Carlota Santabárbara, historiadora del Arte y restauradora: “Hay arte que está degradándose y todavía no sabemos cómo conservar”

Carlota Santabárbara es historiadora del Arte y restauradora. Zaragozana de familia materna alcañizana, abrió el miércoles On Art VIII con una ponencia sobre la conservación en el arte contemporáneo. 

- ¿Qué características tiene el arte contemporáneo y su conservación que lo hagan diferente del clásico?

 -  Cuando me puse a trabajar en museos de arte contemporáneo me di cuenta de que había un problema fundamental de base en los materiales y en los conceptos. De materiales porque el arte contemporáneo utiliza materiales nuevos; materiales plásticos sobre todo que se degradan con muchísima rapidez. Este problema  se investiga desde el mundo museográfico, pero no desde el germen, que son los artistas. Me parece interesante hablar desde otro punto de vista, que es el creador, para que el creador sepa que según qué materiales utilice y cómo los utilice su obra tendrá una degradación más o menos rápida. Que si utiliza látex o una película de 16 mm en videoarte, la vida de su creación será muy corta. 

- ¿Y en la dimensión conceptual?

- Conceptualmente también es un problema, desde la teoría del arte contemporáneo muy interesante, en cuanto a respetar la intención del artista. El arte contemporáneo no se basa muchas veces solo en la fabricación manual de una obra, sino en la ideación de un mensaje o una experiencia, visual, lumínica o digital incluso. ¿Cómo aseguramos al artista que se mantendrá viva su obra?

- Si hablamos de arte efímero la cosa todavía se complica más...

- Forma parte de esta parte de la conservación y del hecho de respetar el mensaje conceptual de una obra que ha de degradarse en el tiempo. Por eso el artista tiene que plantearse y pensar qué quiere que se conserve de su obra, si quiere que se degrade y desaparezca definitivamente o no.

- ¿Un conservador está legitimado a obviar, en aras de la conservación del patrimonio artístico, la voluntad de un creador que quiera que su obra se destruya?

- Según la Ley de derechos de autor el artista tiene la propiedad moral de su obra, le es innata y tiene que respetarse. Otra cosa es que en el mercado del arte un museo pague por comprar una obra, generalmente una fortuna, e intente proteger y alargar al máximo la vida de esa obra”.

- En lo que se refiere a aspectos técnicos... ¿es más compleja o más sencilla la conservación del arte realizado con materiales modernos?

- Es más complejo por el desconocimiento que existe. Muchos materiales nuevos, incluso los acrílicos que se incorporaron en los años 60 o 70, tienen una composición química desconocida porque no están analizados, y no se sabe cómo reaccionan al tiempo o qué ha provocado su degradación prematura. De hecho ahora mismo hay grandes investigaciones en marcha sobre estos aspectos de la pintura acrílica. Y tampoco se sabe como detener eficazmente esa degradación, y estamos hablando de obras muy importantes que han costado auténticas fortunas, y que cada año que pasa se van degradando, a un ritmo mucho más rápido que las obras clásicas, y aún no sabe nadie como detener ese proceso. Plásticos, látex o acrílicos se degradan rápidamente y de momento se puede hacer poco. La investigación está ahora en el campo de la química, porque los plásticos son nuevos materiales que reaccionan de forma diferente según su composición. Sin embargo el temple o el óleo duran siglos, y se sabe perfectamente cómo se comportan, qué los destruye y cómo pueden recuperarse o estabilizarse.