A licitación la obra de la cocina de los colegios Sobrarias y Palmireno
Los dos centros de Alcañiz habían solicitado sustituir la linea fría de comidaLos alumnos de los colegios públicos de infantil y primaria Juan Lorenzo Palmireno y Juan Sobrarias de Alcañiz comerán mejor a partir del curso que viene. Al menos ese es el objetivo de las obras de acondicionamiento que el departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón acaba de licitar para la adecuación de una cocina en ambos centros, en donde se sustituirá la linea fría de catering que venía funcionando hasta ahora.
Los dos colegios de Alcañiz forman parte de un grupo de seis centros que, en una primera fase, se beneficiarán en Aragón del plan de adecuación de cocinas en centros educativos, dotado en el Presupuesto de 2018 de la Comunidad con una partida específica de 550.000 euros.
Según explicaron fuentes del departamento de Educación, en esta primera tanda han entrado los colegios de la provincia de Zaragoza de Valdespartera, Vadorrey, Ferrer y Racaj y Zaragoza Sur y los dos de Teruel (ambos en Alcañiz). Tanto el Juan Sobrarias como el Palmireno habían reivindicado tiempo atrás que la linea de frío fuera sustituida por un comedor con cocina realizada en las propias instalaciones. Hasta el Ampa del Palmireno se había movilizado con una recogida de firmas en la plataforma Change.org en este sentido.
Las obras en el colegio Juan Lorenzo Palmireno han salido a licitación a partir de 81.786 euros (IVA incluido) y durarán aproximadamente un mes, mientras que en el colegio Juan Sobrarias el precio de salida asciende a 82.794 euros.
La directora del Juan Lorenzo Palmireno, Carmen José Giner, reconoció que la “petición viene desde hace años”, aunque fue este curso escolar cuando “el Ampa se movió más organizando una recogida de firmas”. En junio, durante una visita a Alcañiz de la consejera de Educación, Mayte Pérez, fue “cuando nos confirmaron que tendríamos cocina el curso que viene y que se iba a licitar en unas semanas la obra”, señaló. Giner reconoció la “satisfacción” de ver cumplida la reivindicación y de saber que “el año que viene habrá una comida de mucha mejor calidad”. No en vano, opinó que “la comida hecha al momento no tiene nada que ver con la que tenemos ahora de linea fría, porque los niños no se pueden comer un filete recién hecho, sino que la comida es a base de salsas, y, aunque no es mala, no es la adecuada. Hay que tener en cuenta que poder comer en un comedor escolar también forma parte de la Educación de los niños”, dijo.
La mayor aceptación entre las familias de los comedores escolares salta a la vista con los datos que maneja el propio departamento de Educación, que recientemente informó de que los comedores escolares de Aragón ganaron 922 alumnos en los dos últimos cursos, lo que supone un incremento de un 3% de sus usuarios. La sustitución de las lineas frías por cocinas propias ha sido una reivindicación que en Aragón ha abanderado la Plataforma por comedores de calidad.