‘Gloria Fuertes y su poesía’ cierra su ciclo comarcal en la Biblioteca de Andorra
La ilustradora María Peguero ha llevado su exposición por numerosos pueblos del territorioGloria Fuertes nació en Madrid / a los dos días de edad / pues fue muy laborioso el parto de mi madre / que si se descuida muere por vivirme [...] A los nueve años me pilló un carro / y a los catorce me pilló la guerra [...] Quise ir a la guerra, para pararla / pero me detuvieron a mitad del camino [...] Todos los míos han muerto hace años / y estoy más sola que yo misma”.
Son algunos de los versos de la autobiografía que escribió Gloria Fuertes, que ella resumió en 30 renglones, y que hubiera cumplido cien años en 2017. Con motivo de la efeméride se organizaron el pasado año numerosos homenajes a la que fue una de las escritoras infantiles más populares en España, y cuya obra, sin embargo, no se quedó solo en eso.
Uno de los que se realizaron en Teruel fue la exposición de ilustración Gloria Fuertes y su poesía de la andorrana María Peguero, que la Comarca de Andorra-Sierra de Arcos llevó por numerosas localidades de su territorio desde la primavera pasada. Ahora, durante todo el mes de octubre, podrá verse en la Biblioteca Pública de Andorra para cerrar la itinerancia.
La muestra consta de cerca de treinta ilustraciones en tinta y collages de Peguero, que acompañan a otros tantos poemas de Gloria Fuertes. La serie se exponen en la sala de lectura infantil por una cuestión de espacio, aunque lo que esta diseñadora turolense pone de relevancia no es particularmente la Gloria Fuertes infantil, la de la Gata Chundarata, sino la escritora de la primera generación de posguerra , la autora comprometida con el feminismo, el pacifismo y la ecología cuando esas tres palabras eran tabú en nuestro país.
“Desde pequeña mi padre (José María Peguero) me leía todo tipo de literatura, y como trabajaba en el colegio Gloria Fuertes de Andorra me leía mucha de su poesía. Pero luego descubrí sus textos y poemas de adultos y siempre he pensado que deberían ser más difundidos”. Así, los poemas que Peguero ilustra en la exposición pertenecen en su mayor parte a la obra no infantil de Fuertes, “aunque también hay algunos de esos primeros poemas que conocí de niña”.
Según la artista turolense, “en realidad Gloria escribía cosas muy cotidianas que puede leer gente de diferentes edades, y que tienen varios niveles de interpretación. Le pasa un poco lo que al Principito, que se entiende de un modo u otro según seas niño o adulto”.
Como escritora infantil Gloria Fuertes obtuvo un reconocimiento absoluto, sobre todo a partir de los años 70 con sus habituales apareciones en TV. Pero hay críticos que están convencidos de que la madrileña murió con la pena de no haber sido reconocida en España, que sí en el extranjero, como escritora sin más, sin ningún apellido. “Ella vivió una época en la que tuvo que luchar mucho para ser tenida en cuenta como escritora mujer... era una activista y yo creo que ya tenía numerosas causas que reinvindicar, demasiadas como para preocuparse también de no ser encasillada en la poesía infantil”, apunta María Peguero.
Cerca de treinta obras
El trabajo Gloria Fuertes y su poesía consta originalmente de 31 ilustraciones a tinta, combinadas en algunos casos con collage, ya que surgió de un reto denominado InkOctuber que tuvo lugar durante octubre de 2017, en el que diferentes artistas se comprometen a realizar una obra al día durante todo un mes. En el caso de María Peguero, eligió Gloria Fuertes por ser el año de su centenario.
Con su obra, la Comarca Sierra de Arcos montó una exposición en la que pueden verse parte de los poemas (28 en total) junto a las ilustraciones de Peguero. En la primavera pasada iniciaron una itinerancia que la ha llevado por la mayor parte de las localidades de la comarca.
Normalmente se exponía durante una semana en cada pueblo, durante la que además se organizaba un taller, donde los asistentes eran invitados a ilustrar ellos mismos un poema que elegía María Peguero. “Casi siempre venían niños a pesar de que no era una actividad estrictamente infantil”, explica la artista, “y me llamaba la atención que cuando terminaba de leer el poema los niños se lanzaban a dibujar, pero los adultos se quedaban siempre a la espera de más instrucciones, como si se quedaran un poco bloqueados al tener plena libertad artística”.
Esos talleres comenzaron a organizarse inspirándose en la propia Gloria Fuertes, que solía visitar poblaciones con pocos recursos para recitar en la calle o montar obras de teatro. “Hoy en día hay más medios, pero todavía creo que hay que seguir educando en la cultural”.
Normalmente los asistentes a los talleres se llevaban a su casa la ilustración realizada, aunque en otros lugares, como Alloza, se montó una nueva exposición tras la de María Peguero con las obras de los escolares.
Otras comarcas
De manera excepcional la exposición Gloria Fuertes y su poesía de María Peguero estará en la Biblioteca de Andorra hasta finales de octubre, durante todo el mes. Cumplirá así un año de vida cerrando su ciclo en la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, aunque la autora no descarta hablar con otras demarcaciones turolenses “y, si hay interés, iniciar una nueva itinerancia por otros pueblos de Teruel”.
María Peguero es una ilustradora y grabadora de 37 años. Nacida en Andorra, se formó en la Escuela de Artes de Zaragoza, ciudad donde la que residió algunos años hasta afincarse de nuevo en la localidad minera. Conserva desde los cinco años un ejemplar de Plumilindo, la historia de un elegante cisne que deseaba ser un vulgar pato para no tener que vivir solo en su estanque, firmado y dedicado por Gloria Fuertes en 1986. Da clases, colabora con revistas y en el último número del fancine oscense ¡Hey!, que se dedicó al arte, dibujó un cómic basado en la carta abierta que la poeta nacida en Lavapiés escribió a los maestros. En esa carta pueden leerse cosas como “Todos los niños son poetas mientras conservan sus dientes de leche. Luego crecen y se hacen ingenieros, militares, políticos... y se les pasa la poesía. [...] Los niños son criaturas sensibles e inteligentísimas. Desde que nacen están preparados para entender la belleza. De nosotros depende que no se les pase nunca, que jamás se atrofie su niñez, que sigan siendo un poco niños. [...] Cuando mi madre me pillaba leyendo me pegaba. Tenemos que acercar los libros a los niños, ponérselo fácil.[...] Hay otros juegos en los que se puede ganar o perder, pero quien juega a leer gana siempre”.