Vialaz pide apoyos en las Cortes para el “caudal ecológico” del Aguasvivas
Los grupos políticos emplazan a la CHE a satisfacer la reivindicación “justa” de que el río llegue hasta el EbroLa plataforma Vialaz (acrónimo de Vinaceite, Almochuel –Zaragoza– y Azaila) pidió este martes en las Cortes de Aragón apoyos políticos para que el tramo final del río Aguasvivas baje con un “caudal ecológico mínimo” hasta su desembocadura en el Ebro que impida su “desecación completa, brutal e injusta”.
Vialaz, compuesta por los Ayuntamientos y regantes de estas tres localidades, y que también cuenta con el respaldo de los consistorios de La Puebla de Híjar y La Zaida (Zaragoza), compareció en la Comisión de Peticiones y Comparecencias para explicar que los últimos 28 kilómetros de río bajan secos debido a que a la altura de Almonacid de la Cuba (Zaragoza) la “totalidad” del caudal se desvía hacia Belchite.
Todos los grupos de las Cortes mostraron su apoyo a una reivindicación “justa” que se encuentra dentro de la legalidad, si bien indicaron que el órgano competente para dar solución al conflicto es la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
En su comparecencia, el portavoz de Vialaz, Daniel Pequerul, reconoció que el Aguasvivas es un río mediterráneo con recursos reducidos y estiajes prolongados, pero que aún así “a la altura de Almonacid de la Cuba siempre ha llevado y lleva un caudal significativo y en la antigua presa romana se desvía en su totalidad”, un hecho que corrobora el Seprona dentro de las diligencias previas que ha abierto la Fiscalía de Medio Ambiente de Teruel: “La comunidad de regantes de Belchite desvía todo el caudal del río Aguasvivas por la acequia madre a su balsa de riego argumentando que aún así la concesión de agua que tienen es deficitaria”, indica la Guardia Civil.
Además, continúa el Seprona, el agua sobrante de las acequias de Belchite acaba en un barranco afluente del Ebro por otra vertiente, “impidiendo que el agua que pudiera sobrar de regar los campos adscritos a esta comunidad de regantes vuelva al río Aguasvivas”.
Ello propicia “una desecación brutal, ilegal e injusta del río” –afirmó Pequerul–, pues “desemboca en el Ebro a la altura de La Zaida y debería llevar siempre al menos el caudal mínimo ecológico” que el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro 2015-2021 le niega, si bien recoge el compromiso de hacer “un estudio lo más profundo posible de la realidad del río” que arroje conclusiones. Por la periodicidad del plan, dicho informe tendría que estar concluido a más tardar en 2021.
Vialaz lleva desde verano de 2015 insistiendo en que este Plan Hidrológico –al que presentó alegaciones– no se ajusta a la Ley de Aguas, que establece que “los caudales ecológicos no tendrán el carácter de uso, debiendo considerarse como una restricción que se impone con carácter general a los sistemas de explotación”.
La plataforma ha defendido su postura mediante tres movilizaciones vecinales; reuniones con distintos partidos políticos que han llevado iniciativas a las Cortes, al Congreso de los Diputados y al Senado; entrevistas con la CHE, la Delegación del Gobierno en Aragón y el Gobierno de Aragón; y denuncias en la Fiscalía de Medio Ambiente de Teruel y Zaragoza.
No obstante, ante la “falta de respuesta por parte de las instituciones aragonesas para intentar solucionar esta situación”, presentaron a finales de octubre una queja formal en el Ministerio de Medio Ambiente.
“He visto este río con su flora y fauna y ahora está seco, reseco; y los últimos kilómetros hasta la desembocadura, mucho más”, protestó el alcalde de Azaila, Adolfo Tesán. “No es de recibo que un río que lleva agua en un determinado punto desaparezca; en nuestra sociedad no se aplica la ley de la selva”, apuntó Pequerul, quien aseguró que en los últimos años se han creado 40 empleos en la zona, sobretodo en el porcino, que “con un poco de agua” podrían ser más porque el territorio es “emprendedor”.
La causa de Vialaz es “justa y humilde” para el alcalde de La Puebla de Híjar, Pedro Bello, quien reclamó a las Cortes que hagan “un poco de política” que ayude a “encontrar una salida justa al problema”.
Responsabilizan a la CHE
Todos los grupos de las Cortes apoyan la reivindicación de Vialaz y reclaman compromiso a la CHE para solventar el problema. “Para tener pueblos vivos, necesitamos ríos vivos”, dijo Patricia Luquin (IU), quien reclamó “que se aplique la legislación”.
Ramiro Domínguez (Ciudadanos) invitó a todas las instituciones a “tomar conciencia de este problema” porque “la demanda se hace con toda la lógica”.
Para María Herrero (PAR) la zona ha sido “injustamente tratada” porque, pese a estar en un “lugar estratégico”, es “una de las más despobladas y que menos recursos tiene”, por lo que pidió “elevar el agua del Ebro” por su cercanía. Herrero también puso el foco en que el embalse de Moneva (Zaragoza) cuenta con fugas de agua que no se reparan.
Raúl Gay (Podemos) alertó sobre el calentamiento global, que “no tiene freno”, e instó a “no entorpecernos los ciudadanos para que todos tengamos un caudal mínimo”. También lamentó que los pueblos afectados “tengan que ir recorriendo despachos para conseguir agua”.
Herminio Sancho (PSOE) pidió a los guardas de la CHE que garanticen agua en el tramo inferior del río y que los sobrantes de riego de Belchite regresen al Aguasvivas.
Por último, Fernando Galve (PP) instó a la CHE que se defina “claramente sobre este problema” porque es su competencia. No obstante, confió en que la Fiscalía se pronuncie y obligue “con sus decisiones a la CHE a tomar alguna determinación”.