Dos enredaderas
Cristina Armunia Berges
La arena de la playa estaba tibia, las olas asomaban sobre la superficie azul oscuro, el olor del fondo del mar era sutilmente perceptible, hasta la orilla llegaban recuerdos que se podían respirar. Las dos chicas corrían sonrientes. De vez en cuando, se sentaban a descansar sobre...