urzaiz, Macario Rodríguez y otro músico más ofrecieron una interpretación de una jota navarra, demostrando en directo la calidad del sonido que habían explicado de manera previa.

Fueron varios los asistentes que tras finalizar los actos se acercaron a conversar con los navarros para conocer más acerca de su trabajo.

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