La explotación de la biomasa ambiental es viable en el ámbito local y comarcal
Astillar restos de poda es rentable si no se transporta a más de 50 kilómetros, según un estudio
El uso y explotación de la biomasa procedente de tratamientos ambientales realizados en bosques y ríos es factible, pero su rentabilidad disminuye a medida que aumenta la distancia de transporte. Esa es una de las principales conclusiones del proyecto europeo Green Gain, en el que ha participado el Grupo de Acción Local (GAL) Bajo Aragón Matarraña (antigua Omezyma) junto con otras organizaciones europeas de la República Checa, Alemania e Italia. El estudio final se presentó ayer en Bruselas.
En el informe, las organizaciones participantes ponen de manifiesto que la biomasa estudiada durante los últimos tres años en cada territorio es “bastante heterogénea”. En el caso de las áreas objeto de estudio en la provincia de Teruel se ha analizado la potencia calórica de la madera de cañaverales (en riberas de ríos), madera de almendro y olivo (procedente de vales y barrancos abandonados) y restos forestales de cortafuegos. Esa heterogeneidad ha obligado a realizar no sólo un astillado de la madera para poder alimentar una caldera, sino una preparación adicional para reducir las partículas finas, por un lado, y evitar las virutas más grandes, por otro.