Andorra refuerza la plantilla de la Policía Municipal, que solo tiene cinco agentes operativos

Un nuevo agente de la Policía Local tomó ayer posesión en el Ayuntamiento de Andorra para mantener la plantilla con una dotación operativa de cuatro agentes y un oficial jefe. El nuevo policía juró su cargo en presencia del alcalde en funciones, Joaquín Bielsa, y posteriormente ambos firmaron el documento de toma de posesión.

Se trata de uno de los cinco agentes que ganaron su plaza tras la convocatoria que sacó el consistorio en 2022. Tras desvincularse de su anterior destino, pasa a formar parte del cuerpo policial andorrano. Por contra, una de estas plazas quedará de nuevo vacante tras la renuncia de un agente que se marcha a Jaca (Huesca). No hay reservas en la bolsa de empleo. De manera que el cuerpo se mantiene en este momento con cuatro agentes y un oficial para servicio de patrulla. También hay un agente en comisión de servicio y otro en régimen de segunda actividad.

Se da la circunstancia de que los cuatro agentes en activo entrarán la semana que viene en la academia. A su regreso, pasarán a ser funcionarios de carrera. Durante este tiempo, seguirán ejerciendo funciones propias del cuerpo policial en Andorra.

El ayuntamiento tiene doce plazas (11 de agentes más el oficial) presupuestadas para este año y confía en poder cubrir la mayor cantidad posible de las cinco que faltan para poder incrementar turnos y llegar al ansiado nocturno que demanda la ciudadanía tras los últimos robos. El equipo de gobierno (PSOE-PAR) se reafirma en su compromiso de trabajar por seguir aumentando la plantilla, indicó ayer en una nota de prensa el consistorio.

Dos semanas

Hace dos semanas, Bielsa anunciaba, tras reunirse con la Subdelegación del Gobierno en Teruel, que la Guardia Civil reforzaría las patrullas en Andorra ante la sensación de inseguridad que tienen algunos barrios. El alcalde en funciones reconoció que existe un problema, sobre todo allí donde hay menos iluminación, como Escatrón y la Sindical, y se comprometió a instalar más farolas en estas zonas. “Nuestra idea es meter tres agentes más para tener ocho y poder hacer una rueda –de tres turnos diarios– bien, pero Andorra debería contar con 10 o 11 policías municipales”, reconocía el edil.

A finales de enero, la comunidad de vecinos de la urbanización del Regalicial, en el barrio de Escatrón, pidió al Ayuntamiento que coloque iluminación con sensores de movimiento en las calles Jaganta e Híjar para disuadir a los ladrones que en los últimos meses han entrado en varias casas tanto de día como de noche, habiendo o no gente en el interior.

Los propietarios de algunas de estas 33 viviendas dicen haber intensificado las denuncias ante la Guardia Civil por allanamientos de morada y robos continuados. Los ladrones acceden con un simple salto por los jardines traseros de la calle Jaganta, la zona menos iluminada y transitada, con pinos alrededor.

Los amigos de lo ajeno entran con frecuencia a última hora de la tarde, tiempo que normalmente es de estar en casa, y se llevan joyas y dinero en efectivo, pero no ordenadores, televisores ni teléfonos. La presidenta de la comunidad, Olga Grau, cree que los delincuentes les tienen a todos vigilados.