Andorra aprueba el sexto convenio colectivo con el único rechazo de UGT
Para el sindicato “no era el momento” mientras que IU defiende las mejorasEl pleno del Ayuntamiento de Andorra aprobó el 30 de abril el sexto convenio colectivo de la institución, cuyas negociaciones llevaban años bloqueadas. Sin embargo, el texto definitivo, que mejora las pagas extraordinarias y las guardias de los trabajadores municipales, no ha sido rubricado por UGT tras alegar que era mejor que lo cerrara la nueva Corporación municipal, que tendrá que lidiar ante el varapalo que podría suponer el cierre de la central térmica de Andorra en la financiación municipal.
Después de que el pleno diera luz verde al nuevo convenio (con los votos a favor de IU y CHA, en contra del PP y abstenciones del PAR y PSOE), UGT convocó este viernes una rueda de prensa para explicar sus razones para no respaldar unas condiciones que han terminado de negociar CCOO y C-SIF, que ostentan tres y un delegados frente a los cuatro de UGT.
“En febrero, la alcaldesa nos dijo que antes de acabar la legislatura quería aprobar el convenio colectivo”. En respuesta, “la sección sindical de UGT le mandamos un escrito diciendo que, como llevábamos tantos años sin cerrarlo y estaban tan cerca las elecciones, y con el problema añadido del cierre de la central que va a suponer un recorte de ingresos, no era el momento de cerrar el convenio”, labor que según ellos debía recaer en la “nueva Corporación”, argumentó Paco Camín.
Con un día de margen
UGT lamentó que Ayuntamiento, CCOO y C-SIF cerraron el acuerdo el 29 de abril y, “sin tan siquiera pasarlo por la asamblea del personal”, lo llevaron a pleno para su aprobación el día siguiente.
“Salvo IU y CHA, al resto de grupos les ha pillado con el paso cambiado”, aseguró Camín, para el que el aumento “en algunos pluses y en las horas extras” se ha hecho “de una forma muy imparcial”, pues “al grupo más alto le suben casi el doble de lo que estaba cobrando” por hora extra. “Manteniendo las horas y los pluses, a nosotros nos sale a unos 30.000 euros más” anual, “pero para un mínimo de la plantilla que no llega ni a un 20%”.
“Dicen que no es mucho pero, si las cosas se ponen feas, pueden ser dos puestos de trabajo”, dijo Camín, que dejó entrever que podría haber despidos y anunció que llevará el asunto al gabinete jurídico de UGT “para que mire si es viable la impugnación” del convenio. Además, el sindicato convocará “una asamblea de personal para explicarles cuál ha sido nuestra postura”.
Actualización de pluses
Para la alcaldesa, Sofía Ciércoles, carece de sentido oponerse a una mejora de las condiciones laborales, “que ya de principio eran buenas porque teníamos un buen convenio”.
“UGT no quería abrir el convenio. Si me dijeran que era para restar derechos, diría que tienen razón, pero esos no eran los razonamientos. Se abrió para mejorarlo y adecuarlo a la normativa vigente, y para corregir” algunos artículos, como los motivos para coger una baja por problemas de salud, que según Ciércoles no estaban lo suficientemente claros y por los que el consistorio ha sido denunciado en dos ocasiones.
Para la regidora, que cree que la actitud de UGT se debe a una cuestión política ante la inminente celebración de elecciones municipales, el nuevo convenio “mejora la parte salarial” en cuanto a “guardias y pluses” se refiere, pues “desde 2010 no se había tocado ni un céntimo”.
“Evidentemente, la modificación afectará al presupuesto, pero en el peor de los casos –que se sigan haciendo todas las horas extras actuales– serán entre 10.000 y 15.000 euros fijos”.
Este diario no pudo localizar al presidente del comité de empresa del Ayuntamiento, Carlos Bielsa (CCOO).
El delegado del C-SIF, Javier Blas, se limitó a asegurar que el nuevo convenio “no resta ningún derecho, sino que mejora las condiciones anteriores” de la plantilla del Ayuntamiento.
Aportación de Endesa
Ciércoles aseguró que Endesa se ha comprometido con el Ayuntamiento a mantener al menos cuatro años los ingresos de más de 2 millones de euros que el consistorio percibe en concepto de impuesto especial e impuesto de actividades económicas derivados de la actividad de la central térmica, que cerrará el 30 de junio de 2020.
Por tanto, “no estamos valorando cerrar ningún servicio ni echar a nadie a la calle”, garantizó.
Preguntada por si existe algún compromiso por escrito de Endesa para garantizar la financiación actual durante cuatro años más, Ciércoles dijo que no, pues “aún no se ha autorizado el cierre” por parte del Gobierno central.