Zaragoza, se celebrará la VIII Fiesta del Chopo Cabecero, que organiza el Centro de Estudios del Jiloca, Asociación Amigos de Badules y Ayuntamiento de Badules. En la fiesta se va a rendir un cálido homenaje a Felipe Ruíz González, joven agricultor de Calamocha por su trayectoria de cuidado de los árboles y, en particular, por su sensibilidad hacia el medio ambiente. También fue promotor, junto a Miguel Angel Lázaro, de la empresa Xiloforest que se ha dedicado principalmente a la escamonda de los chopos cabeceros durante los últimos cuatro años. La empresa se ha disuelto recientemente por circunstancias de trabajo y familiares. Ha podado más de un millar de chopos cabeceros.
-En la próxima fiesta del chopo cabecero en Badules te van a hacer un homenaje, una distinción con un premio, ¿por qué?.
-La verdad es que no lo sé. Me llamó Chabier de Jaime y me dijo que me tenía que decir una cosa que no puedes decir que no. Dije que sería que me había tocado la lotería y contestó que algo parecido. Entonces me dijo que era para darme el premio del chopo cabecero por los méritos que había hecho como joven agricultor por los chopos cabeceros. Respondí que sí y me sentí muy orgulloso.
-¿Desde cuándo ha estado trabajando con los chopos cabeceros?.
-Con la empresa Xiloforest llevamos cuatro años, pero ya empezamos a podar con Miguel Angel, mi socio, hace una quincena de años, cuando íbamos cortando algún chopo de vez en cuando con la motosierra, sin saber mucho.
-¿Cómo aprendieron usted y Miguel Angel Lázaro a podar los chopos cabeceros?.
-El manejo de la motosierra sí que lo sabíamos hacer, pero nos faltaba la poda en altura, pero a través de unos amigos catalanes que daban cursos del empleo de las motosierras en altura hablamos con ellos, vinieron a Calamocha y nos enseñaron. Son de lo mejor que hay en España. Coincidí con ellos en un curso que nos dieron para Sarga y hablando con vinieron a darnos un curso a Calamocha.
-¿Es difícil manejar la poda en altura?
-Sí, es muy complicado y, sobre todo, muy peligroso. Una de las cosas por las que hemos dejado de hacer la escamonda de chopos es por la peligrosidad. Al final te planteas que no vale la pena jugarte la vida por podar, por ganar dinero.
-¿Qué es lo que más peligro entraña de la escamonda?.
-Lo que más peligro entraña es que hagas un corte mal de la viga y te venga la viga encima y te chafe. Es un trabajo muy peligroso y por eso hay muy poca gente que lo haga. Lo malo es que no se pueda quedar en un accidente, en un percance, sino que pueda ser fatal, que te puede matar una viga.
-¿En la provincia de Teruel hay más empresas que se dediquen a la escamonda de los chopos cabeceros?
-Sí. Hay empresas, pero sobre todo, hay gente que lo ha hecho toda la vida y va podando chopos. Pero hay muy pocos. Un chico en Torrijo, en el Alfambra, en Caminreal, poco más. El futuro del chopo cabecero está negro.
-¿Por qué está negro el futuro del chopo cabecero?.
-Antes los chopos cabeceros se utilizaban para las vigas de las casas. Les daban un uso, para leña y para dar de comer a las ovejas, pero ahora no tiene ningún uso. El uso para la madera no vale la pena podar chopos. La vida del chopo cabecero está ligada a las subvenciones, pero dar subvenciones toda la vida tampoco se puede.
-¿Qué cifras se manejan con el chopo cabecero?.
-Un maderista paga dos pesetas el kilogramo de chopo, 12 euros tonelada. Entonces no vale la pena por la madera podar por la madera chopos por el riesgo que lleva para el dinero que se saca. El chopo cabecero solo vale para la industria de la trituración. El chopo cabecero tiene mucho contenido en agua. Miramos para ver por el tema de la biomasa, pellet, y la mitad del chopo es agua. Entonces si te llevas un camión de 25 toneladas de chopo te estás llevando 12,5 toneladas. No vale la pena. Esta es la realidad. Entonces hay que valorar otras cuestiones para los naturalistas y conservacionistas sobre el chopo cabecero. Está la entidad de custodia, que está Miguel Angel metido. Pero la realidad es que no se saca dinero y donde no se saca beneficio no se usa. Puedes tener un chopo arreglado porque te gusta tenerlos arreglados, pagas y te lo hacen. Pero ahora casi ni pagando se podan los chopos cabeceros. Los maderistas no se dedican al chopo cabecero.
-¿Por qué se sigue podando el chopo cabecero?.
-Se sigue para que no se estropee del todo, para que no se abandonen del todo. Por ejemplo, un pueblo como Pancrudo nos llaman porque quieren mantener sus chopos cabeceros en condiciones. Juntan dinero en asociaciones y ayuntamientos y nos llaman para tenerlos podados y arreglados. Pero si soy un propietario del campo con unos chopos cabeceros, no sé podarlos y no quiero gastarme dinero, se abandonan. La CHE tiene una gran cantidad de chopos cabeceros abandonados, el que más. No quiere invertir un euro en los chopos cabeceros. Además si se mecanizara la poda del chopo cabecero aún tendría alguna solución. Subir una persona al chopo tiene el peligro en tener un grave accidente. Personalmente el pasado invierno tuve dos sustos que se podían haber convertido en accidentes graves y como tengo familia me dije que no vale la pena por el riesgo.La finalidad se busca como cultura, como conservación del patrimonio natural.
-¿Qué es la entidad de custodia del chopo cabecero?.
-A través de asociaciones, ayuntamientos, particulares, patrocinadores, se pone un dinero, y se quedan los chopos a través de una cesión y los cuidan. Es para que estén los chopos cuidados.
-¿Qué opina de la fiesta del chopo cabecero?.
-La fiesta del chopo cabecero es muy importante. Animo a la gente a que vaya, porque se pasa muy bien. Yo solo he faltado a una, a la primera en Perales. Está muy bien organizada. Los pueblos donde se celebran se vuelcan con la fiesta del chopo cabecero. En la próxima fiesta no faltará la poda del chopo cabecero, que haremos nosotros.
-¿Hay apoyo institucional para el chopo cabecero?
-El problema es que el chopo cabecero no sobrevive por sí mismo. Está abandonado. El chopo cabecero está como la mayoría de los pueblos de la provincia de Teruel, están abandonados, abocados a la extinción. Esto es así.
Autor:Redacción Teruel