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El fugitivo de Requena llevaba varios días oculto en El Castellar El fugitivo de Requena llevaba varios días oculto en El Castellar
Vivienda de El Castellar donde permaneció varias noches según las primeras hipótesis

El fugitivo de Requena llevaba varios días oculto en El Castellar

Se escondía en una casa y, en su huida, fue interceptado en Muniesa
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Cruz Aguilar

El Rambo de Requena salió de su escondite el lunes por la mañana en El Castellar porque los propietarios de la casa situada en la plaza de la Herrería acudieron desde Zaragoza –hasta esta fase 3 de la desescalada no estaba permitido el movimiento entre provincias– y descubrieron que algo raro pasaba en su vivienda porque no podían entrar. La puerta de delante estaba cerrada por dentro y el bombín de la cerradura de la cochera estaba roto, pero la puerta no se movía porque, aunque en ese momento no lo sabían, el delincuente la había atrancado colocando, justo detrás, un coche que había robado en una casa cercana . 

Los propietarios intentaron acceder en varias ocasiones tanto por la puerta de delante –a la que habían puesto un cerrojo por dentro– como por la de detrás, situada en la travesía tras la Herrería, y mientras estaban en la puerta principal vieron pasar un coche, pero no reconocieron al conductor. Fue cuando volvieron a su garaje, esta vez acompañados por un vecino al que le habían pedido ayuda, cuando descubrieron que la puerta estaba abierta de par en par y que en el interior de su casa, que ellos no pisaban desde hace meses, había restos de una ocupación reciente.

 “Había latas por el medio y se notaba que habían usado el baño y la cama”, relató Basilio Redón, que aunque vive dos puertas más allá de la vivienda donde se resguardó el fugitivo valenciano asegura que no notó movimiento alguno en los días pasados. “Incluso mis nietos estuvieron el domingo jugando en la puerta”, especificó. 

Aunque se desconoce el tiempo que pudo estar utilizando la casa de la plaza de la Herrería, Redón explicó que la Guardia Civil le dijo que fácilmente podría haber estado “entre 4 y 6 noches”. 

El coche con el que huyó hasta Muniesa, un Suzuki Vitara de color blanco, pertenecía a una familia catalana que veranea en El Castellar y que fue sustraído de la vivienda y resguardado en la otra casa cercana: “No entiendo muy bien por qué robó un coche en una casa y se quedó en otra”, cuestionó Redón. 

Hasta El Castellar se desplazaron numerosas patrullas y también los agentes de criminalística  de la Guardia Civil,. “Los dueños hasta las 6 de la tarde no han podido ni entrar”, comentó Redón. El hombre aseguró ayer que no tenía miedo porque “ahora está en el hospital, este ya es seguro que no va a volver”, dijo.

El vecino explicó que él fue el que avisó a la Guardia Civil a las 11:05 horas de que habían entrado a una casa y el ocupante había huido. 

Con el Suzuki Vitara blanco el fugitivo llegó hasta Muniesa. Allí fue interceptado por un control de la Guardia Civil y disparó a uno de los agentes cuando le dieron el alto. Abandonó el coche en un callejón, salió huyendo a pie y, a pocos metros de donde dejó el Vitara se apropió de una Citroën C15 que estaba estacionada con las llaves puestas, algo habitual en muchos pueblos.

Javier Blasco, que vive en la avenida Val de Oliete, a 200 metros de la entrada de la población, oyó dos disparos mientras comía y, aunque en un primer momento pensó que eran petardos, se asomó a la ventana y vio a un agente corriendo, con el arma desenfundada, que se metía por una calle. Al asomarse por la ventana de su casa que da a esa vía sin salida descubrió que había un agente “bastante dolorido y tirado encima del coche”, relató el joven. Los guardias pidieron ayuda y él llamó de inmediato al 112, aunque le informaron de que ya estaban alertados. 

El alcalde, José Luis Iranzo, se enteró de que había un herido porque le avisaron desde la central del 112, un protocolo que siempre se produce cuando el helicóptero socorre a un herido en un pueblo. “Enseguida llamé al médico para decírselo, pero en el centro de salud me dijeron que no me podía atender, que estaba ocupado”, explicó. Iranzo se enteró de lo sucedido al llamar al jefe de puesto de la Guardia Civil después de que su hija le dijera que un agente había sido tiroteado en el pueblo. “Ya entonces hemos emitido un bando alertando a la población de que había un delincuente para que se quedaran confinados en casa. 

El alcalde de Muniesa señaló que en la población había cierto temor desde que se extendió la alarma de que el Rambo de Requena había sido visto en Andorra –algo que luego resultó ser una falsa alarma- y precisó que, hasta que fue desmentido, los vecinos estuvieron alerta porque entre Andorra y Muniesa solo hay una distancia de 38 kilómetros.

La población de Muniesa estuvo ayer confinada durante varias horas, hasta que los medios de comunicación informaron de que el delincuente había sido detenido en Andorra en torno a las 16 horas.