Síguenos

Voy a ser un prohombre

Tengo la solución para acabar, de una vez por todas, con el problema de la despoblación en esta provincia. Y lo digo en serio. Podría registrar mi idea y forrarme después vendiendo el antídoto para revertir la curva poblacional, pero no lo haré por responsabilidad y porque yo soy de aquí y quiero lo mejor para mi pueblo y para sus gentes.

Hombre, algo de vanidad también hay, no les voy a engañar, porque se que, después de desvelar altruistamente en este artículo mi idea, me voy a  convertir en un prohombre de esta provincia y tal vez de España e incluso de la vieja Europa.

No descarto que me pongan una calle (si puedo elegir, que sea en el Centro de Teruel, que me hace mucha ilusión), aunque creo que merezco incluso una plaza (la del Torico no estaría mal, pero eso lo dejo en manos de la alcaldesa).

Y si no hay calles o plazas libres, pues el aeropuerto o Motorland, o la cúpula del Cefca o que le den mi nombre a la estación de esquí de Javalambre. O a la catedral de Albarracín, ya puestos.

Lo de pregonero de las fiestas de Alcañiz, Vaquillero del año o Romper la Hora en Calanda caerá por su propio peso.

Por cierto, si algún diputado o senador de Teruel lee esto y se cruza con Rajoy, que por favor le diga que vaya preparando la máxima distinción que concede el Estado, que no sé cuál es, pero que la recibiré encantado. El Cervantes ya lo dejo para cuando escriba libros contando cómo se me ocurrió la idea.

Y lo mismo le digo a los del Gobierno de Aragón. Que me reservo la fecha del 23 de abril del año que viene para que me den en la Aljafería el Premio Aragón. Prometo aprenderme la letra del himno de Antón García Abril y cantarlo de principio a fin.

Bueno, que voy concretando que me quedo sin espacio. Que he hablado mucho de mi y poco de mi idea, que en realidad es lo más importante.

La solución para acabar de una vez por todas con el drama de la despoblación es muy sencilla. Que nos den a todos un piso en Valdespartera y un trabajo en la Opel.

Espero las felicitaciones.