Andorra-Sierra de Arcos incorpora la Ruta Pajaricos a su catálogo turístico

La Comarca Andorra-Sierra de Arcos contará a finales de octubre con un nuevo atractivo turístico: un completo recorrido para aficionados a la ornitología con tres observatorios, escondites para avistarlos y fotografiarlos, dos senderos y un espacio musealizado a orillas del río Estercuel.

La administración comarcal invierte en este proyecto –llamado Ruta de los Pajaricos– 100.000 euros, la mitad de la partida del FITE turístico que le correspondió en el ejercicio 2021.

Tras realizar un diagnóstico para determinar el tipo de aves que hay en el territorio y la trascendencia del proyecto, la comarca se puso manos a la obra con esta iniciativa que tiene varios elementos en desarrollo.

En primer lugar, se trabaja en la adecuación de tres observatorios que ya estaban hechos, pero que se restaurarán e incorporarán nuevos paneles interpretativos con las especies que allí se pueden ver. Se trata del muladar de Alacón, y los miradores de La Torda y Cabezo Gordo en Ejulve.

Éste último debía haberse tematizado con el proyecto de reintroducción del Quebrantahuesos en el Maestrazgo, pero, de los dos ejemplares que se soltaron hace ahora dos años en Ejulve, uno murió electrocutado con una línea eléctrica y el segundo cayó víctima de un aerogenerador. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) ha suspendido cautelarmente la ejecución en el Maestrazgo del proyecto europeo LIFE Corredores ibéricos por el quebrantahuesos por considerarlo incompatible con el Clúster eólico del Maestrazgo. Sí se podrá divisar el águila culebrera en el entorno del barranco de la Cueva Muñoz, un terreno escarpado muy cerca de los Órganos de Montoro.

 

‘Hides’, rutas y divulgación

La segunda pata del proyecto es la ubicación de dos hides (escondites), a modo de caseta con espejo para que las personas no sean vistas por los animales. Uno se colocará junto al Monasterio del Olivar de Estercuel y el otro cerca del Balneario de Ariño, puesto que la comarca quería que estuvieran cerca de sendas zonas de servicios. En el campo fotográfico podrá vislumbrarse a las aves mientras comen, beben y hacen su vida cotidiana. En la zona de ribera podrán observarse ejemplares páridos, fringílidos y pícidos –como el pájaro carpintero–, entre otros.

Además, el proyecto suma dos rutas ornitológicas aprovechando tramos ya ejecutados de sendero turístico. En este caso, se tematizan con las aves. Se trata de nuevo del mirador del Cabezo Gordo de Ejulve, que destaca por las rapaces, y que cuenta con elementos como una zona de aparcamiento y una buena señalización. La segunda ruta estará dentro del humedal Corta Alloza, un área que cuando no hay sequía tiene dos láminas de agua en las que pueden encontrarse ánades, corzas, gallinetas, lavanderas blancas, chorlitejos o aguiluchos laguneros. Además de aves, también se podrán observar mamíferos salvajes que acuden a beber agua. Allí se instalará una pantalla de madera con ranuras a través de las cuales espiarles.

Por último, se trabaja en la musealización de un espacio ornitológico en el río Estercuel, un recorrido de unos 800 metros desde el hide junto al convento hasta un camino. En el sendero que va paralelo al río hay aves pequeñas de bosque y de ribera. Para quienes no están demasiado familiarizados con los pájaros pero les gustaría reconocerlos, la comarca ha elaborado unas reproducciones al doble de su tamaño natural que colocará en los árboles. Habrá un panel interpretativo. El petirrojo europeo, el pinzón vulgar, el carbonero común, el herrerillo común, el pico picapinos, el cetia ruiseñor, la paloma torcaz o el jilguero europeo estarán representados.

La técnica de Turismo y Cultura de Andorra-Sierra de Arcos, María Ángeles Tomás, explicó que el proyecto tiene que estar justificado a finales de octubre. Tendrá un portal web propio con fotos de las aves con mayor presencia en la comarca, ilustraciones y un logotipo. Además, se editará una miniguía de mano.

El objetivo de la comarca es integrarse en la asociación Birding Aragón. “Estamos en un buen sitio porque es espacio de transición entre la Albufera de Valencia, que atrae a muchos aficionados a la ornitología, y la Laguna de Gallocanta, por lo que podemos tener flujo de gente y, sobre todo, somos un lugar interesante para gente que se está iniciando en este tipo de turismo” debido a la variedad.