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Conservación preventiva como forma de mantener gastando poco

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Una de las alumnas, tomando mediciones en uno de los lienzos del Museo Diocesano de Albarracín

La conservación preventiva supone seguir una serie de pautas que garantizan el mantenimiento de un bien y evitan cualquier tipo de incidencias que puedan afectar a su estado.

La conservación preventiva supone seguir una serie de pautas que garantizan el mantenimiento de un bien y evitan cualquier tipo de incidencias que puedan afectar a su estado. Parece algo lógico, pero hace falta un documento que marque los pasos a seguir para lograrlo por todas las personas que están en contacto con ese espacio contenedor de los bienes, desde el director del museo hasta el personal que se ocupa de la limpieza. El Museo Diocesano de Albarracín cuenta con un plan y cada año el curso de conservación preventiva, que ahora se está realizando, comprueba que se están dando los pasos que allí se marcan.

La profesora del curso, Teresa Gil, manifestó la importancia que tiene este documento, "una herramienta de gestión" que complementa las descripciones que se incluyen en un plan museológico, que muchos centros sí tienen. Matizó que la Fundación Santa María, que es la que se ocupa de gestionar el Diocesano, aplica "en la medida de lo posible" las condiciones que se recogen en el documento de conservación preventiva. "El plan se tiene en cuenta y todos los años se aplican medidas ahí descritas", apostilló.

El gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez, destacó la importancia que tiene para la entidad contar con un documento de conservación preventiva para el Diocesano, "algo que no es habitual salvo en los grandes museos", dijo. Añadió que se trata de un documento excepcional que se actualiza cada año y que supone la adopción de mejoras, "en algunos casos pequeñas cosas que no tienen un coste excesivo", concretó, pero que evitan llevar a cabo una intervención mayor en un bien.

Gil quiere iniciar un nuevo documento para el Museo de Albarracín durante la próxima edición del curso. De momento, este año ya han llevado a cabo una toma de contacto en la que se han detectado algunas carencias que se incluirán en el documento, aún por elaborar. Así, la profesora del curso manifestó que hay que mejorar determinadas vitrinas que presentan dificultad de manipulación a causa del volumen de los objetos que contienen.

Un informe de conservación se compone de una estructura pautada establecida por el Plan Nacional de Conservación Preventiva. Se trata de una metodología que establece cuatro fases. La primera de ellas es recoger documentación del inmueble o de la colección, en el caso del Museo de Albarracín sería de ambas porque se trata de un edificio histórico que además alberga bienes en su interior.

Una vez realizado ese estudio previo se analizan los distintos riesgos que pueden afectar tanto al inmueble como a la colección. "Se trata de identificar, analizar y evaluar los riesgos", comentó Teresa Gil. El tercer punto es detallar los protocolos y procedimientos a adoptar para evitar los riesgos determinados en el punto anterior. Consiste en establecer las pautas a seguir para las personas que se ocupan de atender el bien sepan las acciones a llevar a cabo.

La última fase es la de implantación, que suele llevarse a cabo poco a poco y una vez elaborado el documento y conocida la estructura organizativa de todos los miembros que van a participar.

Además de analizar el grado de consecución del plan en el Diocesano y hacer una primera toma de contacto en el Museo de Albarracín, los alumnos de este año han compatibilizado las labores en el aula con visitas a otras iglesias de la ciudad para ver qué medidas se están tomando y qué otras harían falta. "Es una actividad complementaria, un poco para que amplíen su campo", comentó la responsable de la actividad formativa que se está impartiendo en la Fundación Santa María de Albarracín.

La asignatura de conservación preventiva forma parte del programa en algunas facultades de restauración pero en otras es una optativa que los alumnos pueden elegir o no. Sin embargo, Teresa Gil argumentó que tiene unos contenidos "fundamentales" pero reconoció que los alumnos acuden a su curso con numerosas carencias "vinculan la conservación preventiva solo a la humedad o la temperatura, pero es mucho más amplio", aseguró.

Se han ocupado nueve de las diez plazas disponibles porque, como manifestó Antonio Jiménez, se comunicó a los inscritos con muy poco tiempo de antelación y algunos de ellos ya habían hecho otros planes. La actividad que ahora arranca está financiada por el Instituto Aragonés de Empleo y contemplará la realización de otros cursos superiores a lo largo de todo el año.

Encuentro de matemáticos

Un total de 45 matemáticos procedentes de diversas universidades de España celebran en Albarracín el tercer encuetro de la Red de Polinomios Ortogonales y Teoría de Aproximación (Orthonet). El eje central de la reunión, organizada por el departamento de Matemáticas de la Universidad de Zaragoza, es la investigación sobre polinomios ortogonales y funciones especiales, así como su conexión con la teoría de la aproximación, de operadores, de números de la información, series de Fourier, análisis numérico y sus aplicaciones en físca matemática, ciencia y tecnología. Proceden de las universidades de Granada, Almería, Sevilla, La Laguna, La Rioja, Navarra, Madrid y Zaragoza.

Autor:M. Cruz Aguilar Teruel