Los vecinos de El Cuervo recuperan la tradición de cantar los Mayos después de 63 años

Los Mayos volvieron a sonar en las calles de El Cuervo 63 años después. El sábado se recuperó la tradición de la llegada de la primavera con el cambio de mes más de seis décadas desde que los últimos acordes de guitarras acompañaron a los Mayos típicos de este municipio turolense.

La música regreso a las calles de El Cuervo el día 4 para aprovechar la llegada de más vecinos y para no solaparse con las rondas de otras localidades, permitiendo así participar a un mayor número de personas, aunque la intención es “cada vez se vaya implicando más la gente joven del pueblo y que después de que hayamos empezado este año, cada vez vayamos cogiendo más fuerza”, en la que no se descarta incluso incluir en el futuro “alguna pequeña representación de cómo se hacían los Mayos”, afirmó el alcalde, David Álvaro, que ayer aseguró estar “muy emocionado” por la acogida de los Mayos.

La fiesta arrancó a mediodía con la celebración de una comida popular en la nave municipal, en la que los más de cien personas del municipio compartieron menú y sobremesa.

Los primeros acordes comenzaron a escucharse pasadas las 16:30 horas durante los últimos ensayos antes de regresar a la calle a rondar celebrando la llegada del mes de mayo. “La gente se volcó cantando y ensayando”, recordó el edil.

Protagonistas

Poco después la música siguió siendo protagonista con la actuación Entre Coplas y Cuplés, a la que siguió la música en la megafonía del local municipal. Antes de que los músicos salieran de ronda los vecinos de El Cuervo pudieron cenar regañao.

A partir de las 22:00 horas, ya con el municipio a oscuras, la ronda recorrió algunas de las calles del pueblo recordando las estrofas de los Mayos del lugar, cantando: “Si ha venido mayo, bienvenido sea, regando cañadas, casando doncellas”, además de otras estrofas más en las que en cada caso se personalizó con los nombres de las mozas homenajeadas.

La ronda, que anduvo tocando y cantando hasta pasada la medianoche, hizo tres paradas. La primera de ellas cantó a la persona de mayor edad del municipio, que “se emocionó”, recordó el alcalde. Las otras dos paradas visitaron a los familiares de las personas que iniciaron la rondalla del pueblo.

La tradición de cantar los Mayos “se dejó de celebrar por la despoblación”, explicó el alcalde cuando anunció la recuperación de la tradición. Según el Instituto Nacional de Estadística, en la década de los 60 este municipio ribereño del río Ebrón bajó por primera vez de los 400 vecinos y empezó su descalabro poblacional.