Adjudican la restauración del muro islámico del castillo de Albalate
Contrafuerte Restauro realizará la intervención tras serle adjudicada la obra por 48.000 eurosLas intervenciones recogidas en el Plan director del castillo de Albalate del Arzobispo -documento presentado este agosto al público- comienzan a tomar forma. La primera en adjudicarse -cumpliéndose así el compromiso adquirido por la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, en la visita que realizó al monumento este verano- ha sido la restauración del muro islámico, que habrá de ejecutar en un plazo de dos meses la empresa Contrafuerte Restauro, adjudicataria del contrato por un montante, impuestos incluidos, de casi 48.000 euros.
La recuperación del muro islámico es la primera de una serie de actuaciones a realizar en este castillo, cuyo origen primigenio dataría de época islámica, según detalla el estudio arqueológico realizado en el muro que se pretende poner en valor.
El muro islámico fue construido mediante la técnica del tapial, ideada por los romanos pero que se generalizó en las construcciones durante la etapa de dominación árabe. Con unas dimensiones de 9,10 metros de ancho por 11 metros de alto en su cara exterior -aunque antiguamente fue más alto-, los arqueólogos han datado su construcción entre los siglos IX y XI.
Actualmente se encuentra muy transformado. Flanqueado por dos torreones de geometría cuadrada, en la pared se han abierto -en el transcurso de siglos- huecos de fachada, armarios y mechinales para alojar rollizos u otros elementos estructurales.
El muro sobre el que se va a intervenir tiene un alto interés histórico-artístico, y aunque todavía presenta ciertas incógnitas sobre su origen debido a las distintas fases en las que se levantó, los arqueólogos están convencidos de su origen árabe. No obstante, confían en que durante su restauración podrá obtenerse nueva información que contribuya a despejar en parte la incertidumbre que lo rodea.
Su estado de conservación es deficiente. En varios de sus puntos se encuentra horadado y su imagen como elemento defensivo desvirtuada. Además de los huecos pasantes, cuenta con múltiples perforaciones que merman su capacidad portante, alteran su imagen original y son vía de penetración de los agentes físicos, químicos y biológicos de deterioro. Además, toda su superficie se encuentra en un estado muy irregular que favorece la erosión eólica y la acumulación y penetración del agua de lluvia. Desde un punto de vista estético, su estado actual ofrece una imagen más próxima a una medianera en ruinas que a un elemento de alto valor patrimonial.
La intervención tendrá como objetivo la conservación del bien, y para ello se asegurará tanto su estabilidad estructural como la integridad de los materiales que lo componen.
La intervención
El proyecto propone eliminar los añadidos no relevantes, es decir, relleno de huecos no originales de muralla, recuperación de la altura y eliminación de los revocos dejando el aspecto superficial que ofrece el sistema constructivo de tapia simple de yeso.
Asimismo, se ha proyectado una consolidación de la superficie original, macizando y rellenando grietas y fisuras y dejando vista las superficies originales. En las zonas donde la superficie original se ha perdido por completo, el proyecto planea recupear utilizando un sistema de encofrado similar al original. También está prevista una reintegración volumétrica de la altura y una consolidación de la superficie de piedra arenisca de la base mediante la pulverización de agua de cal.
Por primera vez en el muro
En el castillo de Albalate se han sucedido las obras de consolidación durante las dos últimas décadas, pero nunca se ha intervenido en el muro. En el año 2017 se procedió a la apertura de un hueco tapiado para permitir el acceso a los visitantes del castillo a los aseos situados en el espacio exterior a los palcos de la plaza de toros. Se procedió a apoyar sobre el terreno una rampa metálica, sin afectar al cerramiento del muro, para facilitar su uso a personas con discapacidad, pues así se salvaba el desnivel existente entre el patio de armas interior y el espacio exterior vinculado a la plaza de toros.