Alertan del peligro de electrocución de aves en la línea entre el embalse de Calanda y la térmica de Andorra
Un miembro de la organización ecologista Anacen de Alcorisa halló muerto un búho real en eneroUn búho real (Bubo bubo) apareció muerto el pasado 26 de enero en el poste número 14 del tendido eléctrico de la linea de media tensión La Horcallana, que suministra energía desde el embalse de Calanda a la central térmica de Andorra. No es un hecho aislado. Puntualmente, los buitres leonados sucumben a las descargas eléctricas cuando se posan en alguno de los postes de la linea de derivación del matadero de La Mata de los Olmos, en cuyos alrededores se concentran a la espera de alimento.
Los búhos reales usan los postes de La Horcallana como “oteadores para la caza del conejo”, según explicaron fuentes de Medio Ambiente de la zona. Los Agentes de Protección de la Naturaleza (APNs) realizan inspecciones periódicas y en distintos lugares elegidos al azar para hacer seguimiento. Los puntos más “peligrosos” son las lineas de derivación en las que se encuentran los transformadores eléctricos, que normalmente no están protegidos con aislante.
En el caso de la linea de derivación al matadero de La Mata, los APNs del Gobierno de Aragón ya han advertido en sendas ocasiones a la compañía eléctrica Endesa de que sería necesario su aislamiento, dada la “habitualidad” con que se produce la caída de buitres leonados. No en vano, decenas de ellos sobrevuelan y se posan en los postes para observar la entrada de los animales que entran al matadero.
En cuanto a la linea de La Horcallana, es especialmente peligrosa para las aves, según puso de manifiesto Miguel Martín, responsable de la Asociación Naturalista de Alcorisa (Anacen). En este tendido, explicó, “no sólo mueren búhos reales, sino aves de otras especies”. Un águila culebrera (Circaetus gallicus) sufrió una electrocución semanas atrás. Fue trasladada al Centro de recuperación de la Fauna Silvestre de La Alfranca (Zaragoza), pero no se pudo hacer nada para recuperarla.
En la mayoría de los casos, la electrocución se produce tras realizar el ave la maniobra de posado sobre el cable, de manera que el ala termina tocando alguno de los cables del tendido.
La aparición del último búho real muerto en La Horcallana ha puesto sobre la mesa un problema que preocupó y denunciaron los APN del Bajo Aragón durante años hasta que Endesa atendió a las peticiones y modificó algunos de los postes de La Horcallana sobre los que las aves se apostaban y terminaban muriendo por electrocución.
Un tramo de un metro a un lado y otro de los postes más peligrosos se protegió con aislamiento, salvo en casos puntuales en los que, por el diseño del pilón, no se realizó ninguna intervención. Antes de ello, “caían búhos reales, águilas, buitres leonados y se recogían cadáveres regularmente”, según profesionales conocedores del problema en la zona.
Miguel Martín avistó a finales de enero a la rapaz muerta que había quedado colgando en uno de los postes eléctricos de la linea que suministra a la central térmica y a raiz de ello denunció que algunos de estos soportes no están aislados. Según explicó, “la línea de La Horcallana tiene un largo historial de muertes de aves, principalmente rapaces y particularmente de búho real”, afirmación que confirmaron fuentes del departamento de Medio Ambiente de la zona.
“Aunque se corrigieron los postes más problemáticos, quedaron algunos sin proteger. Uno de ellos es aquel en el que cayó el búho real el pasado 26 de enero”, afirmó Martín, quien insistió en que “no sólo se ha detectado muerte por electrocución en este tendido, sino que también se producen muertes por impacto con los cables”. En este sentido, el responsable de la Asociación Naturalista de Alcorisa declaró que “si el cableado no está bien señalizado, cuando los tendidos se encuentran en lugares delicados, las probabilidades de muertes por impacto también aumentan”. Además, recordó que “ésta es un área sensible, al ser una zona de reproducción de búho real, de campeo del águila real y por su proximidad a una de las áreas críticas designadas dentro del ámbito de aplicación del Plan de recuperación del águila perdicera, rapaz en grave peligro de extinción”, señaló Martín.
En opinión de este miembro de Anacen, hay tendidos eléctricos que “actúan como auténticos sumideros de especies protegidas”. Son puntos negros que “están perfectamente localizados”, afirmó, pero “hay demasiadas trabas que dificultan su corrección y sólo bajo presión, denuncias e informes se acometen las necesarias labores de rectificación”.
Por otro lado, Miguel Martín insistió en que “los postes de derivación son especialmente problemáticos”, al no estar aislados en absoluto. El que suministra servicio al matadero de La Mata de los Olmos lo es en especial, ya que en torno a esta instalación se concentran a diario buitres en busca de alimento. Aquí, apuntó, hay “innumerables muertes de buitre leonado”. Y en esta zona, además, “se ha constatado la presencia de un ejemplar de quebrantahuesos liberado en Castellón y que forma parte de un proyecto de reintroducción de esta especie en la Comunidad Valenciana y en las serranías de la Ibérica”. En opinión del representante de la organización ecologista, “es paradójico que las compañías eléctricas se muestren tan dispuestas a colaborar en proyectos medioambientales e incluso a financiarlos y sean tan reacias a corregir tendidos eléctricos que actúan como sumideros de especies protegidas”. A su juicio, “el verdadero compromiso se mide con las acciones eficaces en conservación, por eso hay que exigir responsabilidades”.