Recobat planea aumentar la producción de su planta de Albalate del Arzobispo en un 50%
La empresa calcula una inversión de 3,5 millones de euros y la creación de 22 nuevos puestos de trabajo
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) acaba de hacer público el estudio ambiental de ampliación de la planta de valorización de baterías que Recobat (Recuperación Ecológica de Baterías S.L) tiene en Albalate del Arzobispo. El proyecto supondrá, de autorizarse, la creación de 22 puestos de trabajo adicionales y el incremento en un 50% más de la capacidad de producción de las instalaciones.
La ampliación de la planta de Recobat obedece a la necesidad de aumentar la competitividad en el mercado por parte de la empresa y es, además, una respuesta al incremento de la demanda en el sector del plomo, según indicaron fuentes de la empresa y certificó el propio alcalde de Albalate, Antonio del Río, quien valoró como “buena noticia la creación de ese número de empleos y el crecimiento de la demanda nacional” que ha llevado a la compañía a ampliar sus instalaciones en el Bajo Martín.
Según el proyecto, la empresa realizará una inversión directa de 3,5 millones de euros. La obra civil tiene un coste de 900.000 euros; la adquisición de la maquinaria y nuevas instalaciones de la parte de fusión del plomo se valora en 1.400.000 euros y los nuevos filtros costarán 1.200.000 euros. La compañía tiene previsto diseñar la instalación de fusión con su propia ingeniería y también utilizar el mismo sistema de filtración que se ha implementado en la fábrica. Según consta en el documento técnico, excepto en el caso de los filtros y los hornos, que son de tecnología alemana, el resto de la inversión será desarrollada con empresas locales mediante la contratación de servicios que repercutan en la demanda de mano de obra.
La planta de Recobat de Albalate se dedica al reciclado y valorización de baterías agotadas de plomo básico principalmente procedentes del sector de la automoción. La empresa cuenta con 76 trabajadores en Albalate del Arzobispo, donde se instaló por primera vez en 2006. En la localidad zaragozana de Pina de Ebro dispone de otra planta creada en 1998.
La ampliación de la capacidad productiva de la planta se realizará mediante la instalación de una nueva linea de fusión, con la puesta en funcionamiento de un nuevo horno rotativo que permitirá el tratamiento de 40.000 toneladas anuales de residuos para la obtención de 30.920 toneladas anuales de plomo y compuestos de plomo comercializables, así como otros productos secundarios. En este sentido, la empresa planea incrementar la capacidad productiva en 10.000 toneladas de plomo al año, es decir, pasar de las 20.000 toneladas de plomo que produce en la actualidad a algo más de 30.000.
La ampliación se realizará compartiendo las lineas de fusión de los procesos previos y posteriores de tratamiento de residuos y sin necesidad de ampliar la superficie de la planta, que tiene 30.000 metros cuadrados. En este sentido, se construirá una zona cubierta de 750 metros cuadrados junto a la Nave B y se trasladará y ampliará el sistema de tratamiento de escorias, para lo cual se necesitarán 600 m2 adicionales. Es decir, la superficie en planta de los sistemas de tratamiento de escorias pasará de unos 400 m2 a los 1.000 m2. La instalación de los filtros asociados al nuevo horno se realizará sobre la explanada donde se desenvuelve la maquinaria de gestión de escorias.
En relación al impacto ambiental, la mayor parte se dará en la fase de explotación, durante la que se producirá un aumento de trasiego de mercancías, residuos y emisiones a la atmósfera, además de un aumento de la actividad económica y del empleo asociado al proyecto de ampliación.
Fase de explotación
En la fase de explotación está previsto un incremento anual en el consumo de energía, concretamente de gas natural, que se estima alcanzará 1.000.000 m3 para las 10.000 toneladas adicionales de plomo del nuevo proceso de fusión. Asimismo, el consumo actual de fueloil, incluyendo el proceso de fusión y las operaciones de refino, es de 1.315 toneladas al año y será necesario un incremento de 46.000 litros anuales para las máquinas cargadoras, para la gestión de escorias y para el transporte propio.
Es destacable la cantidad de residuos peligrosos que según el proyecto generará el aumento de la producción. Aumentarán en un 63%. Los residuos de plomo se almacenan en contenedores o bidones etiquetados, en almacén cubierto y pavimentado destinado a tal efecto.
La modificación sustancial de la autorización ambiental del proyecto de ampliación y su evaluación de impacto ambiental permanecerán expuestas al público hasta finales de este mes para la presentación de alegaciones o la formulación de consultas por parte de las personas que se consideren afectadas por el proyecto.