Andorra apuesta por homologar el Ítaca para impartir formación en renovables
Un curso de sólo 30 horas suscita gran demanda por la proliferación de parques en la provinciaEl Centro de Estudios Ambientales (CEA) Ítaca de Andorra realizará un curso práctico de montaje e instalación de módulos fotovoltaicos y eólicos de baja potencia que, pese a que está pensado como un complemento para un grado de electricidad, está suscitando el interés de ciudadanos que pretenden trabajar en alguno de los parques eólicos y solares que planean construir varias empresas a lo largo y ancho de toda la provincia.
El programa formativo que ofrece el Ítaca es de apenas 30 horas y no garantiza una formación mínima a quienes quieren trabajar en el montaje y mantenimiento de molinos y placas solares, pero el Ayuntamiento de Andorra quiere dar un paso más y homologar el CEA para que pueda impartir certificados de profesionalidad –formación reglada a través del Inaem– en energías renovables.
Hace dos semanas, el Ítaca anunciaba la organización de este curso entre el 18 y el 25 de junio, y en este momento las inscripciones ya están agotadas. En tan solo unas horas, el CEA recibió multitud de solicitudes de información por parte de vecinos “de todos los sitios”, dada la repercusión que ha tenido el anuncio de diversas empresas que quieren instalar parques eólicos en Cuencas Mineras, Jiloca o Andorra-Sierra de Arcos, o solares fotovoltaicos en el Bajo Martín y comarcas aledañas de Zaragoza.
“Hay que tener algún conocimiento a nivel eléctrico porque son 30 horas y son todas prácticas”, dijo la coordinadora del Ítaca, Olga Estrada, que considera que el curso ha podido levantar falsas expectativas porque está enfocado para pequeñas instalaciones renovables encaminadas hacia el autoabastecimiento de viviendas aisladas.
“Se plantea más como un complemento a gente que tiene grados medios o superiores de electricidad y automatismos”, aclaró el concejal de Medio Ambiente en el consistorio andorrano, Marco Negredo. De hecho, el curso –que se suma a otros dos relacionados con las energías renovables que se realizaron a finales de 2017– surge a petición de alumnos del IES Pablo Serrano que quieren potenciar sus conocimientos.
La formación enseñará a instalar elementos fotovoltaicos autónomos y postes eólicos de baja potencia, además del montaje de circuitos básicos de electricidad.
Certificados profesionales
Pero el Ayuntamiento de Andorra no se conforma con organizar formaciones modestas, sino que pretende que el CEA cumpla con el objetivo para el que fue construido hace una década con fondos Miner: ser un centro homologado de formación referente en temáticas medioambientales.
Para ello, el Patronato de Cultura y Turismo ha tenido ya varias reuniones con el Inaem y con el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) con la idea de homologar el CEA Ítaca como centro de enseñanza de energías renovables.
“Hasta ahora, para ser centro homologado el Ayuntamiento debía tener profesores contratados, pero en este momento es posible hacerlo a través de una entidad colaboradora que ofrecería el profesorado, el CIRCE”, explicó Negredo. De la financiación se encargaría el Inaem.
De alcanzar este objetivo, el CEA Ítaca podría ofrecer “cursos de mayor entidad”, es decir, certificados de profesionalidad de hasta 500 horas de duración que complementaran la oferta de grados medios y superiores de que dispone el IES Pablo Serrano en este momento.
Negredo explicó que dentro de la rama de Medio Ambiente hay más de 30 familias de enseñanzas entre las que Andorra podría elegir algunas. “Como tenemos cuatro aulas, podríamos hacer varias solicitudes de homologación. Además de Energía y Agua, apostarían progresivamente por Agricultura Ecológica o Gestión Ambiental.
De esta forma, se lograría que hubiera oferta de cursos “para que los jóvenes se pudieran quedar aquí” a estudiar.
Piden un esfuerzo a Endesa
Con el objetivo de que esta futura formación sirva para encontrar trabajo en la zona, Estrada sugirió que Endesa, propietaria de la central térmica de Andorra, instale parques de renovables.
Por otra parte, propuso “que vengan empresas de elaboración de los componentes –placas solares, postes, aspas, etc.–” que se necesitan para montar estos parques, pues generan bastante empleo temporal durante su construcción pero apenas ofrecen puestos de trabajo durante décadas de mantenimiento.
De esta forma, Andorra daría pasos para la reconversión económica en un horizonte, más pronto que tarde, de desaparición de la actividad en las minas de lignito y en la central térmica.