Síguenos

El otro día descubrí que hay distintos tipos de yoga, dependiendo de si eres mujer u hombre. Yo no tenía ni idea. En mi clase de yoga, de hecho, había un chico, y conozco profesores varones de yoga, del mismo que practico yo, con lo que deduzco que, ellos no lo saben, pero están haciendo yoga de chicas.

Me explico: hace una semana acompañé a mi novio a comprarse unos pantalones para la practica de yoga al mismo establecimiento donde los adquirí yo. Pensaba que allí podría encontrar la prenda adecuada, pero no. Al parecer, para esta firma francesa (para mí Francia siempre ha sido el colmo de la modernidad, hasta ese día, claro) los hombres y las mujeres no practican el mismo tipo de yoga. ¡Toma ya! Buscamos, rebuscamos, volvimos sobre nuestros pasos por si se nos había pasado el colgador donde estaban los pantalones de yoga, porque igual estaban escondidos, pero no. Allí en la sección de hombre solo había un prenda, tipo mallas ajustadas, para hacer yoga dinámico. No me lo podía creer. Es más, ¿qué es el yoga dinámico?, me preguntaba una y otra vez. La cabeza me cintrifugaba. No entendía nada así que me fui a la sección de mujer para comprobar qué tipo de prendas ofrecían y casi me caigo de espaldas: pantalones para la práctica de yoga suave. ¡Yoga suave! ¿Pero qué es esto?

La cabeza me siguía centrifugando mientras mi cuerpo comenzaba a producir bilis...¿Habrían leído las definiciones de la RAE sobre el sexo fuerte y el sexo débil? Seguro, porque allí estaban las mallas que eran como “una segunda piel” para hacer yoga dinámico (que será el que se hace escalando una zona rocosa o levantando pesas de 100 kilos) y los pantalones bombachos para las chicas, para una práctica más suave, mientras haces cruceta, digo yo.

Me sentí como cuando veo el católogo de juguetes en Navidad donde las cosas para niños están sobre un fondo azul, y las muñecas y cocinitas, en páginas coloreadas de rosa.  Es muy complicado evitar este sistema heteropatriarcal porque se empieza pidiendo a los Reyes Magos coches teledirigidos, y al final, se termina haciendo yoga dinámico, porque el suave, es cosa de chicas.