En 90 años de excavaciones en El Palao sólo ha salido a la luz el 5% del poblado
Representa todas las épocas ibéricas, desde el VII a.C. hasta la romanizaciónQuienes visitaron el pasado fin de semana El Palao descubrieron que presenta siete zonas de excavación que han sacado a la luz estructuras muy diversas como cisternas, edificios públicos, torreones y murallas, almacenes, viviendas o posibles almazaras. Y todo ello pese a que desde 1928 tan solo se ha excavado el 5% de lo que se calcula hay bajo este estratégico cerro amesetado.
De El Palao procede, además, un extraordinario conjunto de piezas de escultura y estelas funerarias cuya presencia parece resaltar la importancia de este enclave urbano.
Las estructuras y el material descubierto permiten determinar que el poblado representa “todas las épocas” de la cultura ibérica, “desde los inicios en el siglo VII a. C., hasta lo más nuevo, el siglo I después de Cristo, con la plena romanización. Todos estos periodos los podemos apreciar en las distintas zonas que hemos excavado hasta el momento”, destacó el gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, José Antonio Benavente.
El Palao ofrece, además, “características que son muy especiales en relación con los asentamientos de cultura ibérica del Bajo Aragón”, pues es “el único sitio en el que han aparecido esculturas en piedra como un caballo o una cabeza humana”.
También es “uno de los pocos que ocupa un cerro aislado de fácil defensa” y “sigue ocupado en época romana”, cuando “la mayoría de los poblados –Azaila, Alcorisa, Oliete, Calaceite o Cretas– se abandonan” al siglo o dos de llegar los romanos por las guerras civiles.
“Pero eso no ocurre en El Palao, que sigue hasta el siglo II ocupado, además convirtiéndose en el principal núcleo urbano del Bajo Aragón en época íbero-romana, desempeñando el mismo papel de Alcañiz hoy en día”.
Tras su abandono, fue utilizado esporádicamente como lugar de enterramiento al menos hasta época bajo imperial romana (siglo IV).
Desde 2007, forma parte de los yacimientos incluidos en la Ruta de los Íberos en el Bajo Aragón, creada por el Consorcio para proteger, conservar y poner en valor una parte singular del legado histórico y cultural.
El yacimiento es conocido desde principios del siglo XX y ha sido objeto de distintas fases de excavaciones dirigidas por Vicente Bardaviu en 1928, Francisco Marco entre 1978-1985 y actualmente, en una nueva fase de trabajos iniciados en 2003, por los propios Marco y Benavente, Pierre Moret, Alexis Gorges, Silvia Alfayé o Salvador Melguizo.
En estas últimas campañas han participado el Consorcio, el Ayuntamiento de Alcañiz, el Instituto Aragonés de Empleo, el Taller de Arqueología de Alcañiz, las Universidades de Zaragoza y Burdeos, la Casa Velázquez de Madrid y el CNRS de Toulouse.
Próximo a ser BIC
La Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón ha incoado expediente para la declaración del yacimiento como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica. Ello conlleva la aplicación inmediata y provisional del régimen de protección establecido para este tipo de bienes y la suspensión de las licencias municipales relativas a todo tipo de obras o actividades en la zona afectada.