El Miteco lanza la concesión de acceso a red eléctrica de 154 MW más en el Nudo Mudéjar

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha abierto una nueva convocatoria, especialmente pensada para plantas de biomasa y centrales hidroeléctricas reversibles, mediante la que concederá 154 megavatios (MW) más de conexión al Nudo de transición justa Mudéjar de Andorra  al margen de los 1.202 MW ya adjudicados a Endesa mediante el concurso fallado en 2022.

Para ello, el gabinete que preside Teresa Ribera ha publicado la Orden TED/345/2024, que puede consultarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La norma regula el procedimiento y los requisitos aplicables para la concesión de capacidad de acceso a la Red Eléctrica a módulos de generación de electricidad síncronos (MGES) de procedencia renovable y a instalaciones de almacenamiento síncrono, también en los nudos de transición justa de Garoña (151 MW en Burgos), Guardo (216 MW en Palencia), Lada (90 MW en Asturias) y Robla (648 MW en León), para un total de 1.259 MW.

No habrá concurso

Este procedimiento tiene como objetivo promover de forma ágil la instalación de MGES, como plantas de biomasa o centrales hidroeléctricas reversibles, que entregan potencia a la red eléctrica con una frecuencia y tensión constantes, aportando flexibilidad, seguridad de suministro y facilitando la integración de otras energías renovables asíncronas, como la eólica o la fotovoltaica, informó el Miteco.

Los nudos de transición justa seleccionados son en los que Red Eléctrica ha identificado un excedente de capacidad síncrona respecto a la capacidad asíncrona (MPE) disponible y reúnen las condiciones técnicas y normativas necesarias, añade el ministerio. “Dada la necesidad de acelerar la instalación de este tipo de tecnologías, la orden establece en estos nudos un procedimiento de concesión de la capacidad de acceso basado en el orden de prelación temporal de las solicitudes para mayor agilidad del proceso”, explica el Miteco. Es decir, no habrá concurso como sí lo hubo para determinar los 1.202 MW anteriores.

Sí se establecen, como en aquel proceso, requisitos de desarrollo socioeconómico local para fomentar que los proyectos contribuyan a la reactivación de las zonas afectadas por el cierre de centrales de carbón y nucleares donde se ubican los nudos. En concreto, los proyectos deberán garantizar un mínimo de creación de empleo, formación y autoconsumo energético, proporcional a la capacidad de acceso solicitada; por ejemplo, cada MW de capacidad de acceso debe traducirse en la instalación de 2 kilovatios (kW) de autoconsumo.

Este procedimiento para instalaciones MGES, explica el Miteco, es complementario a los concursos de nudos de transición justa y libera únicamente una parte de la capacidad disponible en dichos nudos, con el objetivo de acelerar proyectos que aportan robustez al sistema eléctrico, a la par que se sigue fomentando el desarrollo de las zonas de transición justa.

Quedarán todavía 100 MW por adjudicar en el Nudo Mudéjar, los reservados a pequeñas instalaciones de autoconsumo y generación distribuida.

Las empresas lo pedían

Forestalia y Atalaya Generación han planteado en territorio del Convenio de Transición Justa de Aragón proyectos de biomasa o centrales hidroeléctricas, respectivamente, aunque precisamente estaban esperando una solución de conexión.

De hecho, después de que en mayo de 2023 el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) diera el visto bueno al proyecto de central hidroeléctrica de bombeo reversible de Atalaya Generación en Estercuel, de 75 millones de euros de inversión y 50 MW de potencia instalada, el consejero delegado de la compañía, Pedro Machín, advirtió sobre la “necesidad urgente de una solución que permita resolver los problemas de conexión de las instalaciones de almacenamiento a los nudos de la red” para no contravenir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030.

En una nota de prensa, Atalaya aseguraba entonces que el proyecto de Estercuel, igual que ocurre con otras futuras plantas de bombeo hidroeléctrico reversible, tiene su tramitación atascada mientras que, paradójicamente, “ante la mayor generación de origen renovable, los nudos de la red eléctrica demandan plantas de almacenamiento síncronas que eviten sus curtailments (recortes) a la vez que aseguran la calidad de la red”. Pero estas instalaciones “no pueden incorporarse al sistema por haber sido consideradas únicamente como plantas de generación, compitiendo por ello con la capacidad de acceso que han agotado las propias instalaciones eólicas y fotovoltaicas que las demandan”, demandaba la compañía, que podría ahora acogerse a esta nueva convocatoria.

Bombeo reversible

Según defiende Atalaya, el bombeo reversible es, en la actualidad, “el sistema de almacenamiento energético a gran escala más eficiente, y por su capacidad de complementar eficazmente la intermitencia de la generación eólica y fotovoltaica, es una pieza fundamental”.

El bombeo reversible consiste en hacer pasar el agua a través de una central eléctrica ubicada entre dos almacenamientos a distinta altura, de forma que, en los momentos de producción de energía renovable superior a la demanda, el agua se bombee y se almacene en el depósito superior, para generar energía en las horas de baja producción renovable conduciéndola al almacenamiento inferior. Atalaya aprovecharía como depósito inferior la balsa de una antigua mina de carbón.

Por su parte, Forestalia proyecta una planta de biomasa en Andorra, asociada a una fábrica de pellets para la que ya tiene terreno adquirido.