Alcañiz anuncia ahora que se hará cargo de cerrar la estación de buses por las noches

El Ayuntamiento de Alcañiz se encargará finalmente de cerrar la estación de autobuses de la avenida Maestrazgo todas las noches  para evitar que se produzcan nuevos actos vandálicos como los ocurridos el último fin de semana.

Así lo confirmaron fuentes municipales, después de que el departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón informara a este periódico de que no es su responsabilidad el cierre de las instalaciones, puesto que el edificio, construido por el Ejecutivo aragonés, se cedió al Ayuntamiento para su mantenimiento. Además, desde el mismo departamento del Gobierno de Aragón negaron que exista ningún convenio suscrito con el consistorio que obligue al Ejecutivo a asumir esta medida, en cuanto la estación ya no es de su propiedad, como ocurre “con el resto de estaciones aragonesas”, según fuentes del departamento.

El único convenio que figura suscrito entre las dos partes se firmó en julio de 2018 para formalizar la entrega de la estación, una vez finalizaron las obras del edificio. En este acuerdo se estipula que es el Ayuntamiento el encargado desde ese momento de la conservación y mantenimiento del inmueble, así como de cualquier reparación posterior.

La gestión de la instalación está regulada desde el año 2021 mediante una ordenanza  municipal, para la que se llegó a hacer incluso una consulta pública relacionada con el uso y explotación de la estación para que las empresas interesadas presentaran alegaciones. En el borrador de la ordenanza, el Ayuntamiento calculaba unos ingresos de 12.000 euros a cobrar por el uso de las instalaciones, atendiendo al número de billetes vendidos. La actual concesionaria de la gestión de la estación, Hife, que opera con lineas regulares y un contrato de programa del Gobierno de Aragón que tiene origen y destino en Alcañiz, presentó alegaciones a la ordenanza alegando que las lineas operadas eran de tráfico y demanda reducida.

Con todo, después de una semana de confusión en la que ha llegado a reunirse la Comisión de Seguridad por los actos vandálicos del fin de semana pasado, el consistorio ha decidido hacerse cargo del cierre de las instalaciones para evitar los daños y suciedad que se encontraron los usuarios el lunes en el interior de la estación: marcos de las puertas de los servicios rotos, todo tipo de residuos de bebidas, comidas e incluso vómitos. No obstante, al parecer no ha sido el único fin de semana en el que la estación ha amanecido un lunes en esta situación de abandono.