Los motivos de la manifestación del 6M en Zaragoza: El sector agrario denuncia el agravio comparativo de la PAC
La última reforma dejó a Teruel como una de las provincias que menos ayudas recibeLa última reforma de la Política Agrícola Común (PAC), puesta en marcha en 2015, acentuó las diferencias entre las ayudas que cobraban los profesionales del sector en la provincia de Teruel respecto a los del resto de Aragón y perjudicó especialmente a los jóvenes, que se incorporan a la actividad en inferioridad de condiciones. Los cultivos de secano y los regadíos fueron los que salieron peor parados tras la última reforma. Aunque los “agravios comparativos” comenzaron a forjarse en 1992, el mantenimiento en el reparto de referencias históricas ha provocado que la brecha creciera e incluso se acentuara tras la “foto fija” tomada en 2001 y 2002 para calcular el actual reparto.
El mapa para el reparto de ayudas de la PAC en el periodo 2014/2020 dejó a la provincia de Teruel en los estratos más bajos de toda España y que, por tanto, menos ayudas reciben. Por poner un ejemplo, un agricultor de la provincia de Sevilla puede llegar a cobrar 1.200 euros por una hectárea destinada al cultivo de cereal frente a los 75 de Teruel.
En el caso de los cultivos de secano, cinco de las seis comarcas agrícolas en las que se divide la provincia –Cuenca del Jiloca, Hoya de Teruel, Bajo Aragón, Serranía de Montalbán y Maestrazgo– quedaron ubicados en el estrato 3, mientras que la Serranía de Albarracín se situó en el 4 para compensar los daños causados por los ciervos. Entre tanto, en el resto de Aragón tan solo Monegros y Bajo Cinca comparten el estrato 3 en tanto que el resto del territorio se sitúa en los estratos 5 y 6. De esta forma, el pago básico por hectárea para los cultivos de secano en la provincia de Teruel se situó en 75 euros, mientras que en localidades vecinas como Gallocanta, Belchite o Caspe se elevó hasta los 120 euros.
La reivindicación de las organizaciones agrarias y de los profesionales del campo cristalizaron en enero de 2015 con la creación de la Plataforma de agricultores y ganaderos de Teruel por la igualdad de los estratos agrarios en Aragón (Agrigate).
Entonces, el PSOE se comprometió a igualar las ayudas si accedía al Gobierno de Aragón. Sin embargo, se ha topado con impedimentos legales a nivel ministerial para arbitrar compensaciones y tan solo ha podido hacerlo a través del segundo pilar de la PAC, el que hace referencia al Desarrollo Rural, financiado en parte por el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite). Los agricultores y ganaderos turolenses consideran que estas medidas son insuficientes para compensar el agravio comparativo, por lo que continúa el malestar en el sector.
En estos momentos se está negociando una nueva reforma de la PAC. De hecho, el pasado 26 de abril se filtró un borrador del nuevo Reglamento en el que está trabajando la Comisión Europea y que saldrá a finales de mayo. Además, el Ministerio de Agricultura deberá posicionarse sobre el mismo atendiendo a las posiciones de las 17 Comunidades Autónomas. A esta situación cabe añadir la difícil situación presupuestaria con que el sector agrario va a contar en el próximo periodo. De hecho, se estima una reducción del 5% según datos oficiales, pero fuentes del sector sostienen que podría alcanzar un 13%.
El temor a que los agravios continúen ha provocado que tanto la plataforma Agrigate como las organizaciones profesionales agrarias Uaga, UPA y UAGA manifiesten su apoyo a la movilización convocada por Teruel Existe que tendrá lugar mañana en Zaragoza.
Los agricultores y ganaderos, cuyos negocios no se pueden deslocalizar, son los garantes del mantenimiento del medio rural. Como tales, defienden la necesidad de contar con infraestructuras y servicios que posibiliten su vida en los pueblos y, sobre todo, de contar con las mismas ayudas que sus homólogos del resto de provincias aragonesas para competir en igualdad de condiciones. De otra manera, la producción agraria no será competitiva y obligará a muchos de ellos a abandonar el campo, lo que redundará en una mayor despoblación.
De esta manera, la situación que atraviesa el sector agrario turolense es contraria a los principios para los que nació la PAC, que eran mantener la renta de los agricultores, vertebrar el territorio y mantener la población en el medio rural, y desarrollar un modelo de agricultura sostenible con el medio ambiente.