70 profesionales se reúnen en Arens de Lledó para revalorizar la lana

Hasta 70 profesionales del sector agropecuario se reunieron este viernes en la localidad de Arens de Lledó, para buscar soluciones innovadoras que devuelvan valor a la lana de oveja, un material con cada vez menos demanda en el mercado. Durante la Feria de la Lana, organizada por el Centro de Innovación en Bioeconomía Rural (CITAte) junto a la Diputación Provincial de Teruel, y en colaboración con Mas la Llum se han puesto de manifiesto los desafíos de la industria de la lana y las consecuencias de la caída de su demanda, en un contexto donde el plástico domina cada vez más la industria textil.

Carlos Bernués, representante de la cooperativa Oviaragón, fue muy crítico con el papel de la lana en la industria textil actual y el creciente dominio de los materiales sintéticos, especialmente el plástico. “Si abrimos nuestros armarios, es probable que no encontremos ni una sola prenda de lana. Todo es plástico o materiales derivados del petróleo”, afirmó Bernués en su intervención, señalando el impacto de este cambio en la economía y el medio ambiente. "La lana ya casi no tiene cabida en nuestra vida cotidiana, y eso es un problema serio para nuestros productores", añadió.

Blanca Abril, técnica de CITAte, expresó la creciente preocupación de los productores por el valor de la lana, que de ser un material básico y valioso para la economía rural se ha convertido en "un residuo que casi nadie quiere ni compra". Abril añadió que el objetivo de la feria no era solo crear conciencia sobre el problema, sino también impulsar soluciones para integrar la lana en una bioeconomía circular. "Queremos que la lana sea algo útil de nuevo, no solo un desecho", explicó Abril, describiendo cómo cada año toneladas de lana quedan acumuladas sin salida comercial, creando problemas ambientales y económicos.

Durante las jornadas, se dio a conocer un análisis de viabilidad técnico-económico para hacer una instalación en Aragón que pudiera procesar la lana, en el que participaron los profesores Rubén Rebollar e Iván Lidón, de la Universidad de Zaragoza. Este proyecto se centra en la lana aragonesa de tipo entrefino, que, al no ser adecuada para la industria textil convencional, podría usarse en sectores alternativos, como la construcción o la agricultura. Rebollar y Lidón propusieron la creación de una planta industrial para procesar la lana sucia y convertirla en materiales para la construcción, como aislantes y paneles de lana comprimida, además de bioplásticos.

"Estamos hablando de una inversión que ronda los siete u ocho millones de euros", explicó Rebollar. La financiación y la rentabilidad son aspectos fundamentales de este proyecto. "Es una apuesta a largo plazo", reconoció Rebollar, que espera que los productos derivados de la lana puedan sustituir algunos plásticos y reducir el impacto ambiental.