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70 años después de los fusilamientos del Mas de la Serra en Monroyo 70 años después de los fusilamientos del Mas de la Serra en Monroyo
Josefa Bayod

70 años después de los fusilamientos del Mas de la Serra en Monroyo

Desaparecidos de la cárcel de Alcañiz el 11 de noviembre de 1947, nunca más se supo de ellos
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Este sábado 11 de noviembre se cumplieron 70 años de la desaparición de al menos ocho personas de la cárcel de Alcañiz. Según la documentación oficial, José Mir, Aurelio Boj, Josefa Bayod (los tres de La Ginebrosa), Aurora Piñana (Aguaviva), Eleuterio Simó, Bárbara García (ambos de La Fresneda), Rogelio Cuartilla (Valdeltormo) y Genaro Fuster (Más del LLaurador) fueron ‘liberados’ tras permanecer presos. Nunca más se supo de ellos. Testigos oculares fijan su fusilamiento en el Mas de la Serra de Monroyo. Sus cuerpos fueron trasladados en carro hasta esa localidad y presumiblemente enterrados de forma colectiva.

 

José Mir, ‘El Paleta’, uno de los más jóvenes

 

Nacido el 5 de noviembre de 1907, era maestro de obras. Republicano liberal, fue detenido el 18 de octubre de 1947 a las 11 de la mañana y llevado a la cárcel de Alcañiz. Fue visto por última vez el 6 de noviembre. Según testigos oculares, junto con otras personas fue fusilado en la carretera de Alcañiz-Morella (actual N-232). Su cadáver fue trasladado en carro hasta el cementerio de Monroyo y enterrado en una fosa común. Según las autoridades franquistas, el 11 de noviembre salió de prisión. Nunca se supo más de él.

 

Bárbara García
Bárbara García

Josefa Bayod, esposa de un alcalde republicano

Esposa de Alfonso Boj, guerrillero maqui, fue arrestada en su pueblo por la guardia civil el 20 de octubre de 1947. La última vez que sus familiares la vieron con vida fue el 10 de noviembre de 1947. Tenía 50 años. Su marido había sido alcalde cuando estalló la guerra civil. La versión oficial de las autoridades es que salió de la cárcel de Alcañiz el 11 de noviembre. Supuestamente, fue también fusilada en una cuneta de la carretera Alcañiz-Morella junto con otras seis personas.

 

Aurelio Boj, el hombre cuyas botas vieron bajo la manta

Nacido en 1916, se dedicaba a la agricultura y al pastoreo. Soltero, había trabajado también en la mina. Fue arrestado por la guardia civil en La Cañada de Verich el 18 de octubre de 1947 junto con José Mir. Acusado de colaboración con los maquis, fue trasladado a la cárcel de Alcañiz, de donde la versión oficial también lo da como “liberado” el 11 de noviembre de 1947. Una de sus ‘manías’ era llevar sus botas rojas muy limpias. Un testigo vio sus zapatos bajo la manta que cubría los cadáveres.

 

Aurora Piñana, arrestada tras la huída de su marido al monte

De origen muy humilde, vivía en una casa sencilla en la parte baja del pueblo junto con sus padres y hermanos. Su marido se incorporó durante la guerra al ejército republicano y dio apoyo a los guerrilleros maquis al terminar la contienda, colaborando también ella en esas actividades. La huída al monte de su marido provocó su arresto por la guardia civil. Su madre la visitó en la cárcel hasta que un día le comunicaron que había sido “liberada” el 11 de noviembre de 1947.