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‘Formas de ausencia’, una terapia para rellenar los huecos vitales del tiempo ‘Formas de ausencia’, una terapia para rellenar los huecos vitales del tiempo
Juan Martínez en ‘El sentido del viaje’, una de las seis piezas que forman parte de su instalación ‘Formas de Ausencia’, en el edificio de Bellas Artes. M. A.

‘Formas de ausencia’, una terapia para rellenar los huecos vitales del tiempo

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Formas de ausencia es el TFG del estudiante de Bellas Artes en Teruel Juan Martínez, natural de Villarrobledo (Albacete), además de una especie de terapia artística contra las heridas mal cerradas de la memoria. 

La instalación, que ha podido verse en el edificio de Bellas Artes repartidas por varias estancias, está dedicada a diversas formas de ausencia en el campo afectivo, a través de cuya simbología el artista conversa sobre ellas con el público y consigo mismo. 

Está formada por seis piezas diferenciadas, cinco de las cuales están dedicadas a cinco personas, “las más importantes para mí cuando inicié el proyecto, hace una año, y que no estaban presentes en mi vida tanto como yo quería”, explica Martínez. La sexta es un trabajo audiovisual que funciona a modo de conclusión o epílogo de la muestra. 

La primera pieza es El sótano. Begoña Martínez, que recrea plásticamente el sótano de la tienda en la que Begoña y Juan, grandes amigos de la infancia, se reunían habitualmente. Objetos personales, una proyección de la estancia tal y como es hoy en día y un paisaje musical, compuesto por canciones de aquellos días y la reproducción de ruidos de tuberías y ambientales que se escuchaban recrean el recuerdo. 

Las lagunas de Ruidera. Emiliano Zubiaga y Pepa Martínez evoca a dos tíos paternos de Martínez. “Cuando él murió mi tía me pidió que la llevara a un lugar donde solían pasar las vacaciones”, explica el de Villarrobledo. Un álbum de fotos recoge instantáneas de aquel primer viaje, que con el tiempo se ha convertido en una reunión familiar periódica. 

Relación de reflejo, Julia Martínez hace referencia a la hermana del autor de quien separa la distancia geográfica. Un espejo forma una metáfora de la relación de ambos, “ya que me veo reflejada en ella”. 

Recetas para no olvidar. Ángeles Fajardo Valenciano está formada por una vieja cómoda con menaje en su interior, cubierta por copias de los manuscritos que en su día escribió la abuela de Juan Martínez. “Cuando comenzó a perder la memoria por la enfermedad, empezó a apuntar en varios libros los datos, las fechas y todo lo que quería que nunca se le olvidara”, explica el autor de la exposición, que ha recuperado parte de sus páginas.

Compañeros de piso. Elisa Garza es una recreación del piso que compartió con otra estudiante de Bellas Artes en Teruel. “Muestra una deconstrucción de objetos que compartíamos durante la convivencia, indicando el lugar real que cada uno ocupaba en el piso”. 

El sentido del viaje, por fin, es una videoinstalación que recrea varios viajes en coche, sin rumbo fijo, que Juan Martínez realizó por entre los viñedos de su Villarrobledo natal. “Eran viajes que me relajaban y me liberaban del peso de volver a tu pasado”, explica el escultor, quien reconoce que escudriñarse a fondo para realizar el proyecto “ha sido duro”. “Si viajas a tu pasado inevitablemente tienes que revisitar acontecimientos muy poco agradables. Pero yo lo creía necesario y, aunque no ha cerrado todas las heridas, ahora las miro y voy hacia ellas de otra manera”. 

Todas las piezas tienen un elemento que hace de nexo entre ellas; un cuerpo de engranajes de una caja de cambios. Una pieza perfectamente ajustada para trabajar junto a otras, que cuando se desajusta y deja de funcionar entorpece el conjunto y debe de ser sustituida. Toda una metáfora de las relaciones humanas.