Antonio Sisqués, director general de bodega de Tierramaestrazgo: “El 95% de la calidad de un producto depende de la materia prima”
Explica cómo ha puesto en marcha, con 15 hectáreas de tierra, su bodega de Mas de las MatasEste ingeniero agrónomo conoce como la palma de su mano los entresijos de la industria agroalimentaria. Durante 20 años ayudó a multitud de empresas a nacer, crecer y prosperar, hasta que un día le entró el gusanillo y decidió poner en marcha su propio proyecto empresarial, un proyecto vital que le ha devuelto a su Mas de las Matas natal. Antonio Sisqués es un emprendedor que tiene muy claro a dónde quiere ir. Empezó trabajando en una bodega del Somontano, pasó a tener despacho propio en el que asesoraba a empresas de la industria agroalimentaria, y ahora ha puesto en marcha Tierramaestrazgo, su propia bodega.
- ¿Por qué decidió emprender un proyecto vinícola?
-La vida te va poniendo caminos ante ti. Con tres familiares que unieron a mis tierras e ilusiones las suyas conformamos en Mas de las Matas una finca de 23 hectáreas de superficie. Allí está nuestra bodega, con 15 hectáreas de viñedo, cuatro de olivar y cuatro más de pinos y carrascas.
- En su bodega se elabora un vino de autor. ¿Qué marca la diferencia de sus vinos, la elaboración, la materia prima…?
-En este sector todo el mundo quiere distinguir sus vinos y sus bodegas de alguna forma. Personalmente, hace tiempo que huyo de los autocalificativos, o de aquellos calificativos impuestos por los tópicos, o por denominaciones de origen o de cualquier otra índole, o de aquellos que te cobran por llevar el reconocimiento en tu etiqueta. Yo no hago vinos de autor, yo soy autor de vinos. Y no los hago solo, pues además de mis conocimientos y experiencia cuento con el apoyo y conocimientos de Jesús Gracia, amigo, socio y enólogo, por ese orden. Nuestros vinos se hacen con la uva que producen las cepas que mimamos a lo largo de todo el año, se diseñan en la parcela, zona por zona y línea por línea, en función de la personalidad que cada trozo de la finca confiere a la uva, de los perfiles aromáticos de los distintos clones que tenemos de cada variedad.
-¿Que papel juega la viticultura en la elaboración de un vino de calidad?
-En 25 años dedicado a la ingeniería en la industria alimentaria, lo más importante que he aprendido es que el 95% de la calidad final de un producto agroalimentario es la calidad de su materia prima. Aceituna y aceite, carne y embutido, fruta y conserva, y como no, uva y vino. En este sentido, creo que el 95% de la calidad de un vino viene de la uva.
-¿Qué pasos sigue un buen vino desde que entra la uva en la bodega?
-Enlazando con la respuesta anterior, el buen vino se hace el 95% en la viña y el 5% en la bodega. Por lo tanto, una vez la uva está en la bodega, si la calidad de la misma es extrema, tenemos un 5% para todavía mejorar más el producto. La calidad final vendrá en la uva que hayamos puesto.
-¿Qué le da, a su juicio, personalidad a un vino?
-En algunas bodegas, los vinos no se elaboran, sino que más bien se paren, acaban siendo como unos hijos, por lo que es normal que lleven la personalidad de aquellos que participamos en su proceso de elaboración, el enólogo incluido.
-¿Con qué variedad de uva de las que usa en Tierramaestrazgo se queda?
-Nosotros trabajamos principalmente con Garnacha, tanto blanca como tinta, aunque tenemos también la Mazuelo o Cariñena y algo de Cabernet Sauvignon. Con ellas elaboramos tres vinos jóvenes, “Garnacha Blanca”, “Garnacha Rosado” y “Garnacha Tinto” y dos vinos con crianza en madera, un tinto con seis meses de crianza en barrica, el “Garnacha Quercus”, y un vino de colección, del que solamente hemos elaborado 220 botellas, rotuladas a mano, numeradas y firmadas por mí, que se llama “Garnacha de Oro”. Es un vino rosado con crianza en barrica nueva de roble francés, de grano fino y tostado medio, que está gustando mucho a los “gurús” del vino que lo han disfrutado. Es obvio pues, que nuestra variedad principal es la Garnacha, protagonista en todos nuestros vinos aunque estamos preparando y diseñando vinos muy interesantes, con las otras variedades presentes en nuestra finca, que irán apareciendo en el mercado en próximas campañas.
-Estamos desde hace años con una saturación enorme en el mundo del vino. ¿Le importa el mercado?
-Es obvio que para que subsista un negocio tienes que vender, y hacerlo en un mercado saturado de producto no es fácil. Las bodegas tenemos nuestro nicho de mercado, sin ser competencia directa de las fábricas de vino, ni de los negocios vitivinícolas, que son los que saturan el mercado del vino. El cliente que valora, además de una botella de vino, un trabajo, un sentimiento, una filosofía de vida, una honestidad profesional, y busca una emoción, un placer para sus sentidos, sabe perfectamente dónde puede obtener un buen vino y dónde no. Nuestro objetivo es ir llegando a ese tipo de cliente y aportarle mucho más que una botella de vino, por lo que tenemos nuestro nicho de mercado, por complicado que esté el sector.
-¿Y competir con denominaciones de origen que tienen un nombre desde hace tantos años como Rioja, Ribera del Duero, Somontano, etc?
-En la línea de la respuesta anterior creo que el fallo más común radica en intentar competir con gente que lleva mucho tiempo haciendo las cosas más o menos bien, en lugar de competir contra nosotros mismos en mejorar la calidad de nuestros productos. En nuestro caso, la lucha diaria es hacer el vino mejor de lo que lo hice ayer, y mañana mejor de lo que lo he hecho hoy, y eso por sí mismo ya te hace competir en cualquier mercado. Si fuera una carrera atlética, pienso que hay gente que solamente aspira a estar delante del rival, aunque el rival corra muy poco, y hay gente, por el contrario, a la que le importa mejorar y mejorar su marca personal, carrera tras carrera, independientemente de la posición en la que vaya, porque si mejoras día a día, llegarás a ir el primero. Ahí nos sentimos cómodos, mejorando día a día, independientemente del puesto en el que vayamos en la carrera, fuera de estereotipos, prejuicios, tópicos y denominaciones.
-¿Eso lo que valoran los consumidores?
-El buen consumidor en general valora más a quien hace bien o mal las cosas, y jamás habla de zonas ni generalidades. El consumidor avezado y entendido habla de bodegas concretas, en todas las zonas vitivinícolas, incluso en zonas nuevas sin tradición. Hablar de la calidad de los vinos de Rioja o Ribera del Duero o de cualquier denominación o zona es tanto como decir lo bueno o malo que es el cine español, o la música rock en general. Cualquiera es capaz de saber que el cine español será bueno o malo según la película y la música rock, de la banda que la toque o de la canción que sea. Lo mismo pasa con el vino, afortunadamente.
-¿Cuál es el próximo reto que tiene Tierramaestrazgo?
-Pues hay varios. El más importante, a medio plazo, es el de empezar con el aceite de oliva con la misma filosofía que hemos seguido con el vino. Pero como bodega, el reto es llegar a más gente, poder explicar lo que hacemos y cómo lo hacemos, poderlo mostrar y seguir haciendo el producto que nos gusta con el objetivo de seguir gustando a nuestros clientes, como hasta ahora. Como reto más personal, está el seguir elaborando -además de nuestros vinos habituales- los nuevos vinos para la serie “Tierramaestrazgo Colección”, que hemos iniciado con nuestro “Garnacha de Oro”, como número 1, pero que ya se están cocinando el 2 y el 3.