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El investigador turolense Juan José Barragán, en su despacho de trabajo

"Los símbolos actuales de Aragón y Cataluña, según la Constitución, están intercambiados"

El investigador Juan José Barragán ha publicado un artículo en el que reinterpreta la iconografía histórica de una pintura
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El último número de la revista Aragón Turístico y Monumental ha publicado el artículo Estudio Imagológico del retrato de Petronila I de Aragón y Ramón Berenguer de Barcelona, de profesor de Historia del Arte y archivero turolense Juan José Barragán. Se trata de un retrato de la hija de Ramiro II, reina de Aragón entre 1157 y 1164, y de su esposo Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Se trata de una copia del original pintado por Felipe Ariosto en 1586, catalogado y descrito  por Elías Tormo en 1917, y en su artículo Barragán afirma que durante un siglo se ha interpretado mal ese cuadro.

Según su estudio, la corona que aparece detrás de Berenguer no es de conde sino de príncipe, lo que indicaría que Ramón Berenguer no está retratado en calidad de Conde de Barcelona sino de Príncipe de Aragón, dado su matrimonio con Petronila. Por tanto, esto indicaría que el blasón con las barras rojas y amarillas, por aparecer bajo la corona de Príncipe de Aragón, no pertenece a la casa de Barcelona sino a la de Aragón.

-¿Qué reinterpretación hace del retrato ‘Petronila Ramírez y Ramón Berenguer IV’? ¿Qué nuevo significado cabe extraer de la pintura?
-Hasta ahora ese cuadro se interpretaba como un retrato del matrimonio formado por la Reina de Aragón y el Conde de Barcelona. Así lo publicó Tormo en 1917 y así consta en el catálogo del Museo del Prado. Pero el estudio demuestra que el pintor estaba representado al matrimonio formado por la Reina de Aragón y el Príncipe de Aragón. Por eso es tan importante esta corrección publicada en Aragón Turístico y Monumental.

-¿Qué importancia o qué conclusiones de tipo artístico o histórico permite realizar esta nueva interpretación del cuadro?
-En mi opinión hasta tres conclusiones. La primera es que demuestra que mi método científico, la imagología, se aplica con resultados evidentes al estudio de las obras de arte. La segunda es que, por fin tras 106 años, tenemos un conocimiento correcto de este cuadro, y de los emblemas históricos que representa: el privativo del Reino de Aragón desde Pedro IV, y por mandato suyo, encima de Petronila, en realidad una Cruz de Alcoraz, y por otro lado el Señal Real de Aragón, encima del Príncipe de Aragón Ramón Berenguer. Y la tercera, y de plena actualidad, es demostrar con un nuevo argumento que los símbolos actuales de Aragón y Cataluña, desde la Constitución de 1978, están cambiados: el Señal Real de Aragón es el símbolo histórico de Aragón, tal cual; las barras rojas y amarillas son el símbolo del Rey de Aragón y por extensión pasarán a ser el emblema tanto del Reino de Aragón como de su Corona. Y en su defecto el símbolo histórico de la Cataluña actual debería ser el de los condes de Barcelona, es decir, una Cruz de San Jorge, como por cierto está documentado con Ramón Berenguer I.

-Los elementos iconográficos que permiten hacer esa deducción son las coronas y los cetros que portan los personajes. ¿En qué sentido hay que entenderlos?
-En el sentido iconográfico que corresponde a esta serie de 38 pinturas. Si nos basáramos en la iconografía habitual de las coronas, ésta parece una corona de barón. Pero utilizando el método imagológico que he desarrollado durante años, el tipo de corona que aparece encima del emblema de Ramón Berenguer es, por sus características, el de una corona principesca, como el estudio demuestra.

-¿Por qué hasta ahora se sostenía que el título que ostenta Ramón Berenguer en el retrato es el de Conde de Barcelona, y no el de Príncipe de Aragón?
-Porque nadie había estudiado anteriormente este cuadro con el detalle y rigor que lo he hecho en este estudio. Y por otro lado, mi método imagológico que permite ver una obra de arte como una fuente histórica, está dando sus frutos, tras muchos años de ensayos.

Método Imagológico

- ¿En qué consiste el método que ha bautizado como Imagológico? ¿En qué sentido es innovador?
-Como explico brevemente en el artículo científico, es una nueva forma de análisis de las obras de arte, según la iconografía de su propia época, en nuestro caso el siglo XVII, y no según la iconografía tradicional, que no es aplicable a este cuadro, y que originó el error de interpretación mantenido más de 100 años.

- ¿Cabe la posibilidad de que las obras de arte pudieran ser, en algunos casos, fuentes históricas imperfectas, en el sentido de que por cuestiones estéticas, políticas o sencillamente errores del autor, hubiera detalles que no se correspondieran con la realidad?
-Cada obra es diferente y cada estilo artístico tiene sus propias características, pero sí, en el fondo cabe esa posibilidad. De hecho muchas obras de arte tienen varias interpretaciones porque no sabemos qué quiso comunicarnos su autor o el mecenas de la obra. Quizás con el desarrollo de la imagología se puedan ir conociendo muchos otros aspectos nuevos a los que conocemos actualmente de la mayoría de obras de arte, como la identificación de personajes históricos o paisajes reales, por ejemplo.

- El retrato analizado, ‘Petronila Ramírez y Ramón Berenguer IV’, pertenece a una serie formada por copias de los que pintó Felipe Ariosto en las últimas décadas del siglo XVI. ¿Se perdieron todos los originales?
-Sí. Desgraciadamente fueron destruidos en el segundo sitio de Zaragoza por los franceses, en plena Guerra de la Independencia, de forma premeditada o casual, no lo sabemos. Ardió el Palacio de la Diputación del Reino existente en la actual Plaza del Pilar hasta 1809, y con su destrucción se perdió esta galería de obras de arte y una gran cantidad de archivos que nos hubieran permitido conocer mucho mejor nuestra historia.

Pero afortunadamente, el rey Felipe IV, encargó una copia de esta serie de condes y reyes de Aragón para el Palacio del Buen Retiro, “lo más fidedigna posible”, ya que su intención fue la de hacerse ver como heredero de los Reinos de Castilla y León, y del Reino de Aragón, como bases históricas de su Imperio. De esta forma, se han conservado las copias de esta serie, bastante fidedignas, según el consenso de los especialistas que hemos estudiado alguna obra de esta serie.

 

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