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Alcañiz homenajea a las víctimas del ‘bombardeo olvidado’ de marzo de 1938 Alcañiz homenajea a las víctimas del ‘bombardeo olvidado’ de marzo de 1938
El historiador José María Maldonado (izda.) deposita un clavel en el monolito de la plaza 3 de Marzo en homenaje a las víctimas del brutal bombardeo. M. N.

Alcañiz homenajea a las víctimas del ‘bombardeo olvidado’ de marzo de 1938

La aviación italiana, en apoyo a Franco, ocasionó más de 500 muertos y otros tantos heridos
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A las 16:10 horas del 3 de marzo de 1938, en plena guerra civil española, 14 aviones Saboya de la Aviación Legionaria Italiana  que apoyaba al bando franquista bombardearon indiscriminadamente la ciudad de Alcañiz, matando a 500 personas e hiriendo a varios centenares más en uno de capítulos más crueles de la contienda. En la tarde de este domingo, 81 años después, el Ayuntamiento de Alcañiz y la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA) recordaron este nefasto episodio.

Es el cuarto año consecutivo que ambas entidades organizan esta jornada conmemorativa del bombardeo sufrido por la población alcañizana, considerado recientemente por ley como el Día de la Memoria Democrática de Aragón.

A las seis de la tarde comenzaron los actos en la plaza 3 de Marzo de Alcañiz, que consistieron en una emotiva ofrenda de flores en el monolito que recuerda a las víctimas, lecturas de paz a cargo de niños, y varias piezas de música de acordeón y violín interpretadas por profesores y alumnos del Conservatorio de Música de Alcañiz.

La concejal de Cultura, Berta Zapater, recordó que aquella trágica tarde 10.000 kilos de explosivos cayeron en tan solo dos minutos, repartidos en bombas de 50 y 100 kilos que los aliados de Franco dejaron caer indiscriminadamente donde más gente podía haber a esa hora: el Cuartelillo, la Glorieta y el Campo de Instrucción de Capuchinos.

“En Alcañiz no se libraba ningún tipo de batalla”, la ciudad “no sufrió enfrentamientos bélicos”, dijo Zapater. Sin embargo, “fue bombardeada sobre lugares clave” con el único propósito de amedrentar a la población.

“En dos minutos se estima que alrededor de 500 personas, sin distinguir ideología o edad, perdieron su vida en Alcañiz”, expuso la delegada de Cultura.

“Seguiremos conmemorando a estas personas, a estos alcañizanos, a todas las personas que sufrieron el bombardeo de Alcañiz”, afirmó Zapater, quien agradeció la labor del historiador local José María Maldonado, que recuperó suculentos testimonios y sucesos en su libro El bombardeo olvidado (2003), en el que aclara que solo hubo una masacre más intensa en tan corro periodo de tiempo: el 18 de marzo de 1938 en Barcelona

Alcañiz, en el funesto ‘top 3’

“El bombardeo de Alcañiz fue uno de los más graves de toda la guerra civil. Si tenemos este triste honor, en número de muertos probablemente estará dentro de los tres primeros junto a Barcelona y Gernika”, dijo Maldonado.

Alcañiz contaba hace 81 años con 9.000 vecinos censados, a los que hay que sumar otros 3.000 entre soldados o personal de hospital, entre otros. Por tanto, “entre heridos y muertos probablemente se vio afectada un 10% de la población que había en ese momento”, explicó el historiador, quien calificó de “tremendo” el efecto de la maniobra. 

“No se esperaba nadie en absoluto ese bombardeo” porque “había un impás en la guerra” entre el final de la batalla de Teruel, el 22 de febrero, y el inicio de la batalla de Aragón, el 9 de marzo. “Estaban los frentes tranquilos”, relató Maldonado. El historiador invitó a rememorar “lo que pasó en un momento trágico de la historia de España y aquí estamos recordando a los muertos de un bombardeo”, del que no escaparon niños ni ancianos, gente “de derechas, de izquierdas, hombres y mujeres”.

“No nos pueden decir que tenemos que olvidar porque nadie puede olvidar su historia reciente”, reivindicó Mercedes Sánchez, portavoz de la ARMHA. “Nos parece muy importante que el Día de la Memoria Democrática de Aragón sea el 3 de marzo porque ha sido el bombardeo olvidado sobre población civil”, manifestó.

Sánchez explicó que las aviaciones italiana y alemana usaron la guerra civil española como “un campo de pruebas para la segunda guerra mundial”, por lo que “hicieron este tipo de bombardeos para sembrar el terror” entre la población, lo que para ella da cuenta del “nivel de represión de Franco”.

‘El silencio de otros’

El programa de actividades continuó con una visita al refugio antiaéreo, que hasta el 10 de marzo ofrecerá visitas guiadas gratuitas todos los días de la semana a las 11:30 y 17 horas, salvo el domingo por la tarde.

Acto seguido tuvo lugar la presentación del monográfico nº13 de la revista Al-Qannis (Taller de Arqueología de Alcañiz), Miradas a un conflicto: Guerra y Posguerra en el Bajo Aragón, en el teatro municipal.

En el mismo lugar, media hora más tarde, se proyectó el documental El silencio de otros, dirigido por Almudena Carracedo y Robert Bahar, Premio Goya al Mejor Documental. Narra la búsqueda de aquellas personas desaparecidas durante la dictadura de Franco y los intentos de hacer frente a los responsables. El film abarca niños robados, torturas, ejecuciones extra judiciales, las fosas comunes y todo un proceso judicial internacional.

Chato Galante, conocido represaliado en el tardofranquismo, destacó en Alcañiz que el documental incluye la historia de la macroquerella contra el franquismo ante los tribunales de Argentina, país que tiene abierto “el único proceso” contra los crímenes de la dictadura que en España “se nos ha denegado sistemáticamente”.

“Seguimos siendo delincuentes. No se han anulado nuestras sentencias, mientras que los que nos torturaron no sólo es que estén libres, sino que en muchos casos han sido reconocidos, condecorados y considerados grandes padres de la patria”, protestó uno de los protagonistas de El silencio de otros. 

Gracias al empuje de casi 10.000 víctimas, “hoy también se han empezado a poner querellas en el Estado español” y dos de ellas por fin han sido admitidas a trámite.

Galante, que pasó más de cinco años en varias cárceles, constató el 3 de marzo en Alcañiz que la sociedad civil “es capaz hoy de recuperar la memoria de algo que sumió en un sufrimiento atroz a la población de esta ciudad en un momento determinado”. Estos homenajes “deben recuperar señas de identidad sobre las que construir una vivencia sobre la que convivir de manera plenamente democrática”, concluyó.